11/12/14

Encrucijada para la acción climática en Lima

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Crédito de la imagen: Flickr/Ministerio de Relaciones Exteriores

De un vistazo

  • El proceso de la ONU históricamente ha está enfocado en la mitigación
  • La COP20 podría marcar un cambio hacia considerar la importancia de la adaptación
  • La financiación de la adaptación puede ayudar ahora y traer consigo otras prioridades del desarrollo

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[LIMA] A la mitad de la segunda semana de la COP20, las negociaciones han estado a toda marcha. Las conversaciones que se están desarrollando a mi alrededor serán cruciales en las decisiones que servirán de escalón para un potencial acuerdo en París el próximo año. Y el rumor es que la cumbre de París será un momento determinante: a menos que se allane el camino hacia la implementación de acciones climáticas significativas, este podría ser el final para el proceso global tal y como se encuentra en este momento.
 
En una conferencia de prensa el sábado (6 de diciembre) acerca del progreso de las negociaciones en Lima, Tasneem Essop, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), dijo que, en este momento, el obstáculo clave es si un potencial acuerdo debe concentrarse solamente en mitigación o si también debe incluir adaptación, finanzas y el mecanismo de “pérdida y daños” que aplica a los países particularmente vulnerables que enfrentan impactos a los que es imposible adaptarse. La pérdida de la familia a causa de un tifón es uno de esos impactos, un duro recordatorio que llega mientras el tifón Hagupit continúa su paso por las Filipinas.
 
Según los observadores, el acuerdo entre Estados Unidos y China anunciado antes de la COP20 ha elevado los ánimos, a pesar de su cuestionable impacto en emisiones, creando un camino político para que otros países tomen acciones en mitigación.
 
Pero el informe de Essop sobre las negociaciones del sábado pinta un panorama desalentador, de países desarrollados y economías emergentes tomando una posición radical en contra de una propuesta para revisar los compromisos existentes en mitigación. “No podemos sacrificar un acuerdo con base científica por un resultado político”, dijo ella.
 
Mientras tanto, la reunión se aviva con discusiones y sesiones que exhiben las iniciativas e ideas cuya influencia es cuestionable en las negociaciones. Para aquellos no involucrados en la toma de decisiones, el encuentro es una especie de feria global en la que se viven y respiran políticas, debate y activismo en cambio climático.

 
Base científica

 
Parte de esto es una oportunidad para recordar al mundo lo que está en juego, a través de presentaciones sobre una multitud de problemas interconectados con cambio climático. Entre aquellos resaltados por SciDev.Net están el estatus de inversiones financieras, el manejo de la data sobre el clima, la alineación entre acción climática y desarrollo, la participación de las comunidades indígenas de manera significativa y el uso de la evidencia científica para fijar prioridades para la reunión de París.
 
En su mayoría, la ciencia está en el trasfondo, pero no el centro de la reunión. El debate ya ha pasado la etapa de refutar la evidencia sobre el cambio climático y el cómo actuar. En su lugar, las discusiones giran en torno a cómo medir las contribuciones en reducción de emisiones de los países y en cómo financiar, implementar y evaluar instrumentos claves, tales como la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de bosques (REDD+), los Mecanismos de Desarrollo Limpio y la transferencia de tecnología.
 
El primer proyecto de transferencia de tecnología de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático apenas está despegando. Y los países han estado compartiendo lecciones de programas de adaptación nacionales introducidos en los últimos años. Con la mitigación, las tensiones se hacen evidentes en conversaciones sobre cómo proceder con REDD+, por ejemplo. En este tópico, escuché a países impulsar posiciones ampliamente divergentes sobre si abrir el financiamiento a proyectos ahora o si esperar por una mejor orientación acerca de cómo protegerse contra impactos ambientales y sociales.

 
El lugar de la adaptación

 
Pero un asunto clave en juego para el mundo en desarrollo es qué tan lejos llegará el acuerdo como para incluir adaptación, un mensaje repetido por organizaciones no gubernamentales y defensores durante la primera semana de la COP.
 
El problema también fue resaltado durante las últimas conferencias de prensa del sábado. Meena Raman, de la Red del Tercer Mundo, dice que los países en desarrollo argumentan que si las medidas en mitigación van a ser legalmente vinculantes en cualquier acuerdo en París, entonces la implementación de esas medidas también deben ser legalmente vinculante, y la adaptación también necesita tener esa base.
 
Julie-Anne Richards, de la organización Proyecto de Justicia Climática, habló acerca del progreso en las negociaciones del mecanismo de pérdidas y daños, el cual también divide a las naciones más ricas y pobres. Dos asuntos clave fueron si los países vulnerables podían lograr una posición lo suficientemente fuerte en la mesa de negociaciones; y si pérdidas y daños constituirían un elemento independiente en el acuerdo de París.

“Podemos detener el motor y girar el timón, pero la dura realidad es que el Titanic del cambio climático todavía podría golpear el iceberg”

Anita Makri

 
Richards enfatizó que el apoyo financiero no es el único problema: también debe hacerse un trabajo para mejorar la ciencia que estudia los impactos del cambio climático y las predicciones climatológicas, y trabajar con las comunidades para incrementar su resiliencia. Pero todo eso tiene un costo, dijo ella, y los países en desarrollo simplemente no tienen intención de pagarlo.

 
Cambio de ímpetu

 
La necesidad de asegurar que la adaptación sea financiada y practicada de manera apropiada es clara. La mitigación es un objetivo incierto y a largo plazo, por lo que, aún cuando es crítico poner en movimiento acciones ambiciosas y protegerse de los conflictos con desarrollo local apropiado, tomará tiempo cambiar la fuerza con la que las economías y las sociedades son manejadas. Podemos detener el motor y girar el timón, pero la dura realidad es que el Titanic del cambio climático todavía podría golpear el iceberg.
 
La vida de las personas está en juego, y necesitamos encontrar una manera de obtener ayuda para esos pasajeros pobres en los niveles más bajos del barco. Invertir en adaptación puede hacer una diferencia ahora y es una manera para que la acción climática funcione en conjunto con otras prioridades del desarrollo: una opción ganar-ganar contra la cual es difícil argumentar.
 
El proceso de la ONU ha sido dominado históricamente por la mitigación. Pero quizás ha llegado el tiempo de cambiar el foco y señalar un nuevo camino para la acción climática, uno que esté alineado más de cerca con la adaptación. 

References

[1] Sunita Narain US-China climate deal: Maker or breaker? (Centre for Science and Environment, 1 December 2014)