09/10/07

Braille: herramienta para enseñar a niños ciegos

Braille_Flickr_WBUR
Crédito de la imagen: Flickr/WBUR

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Aprender Braille puede ser un gran desafío en países en desarrollo. Suprima Kumar describe un nuevo dispositivo que aborda la tarea.

 

Si hubiera que elegir al azar a cien personas ciegas en el mundo, lo más probable es que 90 de ellas estarían en los países en desarrollo. De esas 90, un buen número viviría en la pobreza y sólo dos serían alfabetos.

Con menos del tres por ciento, la tasa de alfabetización entre las personas ciegas de los países en desarrollo es extremadamente baja, aún en comparación con el bajo índice general de alfabetización, que es de 50 por ciento en algunos países.

A menudo, los padres no ven el valor de educar a sus hijos ciegos. Aún si lo hacen, los niños puede que no reciban la atención apropiada en las escuelas tradicionales. Muy pocos maestros están entrenados para enseñar Braille, un lenguaje escrito para los ciegos, en el cual las letras son representadas por un grupo de puntos en relieve que se pueden sentir con la yema de los dedos.

Pero leer y escribir en Braille es importante: es muy difícil aprender matemáticas oralmente, y el Braille es importante para la independencia económica del ciego.

 

Un ejemplo de Braille
Crédito: Flickr/Zesmerelda

Por esa razón, investigadores de Estados Unidos han desarrollado un 'tutor' Braille que aborda muchos de los aspectos que enfrentan quienes aprenden esta lenguaje en el mundo en desarrollo.

 

 

Los desafíos del Braille

 

El Braille se escribe usando una variedad de diferentes herramientas, dependiendo de los recursos disponibles. En el mundo desarrollado, quienes lo escriben usan una máquina de escribir que contiene seis letras y cuesta US$600. Pero este dispositivo, rápido y fácil de usar, es demasiado caro para la mayoría en el mundo en desarrollo.

Los niños en los países en desarrollo usan una plancha y un punzón —un utensilio para escribir— para repujar las letras en Braille sobre el reverso del papel grueso. Repujando una imagen reflejada en un espejo, de derecha a izquierda, en el reverso del papel, asegura que lo que se escribe pueda ser leído de izquierda a derecha cuando el papel se pone del lado de arriba.

Para ser capaces de leer y escribir Braille, los niños hasta aquí necesitan aprender no sólo cada letra del alfabeto Braille, sino también su imagen en el espejo. Además, sólo se sabe si la han escrito correctamente cuando se voltea la página. El proceso completo representa un gran desafío para los niños pequeños que están aprendiendo a leer y escribir.

Otro reto para los aprendices surge de la fuerza que se necesita para marcar los puntos sobre el grueso papel usando el punzón.

"Los estudiantes más débiles y los niños más pequeños tienen problemas para aprender Braille", dice Gubbi Muktha, gerente de fideicomiso de la Escuela Mathru para los Ciegos en Yelahanka, cerca de Bangalore, India.

"La sola plancha del Braille es pesada para los niños débiles y pequeños. Sostenerla es otro gran problema. Además de eso, sostener un punzón y hacer presión sobre ella para conseguir que se impriman los puntos es aún más difícil".

 

La solución electrónica

 

Nidhi Kalra, de TechBridgeWorld —una empresa de la Universidad de Carnegie Mellon en Pittsburgh, EE.UU.— que apunta a desarrollar e implementar tecnología para ayudar al desarrollo sostenible alrededor del mundo, decidió abordar algunos de esos aspectos. 

Ella le preguntó a Tom Lauwers, un estudiante del Instituto de Robótica de la Universidad de Carnegie Mellon, si sabía de alguien que podría estar interesado en fabricar un hardware que pudiera ser usado con un software que ella había escrito. 

Lauwers aprovechó la oportunidad y juntos decidieron producir un tutor Braille electrónico, resistente, de bajo costo y bajo consumo de energía. Querían que fuera algo que pudiera ser usado por largo tiempo, cuyos componentes estuvieran disponibles localmente y que pudieran reemplazarse usando mano de obra local.

