07/06/12

Cómo informar sobre ciencia en lenguas locales

Crédito de la imagen: Flickr/Multimedia Photography and Design Newhouse School

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Informar sobre ciencia de manera significativa en idiomas locales requiere más que un buen diccionario. Bothina Osama comparte algunos consejos.

El inglés es el lenguaje de la ciencia. La mayor parte de revistas científicas internacionales está en inglés, la mayoría de las conferencias lo adoptan como idioma oficial y los nuevos términos científicos casi siempre están en ese idioma.

No obstante, en muchas partes del mundo en desarrollo pocos hablan inglés. A menudo los países tienen múltiples lenguas locales; por ejemplo, Sudáfrica tiene 11 lenguas oficiales, incluyendo al inglés; e India, 18.

Los retos son globales: cualquier periodista que escriba en otro idioma que no sea el inglés tiene que hacer frente al hecho de que gran parte de sus fuentes informativas están en ese idioma.

Pero el problema es más complejo si su idioma no está lo suficientemente familiarizado con el rápido desarrollo del mundo científico. El francés, el alemán y el español tienen comunidades científicas grandes y bien establecidas que traducen incluso los términos más técnicos. Esto es poco probable para un idioma regional de la India, por ejemplo.

Sin embargo, a pesar de sus dificultades, adaptar la información científica a los idiomas locales —en prensa, radio o televisión— es crucial para llevar información sobre ciencia a una mayor cantidad de audiencias y permitir que las comunidades aprendan sobre los desarrollos científicos de una manera comprensible.

Esta guía ofrece recomendaciones para informar sobre ciencia en idiomas locales, desde lograr precisión en las traducciones hasta desarrollar relaciones con expertos que puedan ayudar. Aunque dirigida a los periodistas de prensa escrita, esta guía resulta pertinente para quienes trabajan en medios impresos, en línea o audiovisuales.

Traducciones complicadas

Asegurarse de que su traducción de los términos e ideas científicas sea lo más precisa posible es quizás la parte más importante y difícil de informar sobre ciencia en otro idioma.

Una mala traducción científica trae como resultado artículos inexactos y a veces hasta engañosos. Incluso un pequeño error puede conducir a perder la confianza de los lectores sobre la información y desanimarlos a buscar otros artículos científicos en el futuro.

Recuerde que cuando se traduce, un simple error puede llevar a perder el control. Por ejemplo, en los reportajes árabes sobre una investigación que fabrica espermatozoides a partir de células madre tomadas de la médula ósea, un tratamiento potencial contra la infertilidad masculina, muchos medios informaron que eso significaba que las mujeres ya no necesitarían a los hombres para la reproducción.

Y un periodista lo hizo aún más confuso. Una forma de traducir médula ósea del inglés al árabe es ‘cerebro de los huesos’. Sin embargo, el periodista lo tradujo como ‘huesos del cerebro’, lo que dio lugar a un titular que decía que las mujeres no necesitarían a los hombres para la reproducción porque podrían obtener espermatozoides de ‘los huesos de sus cerebros’.

Se puede lograr que las traducciones sean lo más precisas posibles usando dos recursos: diccionarios de términos científicos e investigadores confiables que dominen bien el inglés y el idioma local.

No dependa tan solo de un diccionario de términos científicos. No siempre son de buena calidad por lo que debe buscar el consenso verificando su traducción cuando menos con dos diccionarios. Si no los puede conseguir, o aparecen nuevos términos con demasiada frecuencia, entonces tendrá que ir elaborando gradualmente uno propio. El tiempo y esfuerzo que demandará documentar con exactitud sus propias traducciones valdrá la pena.

Una buena idea puede ser revisar las traducciones en la web, pero —nuevamente— no dependa tan solo de un lugar o traducción, busque el consenso. Con el tiempo aprenderá a reconocer las fuentes más confiables.

Procure usar más de un diccionario para cruzar referencias sobre términos científicos

Flickr/sAeroZar

Si tiene dificultades, póngase en contacto con expertos locales y pídales ayuda con la traducción. También será una buena oportunidad para comprobar si entendió correctamente la idea. Un grupo de expertos locales dispuestos a ayudar con las traducciones es una herramienta invalorable.

Puede darse el caso de que no exista traducción para una palabra, término o idea, o que haya demasiadas: en algunos idiomas, como el árabe por ejemplo, un término puede tener tres traducciones diferentes (egipcio, marroquí y sirio). Esto puede llevar a errores si, por ejemplo, el artículo de un periodista sirio es editado por un editor egipcio. Si está en duda, trate de anticipar qué términos podrían ser confusos y discutirlos con el editor.

Cuando use un término que sea nuevo para los lectores, incluya el inglés al lado de la traducción de manera que los lectores interesados puedan buscarlo.

Algunos términos escapan a la traducción por lo que tendrá que ser usado en inglés. Si esto pasa, defina la palabra una vez en su idioma y después continúe usando el término en inglés, pues no querrá que sus lectores se distraigan del punto central del artículo debido a montones de referencias a la definición.

Y no olvide: una imagen vale más que mil palabras. Las ilustraciones y videos pueden ayudar a explicar los términos difíciles.

 

Pregunte a los colaboradores

La cobertura científica en los medios locales con frecuencia es superficial, en parte debido a que los expertos no los valoran y prefieren hablar con los medios nacionales o internacionales. Si consigue un experto local para la entrevista, tengan presente que muchos prefieren hablar en inglés, sea por prestigio o porque es el idioma en el que normalmente discuten sus investigaciones.

