04/08/11

Criaderos de peces necesitan más que manglares

Pesquerías caribeñas podrían beneficiarse de la conservación de hábitats de praderas marinas y arrecifes de coral, junto a los manglares Crédito de la imagen: Flickr/brian.gratwicke

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Conservar solo los manglares no sería suficiente para proteger las pesquerías locales en el Caribe, según un estudio. 

Investigaciones en el Caribe y México  han mostrado previamente que los manglares pantanosos actúan como criaderos vitales para muchas especies de peces tropicales. 

Ahora, un estudio realizado en Honduras revela que las praderas marinas y los arrecifes de coral también necesitan ser conservados para aumentar la población de peces y proteger a las pesquerías.

Esto se debe a que las praderas marinas también actúan como criaderos, y vinculan a los manglares ubicados tierra adentro con los arrecifes de coral alejados de la costa. Los peces juveniles migran a través de esos hábitats, desde los criaderos hacia los arrecifes de coral, donde viven como adultos. 

“El grado de conectividad del hábitat es importante para las diferentes etapas de la vida de muchas especies de peces”, dijo a SciDev.Net Jessica Jaxion-Harm, quien condujo el estudio como parte de su doctorado en la Universidad de Oxford, en el Reino Unido. 

Al hacer un levantamiento de los peces presentes en las praderas marinas, manglares y arrecifes de coral en las islas de Utila y Cayos Cochinos, la experta encontró que las migraciones diarias ocurren entre manglares y praderas marinas, porque determinadas especies de peces se alimentan en estas praderas durante la noche. 

Jaxion-Harm sugiere que la conectividad entre las praderas marinas, los manglares y los arrecifes de coral deberían tomarse en consideración cuando se implementen políticas y prácticas de conservación

“Los hábitats intermedios son usados como peldaños en muchos ciclos de vida de los peces”, dijo Octavio Aburto-Oropeza, investigador del Instituto de Oceanografía Scripps, en Estados Unidos. “No se puede separar un ecosistema de otro en términos de la función que ellos tienen en el ciclo de vida de las especies”. 

A nivel global, desde 1970, alrededor de 35 por ciento de los manglares han sido deforestados, 29 por ciento de las praderas marinas se han perdido y 30 por ciento de los arrecifes de coral han sido degradados. 

En Utila, por ejemplo, las prácticas de ecoturismo podrían dañar los hábitats que intentan salvar, según Jaxion-Harm. La falta de instalaciones para el tratamiento de agua implica que las aguas residuales de áreas turísticas desemboquen en los manglares, poniendo en peligro a la población de peces. 

“Hemos estado perdiendo muchas áreas de manglares y praderas marinas debido a desarrollos turísticos, asentamientos urbanos y acuicultura de camarones”, dijo Aburto-Oropeza. “Es común que las lagunas costeras sean usadas como descarga, causando polución”. 

“Los pescadores tradicionales en Honduras, como muchos alrededor del mundo, están conscientes de la necesidad de preservar la salud de esos hábitats. Los problemas con el turismo y la polución vienen de afuera, muy lejos de esas comunidades costeras”, señaló. 

Edward Barbier, economista ambiental y de recursos naturales de la Universidad de Wyoming, Estados Unidos, agregó: “Los hábitats y las pesquerías están interrelacionados, y ese vínculo es lo que hace que sean productivos y valiosos. El fundamento de ese valor es la interconexión de estos hábitats, lo que refleja el ciclo de vida de los peces”. 

“Más allá del valor biológico y monetario de las pesquerías, si se empiezan a perder especies de peces, a cambiar la cadena de alimentación biológica y la interconexión entre especies claves, se podría afectar la función de todo el ambiente marino”.

Enlace a la tesis doctoral completa [6,4MB]