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[LIMA] Uno de los eventos secundarios en la primera tarde de la COP20 tocó mi relación de amor-odio con nuestra época de abundancia de información (¿o es una sobrecarga?). Yendo al punto, argumentó a favor de enfrentarse con este reto con el fin de acelerar el progreso en la adaptación al clima, a través de intermediarios del conocimiento oficial.

El evento fue organizado por el Climate Knowledge Brokers (CKB) Group, una alianza de 50 organizaciones que trabajan para mejorar el acceso a la información sobre el clima y el desarrollo.

Martin Hiller, director general de la Alianza para la Energía Renovable y la Eficiencia energética (REEEP, en su sigla en inglés), inició la sesión con la observación de que, históricamente, la organización del conocimiento ha sido fundamental para el desarrollo de un mejor entendimiento en todas las culturas. Calificó a los intermediarios del conocimiento como “bibliotecarios del siglo XXI”. Y más tarde utilizó metáforas más coloridas con buen efecto: la autopista de la información ya no es una carretera, dijo, si no que se parece a un montón desordenado de spaghetti a la carbonara.

Lo que necesitamos, Hiller dijo, es una ‘grilla de conocimiento inteligente’ que, con herramientas compartidas, permitan aprovechar la información y envíen el conocimiento hacia aquellos que lo necesitan, de un modo que se adapte a las tecnologías y necesidades cambiantes.

Y me encontré entusiasmada por la perspectiva de un mundo en el que es más fácil de encontrar, filtrar y dar sentido a la información científica, un sentimiento más tarde templado por los pensamientos sobre las complejidades de hacer que esto suceda.

Geoff Barnard, presidente de la Red de Conocimiento sobre Clima y Desarrollo (CDKN, en ingles), continuó el argumento de por qué necesitamos una grilla de conocimientos sobre el clima. Dos cosas que han cambiado desde la cumbre de desarrollo sostenible realizada en Río en 1992 son la “explosión de información” y la “revolución de Internet”, dijo. Pero más datos no es una algo bueno si te estás ahogando en ellos; y tener más portales de información no es necesariamente un progreso.

Las máquinas globales de producción de datos no están por detenerse en el corto plazo, por lo que es una iniciativa prometedora para ver.

Anita Makri

Aquí es donde entran los agentes de conocimiento climático, dijo Barnard: para conectar a los productores de datos con los usuarios, usando Internet como herramienta —pero no como la única herramienta— para que las personas puedan encontrar, filtrar, analizar y dar sentido a la información.

Este año, el grupo creó un secretariado de REEEP que ellos llaman Nodo de Coordinación. Entre otras actividades, este nodo organiza ‘clínicas de conocimiento’ para facilitar la interacción personal y la implementación de herramientas en línea como ClimateTagger, que tiene como objetivo desarrollar una terminología consistente a través de etiquetado estandarizado y conectando la información de varios usuarios. La visión es que los intermediarios climáticos, or el CKB, faciliten el intercambio de información entre las fuentes y los usuarios, quienes están fuertemente ubicados en el centro de la red.

La iniciativa ya fue adoptada por algunos entusiastas. Karina Larsen, del Centro y Red de Tecnología del Clima (CTCN, en inglés), una nueva organización afiliada a la Convención Marco de la ONU para el Cambio Climático (CMNUCC) que se centra en la transferencia de tecnología climática y su aplicación, dijo que ser parte del grupo ayudó a su organización a crear un portal de datos sobre vulnerabilidades del cambio climático, acceder a consejos prácticos a través de clínicas de conocimiento y —mediante ClimateTagger— colaborar con los usuarios para una mejor transferencia de tecnología.

El Centro para la Ciencia y el Ambiente (CSE, en ingles) del Portal de India para el Ambiente es otro de quienes adoptaron temprano esta iniciativa. Pero hacia el final de su charla sobre los beneficios del portal, Kiran Pandey, del CSE, planteó un desafío clave: cómo determinar la veracidad de los datos en poder de diferentes partes.

La discusión que siguió también planteó dudas sobre cómo acceder a los datos detrás de barreras de pago, o si no protegidos por aquellos que los tienen. Y a medida que la sesión avanzaba, me quedé pensando en mis propios intentos, y los de algunas organizaciones, de domar este nuevo mundo de la información sobreabundante a través de la organización y la consolidación. Son intentos que me dejan con un regusto, tal vez porque el ritmo de producción de datos por lo general supera al de organizarlo; quizás también porque los sistemas complejos, dinámicos y descentralizados de producción de datos no están bien adaptados a estructuras firmes.

Pero el foco del CKB en las redes y la interacción personal entre los intermediarios y los usuarios sugiere que esto podría ser un sistema más ágil. Una de las preguntas de la audiencia fue sobre su impacto, pero los ponentes admitieron que necesitan mejor información aún sobre qué diferencia han podido hacer las actividades del Nodo. Establecer un sistema de monitoreo y evaluación para su trabajo es uno de sus próximos pasos, pues está sumando nuevos socios.

Las máquinas globales de producción de datos no están por detenerse en el corto plazo, por lo que es una iniciativa prometedora para ver.
 

Enlace al portal de Conocimiento en Cambio Climático del CTCN
 
Enlace al portal del India para el Ambiente del CSE