Los científicos del norte de África y del Medio Oriente por lo general prefieren ser entrevistados en árabe, pero sazonan sus explicaciones con términos científicos en inglés. Si se da este caso, no dude en preguntarles la traducción. Si muestra que está tratando de mejorar el nivel del periodismo científico local, así como la comprensión de conceptos científicos importantes, los entrevistados estarán más dispuestos a colaborar con usted.

Las reglas usuales de una entrevista técnica se aplican en estos casos: documéntese, escoja cuidadosamente sus preguntas y no termine la entrevista hasta que haya entendido todo lo que se dijo. Con el tiempo se construirá una reputación como periodista responsable y más personas estarán dispuestas a hablar con usted y ayudarlo en el futuro.

Trate de realizar entrevistas presenciales con expertos locales

Flickr/CIFOR

Realizar entrevistas cara a cara es una importante forma de construir relaciones fructíferas. Si no es fácil visitar a un investigador, trate de hacer las entrevistas por teléfono ya que ello también crea relaciones y le permite hacer preguntas al momento sobre las traducciones. Trate de evitar las entrevistas por correo electrónico, ellas no construyen muchos vínculos y pueden hacer más difícil verificar las traducciones (aunque tienen la ventaja de asegurar la exactitud de la información).

Si tiene que realizar entrevistas por correo electrónico, asegúrese de que sus preguntas sean claras porque podría no tener otra oportunidad de conseguir información adicional.

 

Conozca a su público

El que usted quiera que la gente lea sobre ciencia en su lenguaje local no significa que ellos también lo quieran. Como con cualquier tipo de escritura, debe hacer que sus historias sean atractivas para su público. Esto es aún más difícil si la información local sobre ciencia es escasa: el público puede que no esté acostumbrado a leer al respecto.

Una buena manera de captar la atención de los lectores es darle contexto local a los reportajes: ¿qué problemas de la vida diaria se podrían aliviar (o exacerbar) con esta investigación? Escoja solamente las historias más relevantes y piense mucho en el enfoque que va a seleccionar.

Por ejemplo, en un área donde los cultivos son atacados frecuentemente por las plagas, la gente estará más interesada en un nuevo método de fitomejoramiento si usted lo vincula a la posibilidad de mejoramiento de cultivos resistente a plagas. Informarlo solamente como un paso adelante del mejoramiento de cultivos, podría hacer que no se tome en cuenta.

Lleve la ciencia a casa: avances en fitomejoramiento pueden vincularse a cultivos resistentes a plagas, por ejemplo

Flickr/CIMMYT

Para hacerlo, necesita conocer a su público. Averigüe lo que le preocupa a su audiencia y esté atento a los artículos que tienen más impacto.

Pero tenga cuidado de no vincular temas locales con la ciencia mundial a menos que sepa que ese vínculo está justificado. Por ejemplo, cuando se informa sobre el cambio climático es tentador usar un ejemplo local de cambio ambiental para enganchar al lector. Sin embargo, no sugiera que los cambios recientes en las poblaciones de peces se reducen a la acidificación del océano a menos que tenga evidencia científica que lo respalde. Aquí es donde los expertos locales pueden resultar especialmente útiles.

Investigación local

Su trabajo no consiste solamente en traducir las noticias científicas del inglés a su lenguaje local; también debe identificar e informar sobre investigaciones que surjan en su región y sean relevantes para su público. Algunas podrían aparecer en revistas escritas en inglés y otras en algunas revistas en idioma local.

No hay muchas revistas científicas en lenguas locales en el mundo en desarrollo pero si encuentra algunas, pueden ser una mina de oro en torno a investigaciones relevantes a nivel local. Podría ser que el lenguaje sea muy técnico y difícil de determinar la relevancia de algunos artículos, así que trate de buscar bases de datos o resúmenes de investigación local, si están disponibles, usando palabras clave de los tópicos que usted sabe interesan a su público. En esto también lo pueden ayudar los expertos locales de confianza.

Las universidades y los institutos de investigación locales podrían producir materiales de prensa o comunicación en su idioma local. Incluso si no lo hacen, trate de establecer relaciones con ellos para que le informen cuando las investigaciones salgan a la luz pública.

También podría acceder a investigaciones de la llamada ‘literatura gris’ que incluye informes que no han sido revisados por pares. En este caso conseguir comentarios externos es aun mucho más importante. La investigación no ha sido aceptada necesariamente por la comunidad científica por lo que debe citarse con cierta precaución.

Mientras más se sumerja en su comunidad local de investigación, más se enterará de nuevos trabajos. Y recuerde: no siempre se trata de noticias, también puede ofrecer a sus lectores artículos de investigación sobre estudios locales.

 

Cierre la brecha

Todos tienen derecho a conocer los desarrollos científicos que afectarán sus vidas, y casi siempre esto significa hablarle de ciencia a la gente en su mismo idioma. Hay que procurar que los periodistas científicos reduzcan la brecha lingüística y afronten el reto de traducir la jerga científica al lenguaje que la gente pueda entender.

He cubierto ciencia en árabe por más de diez años y mi consejo es este: simplifique y traduzca con exactitud sin volver superficial su historia; hágala relevante para sus lectores y logre engancharlos.

Bothina Osama es periodista científica con sede en El Cairo y coordinadora regional de SciDev.Net para el Medio Oriente y norte de África.