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Yvo de Boer, secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, ha estado involucrado en políticas de cambio climático desde 1994, trabajando para el gobierno holandés, la Unión Europea y las Naciones Unidas. En 2007, en la última conferencia sobre cambio climático en Bali, Indonesia, advirtió a los delegados que el fracaso en alcanzar un acuerdo para afrontar el calentamiento global podría “sumir al mundo en un conflicto”.

Ahora, De Boer dice que definir las políticas de transferencia de tecnología correctamente debe ser uno de los cuatro pilares centrales de la política del clima (ver UN climate chief calls for green technology revolution). De Boer contó a SciDev.Net qué espera conseguir en los próximos 12 días en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Poznan, Polonia.

Usted ha hecho un llamado a un “impulso revolucionario” para las tecnologías medioambientales. ¿A qué se refiere con esto?

El gradualismo es enemigo del cambio fundamental. Realmente necesitamos un cambio mayor y fundamental, y la tecnología debe estar en el corazón de ese cambio.

La realidad económica es que el cambio no ocurrirá a menos que logremos incorporar el costo de la polución en los precios. De otra forma, muchas de estas tecnologías simplemente no serán asequibles.

Ha sugerido un “financiamiento para apalancamiento tecnológico”. ¿En qué consiste esto?

Antes de la crisis financiera, la Agencia Económica de Energía calculó que en los próximos 25 años invertiremos US$20 millones de millones para proveer la energía que el mundo necesita para hacer crecer su economía; aproximadamente la mitad en países industrializados, y la mitad en países en desarrollo.

Estimamos que el 85 por ciento de ese capital de inversión vendrá del sector privado, así es que el desafío es usar los limitados recursos del sector público para asegurar que las inversiones del sector privado vayan en la dirección correcta.

Por ejemplo, tenemos cierta experiencia con el Mecanismo de Desarrollo Limpio, que permite a los países ricos desarrollar proyectos de reducción de emisiones en países en desarrollo, y vemos que un gran porcentaje de la investigación —90 a 95 por ciento — corresponde a inversiones comercialmente rentables del sector privado. Pero un pequeño componente del sector público paga por tecnología que no podría entrar al mercado por sí misma. Por lo tanto allí, de alguna manera, estás usando dineros públicos para catalizar los dineros privados en la dirección correcta.

Además, no vamos a resolverlo todo a través de los mercados. También vamos a necesitar políticas y regulaciones de impuestos inteligentes en varios países.

¿Qué quiere decir con “tecnología verde”? ¿Incluye la tecnología nuclear?

Nunca he visto un marco hipotético creíble, que nos lleve al tipo de reducción de emisiones que la comunidad científica está pidiendo, en el cual la energía nuclear no forme parte significativa del mix energético. Habiendo dicho eso, la energía nuclear es vista como una tecnología limpia por algunos ojos y como muy peligrosa por otros.

Otro aspecto clave es la captura y almacenamiento de carbono. No veo cómo países como China e India, con abundancia de carbón, van a impulsar sus economías sin usar ese carbón. La pregunta es cómo puedes capturar el CO2 resultante y almacenarlo, ya sea en acuíferos o campos gasíferos vacíos. Mucha gente piensa que es una tecnología altamente controversial, pero no veo cómo vamos obtener los resultados deseados sin utilizarla también.

Necesitamos un mix de inversiones en diferentes tecnologías. No creo que podamos permitirnos el lujo de ser demasiado selectivos.

¿Qué es lo que más podemos esperar en términos de negociaciones sobre transferencia tecnológica en Poznan?

Poznan no va ser algo espectacular. Es un punto medio entre Bali y Copenhague (la conferencia de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, CMNUCC, de diciembre del 2009, que supuestamente incluirá negociaciones). Pero es importante en al menos tres formas.

La primera es que, durante 2008, varios países han estado presentando ideas de lo que debería incluirse en el acuerdo de Copenhague y todas esas ideas se están juntando por primera vez en un único documento para Poznan. Por lo tanto, espero un significativo cambio cualitativo en los procedimientos, como por ejemplo, que los gobiernos estarán mucho más enfocados en identificar las opciones que deber ser incluidas en el acuerdo final.

En segundo lugar, Poznan constituye la primera vez en que los ministros se reúnen desde que iniciaron las negociaciones en Bali. Por lo tanto, es un momento trascendental para que puedan evaluar el avance de las cosas y proporcionar una orientación para el futuro. Espero que enfoquen esa orientación en cómo diseñar mecanismos y en las instituciones que harán posible que los países en desarrollo se comprometan más con este tema.

Por último, espero que Poznan marque el lanzamiento del Fondo de Adaptación, que es importante para los países en desarrollo y proporcionará fondos para que se adapten al inevitable impacto del cambio climático

¿Le preocupa el panorama económico? El senador John Kerry dijo hace poco: "No vamos a llegar al punto al que llegamos hace dos años," en términos de comprometerse con la transferencia tecnológica u otorgar asistencia económica.

Creo que es correcto. La crisis financiera tendrá un impacto en el ámbito del cambio climático, como también en cualquier otro ámbito. Nuestro desafío es diseñar un régimen climático que con el tiempo se vuelva autofinanciable.

Si se empiezan a subastar derechos de emisión en países industrializados — y esa es la intención tanto en Europa como en EEUU —y si se introduce un enfoque del tipo ‘el que contamina paga’ y si luego usas una parte de esos ingresos para cooperación en los países en desarrollo, el dinero para cooperación internacional en cambio climático se generará desde dentro del régimen mismo, en lugar de tener que recurrir a los ministros de hacienda en estos momentos difíciles.

¿Qué dificultad representan los derechos de propiedad intelectual para la transferencia tecnológica?

Muchos países en desarrollo los mencionan como una gran barrera. Si pudiéramos generar mecanismos en Copenhague que permitan pagar una tasa reducida por los derechos de propiedad intelectual de algunas de las nuevas tecnologías — por ejemplo, las tecnologías eólica y solar —sería un importante avance.

Quizás aún más importante, necesitamos diseñar mecanismos que hagan posible la investigación y desarrollo conjunto entre países ricos y pobres. Tanto China como India se han convertido en grandes productores de fuentes de energía renovable, entonces no se trata de que toda la tecnología se encuentre en el Norte y que no haya nada en el Sur: es más bien una cuestión de encontrar formas asequibles para que los países en desarrollo accedan a esas tecnologías.

El Mecanismo de Desarrollo limpio ya ha demostrado que puede ser efectivo.

¿Está decepcionado con el avance de las negociaciones de transferencia tecnológica?

El ánimo definitivamente ha cambiado. Por muchos años, los países en desarrollo han estado diciendo que el Norte necesita hacer transferencia tecnológica y los países desarrollados han estado diciendo "nosotros nos somos los dueños de la tecnología, es propiedad del sector privado". Ahora hay más conciencia de que sin un avance en cooperación tecnológica simplemente no lograremos resultados y eso está haciendo que todo el mundo tome mucho más en serio este asunto y busquen verdaderas formas de avanzar.