20/03/13

Cultivo local ‘es posible aún con agricultura intensiva’

Los cultivos no tradicionales como el durazno son compatibles con los locales como el maíz Crédito de la imagen: Flicr/Meneer Zjeroen

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[CIUDAD DE MÉXICO] La conservación de cultivos locales genéticamente diversos puede ser compatible con la intensificación de la agricultura de escala pequeña, según encontró un estudio realizado en América Latina.

La conservación de la biodiversidad agrícola puede ser combinada con desarrollo para aumentar los ingresos de los pequeños agricultores, según el estudio, el cual examinó regiones de Bolivia en donde el cultivo de duraznos y otros cultivos no-tradicionales se han expandido recientemente.

Estudios previos sugerían que la intensificación basada en cultivos no-tradicionales era incompatible con la conservación de la agrobiodiversidad de cultivos locales como el maíz, porque no podría o era muy poco probable que pudieran co existir. Los nuevos hallazgos muestran que pueden crecer juntos bajo ciertas condiciones.

DE UN VISTAZO

  • El estudio muestra que el maíz nativo puede crecer con duraznos
  • Investigaciones previas mostraban que los cultivos tradicionales y nuevos tenían pocas posibilidades de coexistir
  • El trabajo es parte de un proyecto más amplio sobre biodiversidad y agricultura

El estudio es parte de un proyecto de diez años, actualmente en su cuarto año, que investiga la agricultura de maíz y fruta en Bolivia, México y Perú.

“En general, estos países latinoamericanos son extremadamente importantes [debido a que tienen] una agricultura biodiversa única y de alta prioridad en maíz, a la vez que requieren de una intensificación de la agricultura y de desarrollo que beneficie a las familias rurales y pobres”, dice Karl Zimmerer, encargado del departamento de geografía de la Universidad Penn State, en Estados Unidos, y líder del proyecto.

El estudio boliviano analizó 174 granjas de pequeña escala en tres áreas dentro de la región del Valle Alto.

Zimmerer y sus colegas averiguaron el uso del suelo para evaluar la producción de cultivos, a la vez que entrevistaron a los agricultores y funcionarios para identificar algunos de los factores que los alentaron y permitieron que los agricultores locales pudieran hacer crecer el maíz silvestre mientras que practicaban la agricultura intensiva con duraznos.

El investigador dice que los siguientes factores son importantes: los agricultores prefieren consumir maíz, ganan suficiente como para no intensificar sus granjas, tienen suficiente conocimiento en el manejo de la tierra y saben cómo obtener mejores cultivos; tienen capacidad de innovar de manera que pueden hacer crecer tanto maíz como durazno, y usan el dinero ganado para mejorar sus predios al invertir en semillas e insumos agrícolas.

Zimmerer añade: “Es la combinación específica de estos factores lo que lleva a resultados favorables para la conservación del maíz altamente agrobiodiverso”.

“Mientras que estos factores son específicos en una región, también pueden encontrarse en otras partes”, dice Zimmerer, “de manera que lo que funcionó en Bolivia podría funcionar en otros países en desarrollo”.  

Hugo Perales, encargado del departamento de agroecología del Colegio de la Frontera Sur, en México, dice que el estudio muestra cómo la relación entre intensificación de la agricultura y la preservación de la diversidad de los cultivos no es así de directa.

El asumir que agricultura más intensiva conlleva a mayor desarrollo pero menos biodiversidad podría ser un error, dice el investigador.  

El proyecto del cual es parte el estudio de Bolivia busca examinar la relación entre biodiversidad y agricultura en otros continentes, especialmente en África y Asia. El objetivo es establecer una red global de sitios para investigar así como llevar a cabo un análisis del modo de vida, que estudie cómo se gana la vida la gente a través de la agricultura y otros medios.

El estudio fue publicado el mes pasado (19 de febrero) en Proceedings of the National Academy of Sciences.

Enlace al resumen del artículo

References

Proceedings of the National Academy of Sciences doi: 10.1073/pnas.1216294110 (2013)