08/05/13

Nicaragua: colonización de tierras amenaza biodiversidad

La comunidad mayangna o sumu ha habitado por siglos en Bosawás Crédito de la imagen: Josiah Townsend/Flick

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La reserva nicaragüense de Bosawás —el bosque húmedo tropical más extenso de Mesoamérica y declarado reserva de la biosfera por la Unesco— está amenazada de destrucción, denuncian indígenas y científicos.

En los últimos cinco años, 150.000 hectáreas de bosque en estado natural han sido destruidas, como consecuencia del ingreso de 11.480 colonos a la reserva, territorio indígena del pueblo mayangna.

La reserva indígena, creada en 2003, tiene una extensión de 8.101 km2, lo que representa el seis por ciento del territorio de Nicaragua.

DE UN VISTAZO

  • En los últimos cinco años, 150.000 hectáreas de la reserva nicaragüense de Bosawás han sido destruidas
  • La causa estaría en el ingreso de colonos a la reserva, territorio indígena del pueblo mayangna
  • Científicos proponen trabajar junto al Estado para diseñar estrategias en materia que contribuyan a detener la destrucción

“La situación se puso más crítica en 2010, cuando autoridades institucionales y políticos no indígenas de la región emitieron un Convenio Interinstitucional para los Mestizos, fortaleciendo a los colonos, al tiempo que expresaron ‘No al desalojo de los mestizos’”, dice a SciDev.Net el líder indígena mayangna, Arisio Genaro.

“Hubo una mala interpretación, lo que llevó a la invasión masiva de colonos, tráfico de tierras, destrucción de recursos naturales y la depredación de Bosawás, incluyendo pérdidas humanas y enfrentamiento armado”, afirma.

Según Jorge Huete, presidente de la Academia de Ciencias de Nicaragua, Bosawás se encuentra actualmente en un proceso de desaparición que, de continuar así, podría llegar a ser irreversible.

“Desde el punto de vista científico, la biosfera representa una mina para el descubrimiento en los más variados ámbitos de la ciencia; los científicos nacionales han venido estudiando la región por su importancia ecológica y cultural, compilando una serie de estudios claves para su apreciación, conservación y uso sostenible”, dice Huete a SciDev.Net.

Agrega que la deforestación debida a la expansión de la frontera agrícola y el saqueo de maderas preciosas han conllevado a la extinción de plantas, aves, anfibios, insectos y de innumerables especies todavía sin clasificar, propias de dichos ecosistemas.

“Consecuentemente, la pérdida de esta riqueza de especies comprende también la pérdida de recursos genéticos de gran valor y, además, se aumenta el dióxido de carbono en la atmósfera, lo que agrava el problema del calentamiento global”, dice.

De acuerdo con Huete, los científicos nicaragüenses deberán trabajar junto al Estado para diseñar estrategias en materia de investigación, desarrollo e innovación apropiadas para la protección y restauración ambiental de Bosawás.

“Esto incluye acciones y aportes en materia de diversidad biológica, uso sustentable de los recursos naturales renovables del bosque tropical, conservación y prevención del tráfico ilícito de especies silvestres, así como el aprovechamiento de los recursos acuíferos”, afirma.

El gobierno nicaragüense prometió una reunión para discutir la situación el 9 de mayo.