28/02/13

Expansión de tierras de cultivo afecta la biodiversidad

La rápida expansión de área cultivada es responsable de la pérdida de biodiversidad Crédito de la imagen: Flickr/CIFOR

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[JAKARTA] La rápida expansión de las tierras de cultivo es la principal causa de la pérdida de biodiversidad en países tropicales, halló un estudio del Centro de Vigilancia de la Conservación del Programa de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente (PNUMA) y de la Iniciativa Cambridge de Conservación.

El estudio, publicado en PLoS ONE el mes pasado (9 de enero), destaca al maíz y la soja como los cultivos más expansivos y como los principales causantes de la pérdida de biodiversidad en las regiones tropicales. Otros cultivos que suponen una importante amenaza a los hábitats y la vida silvestre son los frijoles, la yuca, el caupí, maní, mijo, aceite de palma, arroz, sorgo, caña de azúcar y trigo, dice el estudio.

DE UN VISTAZO

  • La rápida expansión de cultivos como maíz y soja conduce a pérdida de biodiversidad en países tropicales
  • Investigadores dicen que el ritmo de expansión podría afectar el avance hacia las Metas de Biodiversidad de Aichi
  • Se sugieren una serie de estándares y políticas sostenibles como una forma de avanzar

Se calcula que las tierras de cultivo en los países tropicales se expandieron en 48.000 kilómetros cuadrados por año entre 1999 y 2008, y Brasil, Etiopía, Indonesia, Nigeria y Sudán fueron los que experimentaron la mayor expansión.

Stuart H.M. Butchart, investigador del PNUMA y uno de los autores del estudio, dice a SciDev.Net: “La agricultura no sostenible es la amenaza más significativa para la biodiversidad, pero los conservacionistas en el pasado no han prestado mucha atención a cuantificar qué cultivos en particular han causado los mayores problemas, ni cuáles podrían hacerlo en el futuro. Este [estudio] empieza a abordar esta cuestión”.

Un ejemplo de la expansión de los cultivos citados en el estudio que ha acelerado la tasa de especies en extinción es el Proyecto Mega Rice, en Kalimantan, Indonesia. Vastas extensiones de pantanos de turba fueron drenados a partir de finales de 1990 en intentos desacertados por convertirlos en plantaciones de arroz.

Más de un millón de hectáreas, un área de cerca de un tercio del tamaño de Bélgica, se han convertido para la producción de arroz, amenazando la supervivencia de los últimos orangutanes de Borneo.

Del mismo modo, las áreas de turba y bosque dieron paso al aceite de palma en Indonesia y Malasia, mientras que la expansión de soja también ha reemplazado hábitats de una biodiversidad particularmente alta en la sabana del Cerrado brasileño. La expansión del cultivo de maíz también amenaza a los bosques secos de Madagascar.

Krystof Obidzinski, científico del Centro para la Investigación Forestal Internacional, en Bogor, Indonesia, dice que la adquisición de tierra a gran escala está avanzando a buen ritmo en países como el suyo, y los beneficios económicos dominan la agenda mientras que los impactos ambientales parecen ser subestimados.

Si el ritmo de expansión continúa, advierte el informe, podría descarrilar el progreso hacia el cumplimiento de los Objetivos de Aichi para la Biodiversidad Biológica, un conjunto de 20 metas con plazos medibles que buscan detener la pérdida de biodiversidad en el mundo a mediados de siglo.

Butchart cree que debería haber un sistema establecido para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas sobre los alimentos que compran y cuán sosteniblemente han sido producidos. Este sistema podría reducir y minimizar los impactos de la agricultura sobre la biodiversidad.

Los clientes pueden discernir cuáles son los productos que menos perjudican al ambiente y los productores tienen un incentivo para minimizar sus impactos negativos.

El estudio pone de relieve la necesidad urgente de estándares de sostenibilidad más efectivos y políticas que aborden tanto la producción como el consumo de materias primas, incluyendo un ordenamiento robusto del uso del suelo en las fronteras agrícolas, el establecimiento de nuevas áreas protegidas o proyectos de REDD+ en lugares donde la agricultura no ha llegado todavía, y la reducción o eliminación de incentivos para materias primas bioenergéticas que demanden tierras.

Este artículo ha sido elaborado por la oficina de SciDev.Net en Asia del Sur y el Pacífico.

Enlace al artículo completo en PLoS ONE