Por: Zoraida Portillo
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[LIMA] Calcular los costos y beneficios de invertir en biocombustibles podría ser más fácil para los políticos gracias a una guía que produjo la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El Marco Analítico de la Bioenergía y la Seguridad Alimentaria (BEFS, por sus siglas en inglés), dado a conocer el mes pasado (17 de mayo) fue desarrollado y probado en Perú, Tanzania y Tailandia en los tres últimos años.
Heiner Thofern, jefe del proyecto BEFS, dijo que el objetivo es ayudar a los formuladores de políticas a tomar decisiones informadas sobre si el desarrollo de la bionergía es una opción viable para sus países y, si es así, identificar políticas que maximicen los beneficios para la economía, al tiempo que minimicen los riesgos para la seguridad alimentaria.
Por ejemplo, el informe encontró que la biomasa natural del Perú podría satisfacer las necesidades locales de energía, y contribuir a la reducción de la pobreza al proporcionar energía más barata y ofrecer nuevas oportunidades de ingresos.
Y Tailandia, que pretende aumentar la producción de biocombustibles a cinco mil millones de litros para 2022 mediante su plan de desarrollo de energías alternativas, “tiene los medios para realizar los planes del gobierno para el desarrollo de la industria de biocombustibles de manera sostenible, sin impactar negativamente en la seguridad alimentaria”.
Pero en Tanzania, los biocombustibles podrían representar riesgos e interferir en la seguridad alimentaria, de acuerdo con los resultados del análisis BEFS. Sin embargo, con inversiones y políticas adecuadas, los biocombustibles “pueden contribuir a alcanzar los objetivos de desarrollo del país de fomentar el crecimiento económico y la reducción de la pobreza”, señala, subrayando que la yuca es una buena opción de biocombustible para el país.
“Esta es una herramienta muy útil para los políticos y autoridades”, señaló a SciDev.Net Julio Ugarte, coordinador en el Perú del Centro Mundial de Agroforestería. “Al ser una herramienta paso a paso es muy clara y respaldada por modelos de simulación, lo que permite respuestas a preguntas básicas y la discusión de diversos aspectos que tienen que ver con la industria de la bioenergía”, añadió.
Miyuki Iiyama, miembro del Centro Mundial de Agroforestería, con sede en Kenia, quien recientemente criticó los biocombustibles de jatropha, dijo que “la herramienta se propone ofrecer algo que es muy necesario: un medio para tomar decisiones objetivas sobre la inversión en biocombustibles, teniendo en cuenta el potencial de la producción para competir con otros usos del suelo y su incidencia en la seguridad alimentaria”.
Pero eso podría ser “demasiado ambicioso en [el] corto plazo” para los pequeños países africanos, donde las actividades de bioenergía por lo general son esporádicas y pueden conllevar a la apropiación por parte de inversores extranjeros.
“Requiere datos considerables y expertos en modelamiento, lo que muchos pequeños países en desarrollo probablemente no estén en capacidad de implementar solamente para los sectores de bioenergía. Estos podrían ser mejor atendidos por metodologías más prácticas y aplicables”.
Chris Buddenhagen, coordinador del Consejo de Especies Invasoras de Hawaii, quien desarrolló una herramienta para evaluar el riesgo de invasión de las especies para biocombustibles, también acogió con beneplácito el método, pero advirtió que parece difícil de usar y de aplicarse rápidamente para tomar las mejores decisiones políticas.
Añadió que la herramienta deja de lado cuestiones importantes, como la biodiversidad y las probabilidades de invasión de las especies de biocombustibles.
Marco Analítico del BEFS
Análisis BEFS para Perú
Análisis BEFS para Tanzania
Análisis BEFS para Tailandia
Reporteo adicional de Mićo Tatalović.
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