09/08/11

Altas temperaturas del mar ‘no causan’ brotes de cólera

El estudio investigó los estuarios de varios ríos, incluyendo al Orinoco en Venezuela Crédito de la imagen: Flick/euthrophication&hypoxia

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[SANTIAGO] La relación entre brotes de cólera y calentamiento global ha sido cuestionada por un estudio que concluyó que las altas temperaturas marinas asociadas a la irrupción de la enfermedad no son causantes de brotes.

En la Bahía de Bengala los brotes de cólera ocurren después de la proliferación de fitoplancton, lo que se asocia con aguas más cálidas, pero son las crecidas de los ríos, más que la temperatura del mar, las que llevan a que proliferen las algas, dicen los autores del estudio publicado la semana pasada (3 de agosto) en el American Journal of Tropical Medicine and Hygiene.

Estudios anteriores han sugerido que las altas temperaturas marinas podrían ser uno de los factores que desencadenan los brotes de cólera, como en el caso de la reciente epidemia en Haití, y que este descubrimiento podría contribuir al desarrollo de un sistema de alerta temprana

Pero no estaba claro por qué se daba esta conexión, ya que el fitoplancton —plantas microscópicas que sirven de alimento a diminutos crustáceos a los que se adhiere la bacteria Vibrio cholera — prospera en aguas frías, no cálidas.

Ahora, al examinar datos obtenidos durante 12 años en estuarios de varios grandes ríos del mundo, incluyendo el Amazonas, Congo, Ganges y Orinoco, los investigadores descubrieron que las descargas de ríos ricas en nutrientes —que coinciden con períodos en que el mar es más cálido— hacen que el fitoplancton se reproduzca más, lo que a su vez desencadena brotes de cólera.

“Nuestros resultados sugieren que no hay una asociación causal entre la temperatura de la superficie del mar y el brote de cólera. Consecuentemente, dicha relación no puede ser usada para desarrollar sistemas de alerta temprana del cólera”, dijo a SciDev.Net Shafiqul Islam, investigador jefe del estudio y profesor de ingeniería de la Universidad de Tufts, Estados Unidos.

Pero añadió que el calentamiento global podría llevar a fenómenos climáticos más extremos, tales como sequías e inundaciones, que aumentarían la severidad de las epidemias de cólera.

Una investigación anterior de Islam y otros colegas también demostró que existía una asociación entre los brotes de cólera en Bangladesh y los caudales de los ríos. Niveles bajos de agua permiten que entre hacia la cuenca de los ríos más agua de mar cargada de plancton —en el que se multiplica la bacteria del cólera— propagando la infección, mientras que las crecidas acarrean materia fecal que queda expuesta cuando las aguas se retiran.

“Una mejor comprensión de variables macroambientales, tales como el volumen de agua de los ríos y el florecimiento del plancton en la costa, junto con avances recientes en satélites de observación terrestre y en tratamiento y mitigación del cólera, nos permitirán desarrollar sistemas de alerta del cólera”, añadió Islam.

De acuerdo con Rita Colwell, microbióloga ambiental de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, quien contribuyó al último estudio, las conclusiones de éste podrían aplicarse a otros países donde el cólera es endémico y donde los flujos de agua dulce son el principal mecanismo en la producción de algas en zonas costeras.

Ella planea trabajar próximamente en Haití para establecer si el río Artibonite, en cuyos márgenes estalló la epidemia de cólera en octubre pasado, tiene crecidas que depositan en el estuario muchos nutrientes en los que prosperan las algas que albergan la bacteria del cólera.

Peter Hotez, presidente de la Sociedad Americana de Medicina Tropical e Higiene, dijo a SciDev.Net que el hallazgo de Islam y su equipo “puede ayudar a refinar modelos para pronosticar la enfermedad. Esto es más importante que nunca, dadas las grandes y prolongadas epidemias en el África Subsahariana y Haití.”

Enlace al resumen en el American Journal of Tropical Medicine and Hygiene.