 

La actual forma del tutor
Braille
Crédito: Nidhi Kalra

Su tutor —un punzón y una plancha electrónica— usa tecnología accesible  que rastrea el contacto entre la plancha y el punzón, y un software para dar una respuesta audible inmediata.

 

Kalra y Lauwers desarrollan la primera generación del tutor apoyados por estudiantes y docentes de la Escuela Mathru para los Invidentes en India. Cuando Kalra llevó el tutor Braille a la Escuela para hacer el estudio de campo durante el verano de 2006, la respuesta que recibió fue supremamente positiva.

 

Aprendizaje interactivo

 

Mathru es una escuela residencial con 45 estudiantes ciegos y ocho maestros, seis de los cuales también son ciegos. Kalra halló que después de seis semanas usando el tutor Braille, los estudiantes que previamente cometían errores frecuentes empezaron a escribir notoriamente más rápido y casi sin errores.

"Ahora los niños pequeños y los estudiantes más débiles en Mathru están aprendiendo Braille felizmente porque es más fácil y más divertido", dice Muktha.

Incluso los estudiantes que dominaban el Braille disfrutan usando el tutor debido a la respuesta audible. En general, Kalra halló que los estudiantes y los maestros parecían estar escribiendo mucho más.

Basado en la respuesta de maestros y estudiantes en Mathru, Lauwers diseñó un tutor que se parece a la plancha a la que están acostumbrados los estudiantes, colocando un recorte de una plancha de plástico normal de Braille sobre las dos hileras de celdas Braille en el tutor.  

El punzón también es el que se usa normalmente en el Braille, pero está conectado al tutor por un cable. Además de las dos hileras de 16 celdas cada una, el tutor también tiene cuatro botones que pueden ser programados de modo que los estudiantes puedan interactuar con el tutor.

Por ejemplo, un botón enmudece el parlante para que los usuarios avanzados puedan escribir sin la respuesta audible; otro botón permite a los estudiantes elegir entre escribir de derecha a izquierda o de izquierda a derecha.

 

Estudiantes en la estación del
tutor Braille en la escuela
Mathru
Crédito: Nidhi Kalra

Cada alfabeto en inglés Braille se escribe como un conjunto de seis puntos en una celda. El tutor responde tanto a la secuencia de puntos y a la letra que la secuencia codifica, de ese modo le refuerza la secuencia al principiante.

 

Además, el tutor brinda su respuesta audible tan pronto como el que escribe posa el punzón sobre la plancha, eliminando la necesidad de la fuerza que se necesita para repujar el papel. 

El software para el tutor usa una versión digitalizada de la voz de un maestro de Mathru para la respuesta audible, debido a que los niños —especialmente los más chicos— tenían dificultades para entender el acento estadounidense usado normalmente en el software original.

El tutor puede ser diseñado para dar respuesta a las necesidades específicas del estudiante basado en sus niveles de dominio en Braille. Puede además ser ajustado para leer en voz alta la posición de los puntos en la celda, la letra y —para los estudiantes que conocen bien el alfabeto— sólo la última palabra u oración que han escrito.

El tutor también ha sido útil para diagnosticar problemas de los estudiantes con el Braille. Mangala, una alumna de Mathru, antes de empezar a usar el tutor siempre repujaba todos los seis puntos de una celda de Braille, lo que sugería que no entendía el concepto del programa.

Pero el tutor demostró que sí entendía el concepto; su error consistía en que no se desplazaba de una celda a la siguiente a medida que escribía la secuencia de letras. Entonces, por ejemplo, repujaba los puntos uno y tres de una celda para la letra 'k', y luego, el punto uno, dos, cuatro y cinco de la misma celda para la letra 'n'.

Su maestra, quien también es ciega, se dio cuenta que ese era el problema porque el tutor leía en voz alta las letras que iba repujando.

 

 

Profesores de la escuela
Mathru usando el tutor
Crédito: Nidhi Kalra

La próxima generación

 

 

El trabajo está encaminado para producir la próxima generación del tutor, la cual será probada antes de terminar este año.

Kalra halló que los estudiantes en Mathru a menudo temían tocar el punzón original debido al cable que lo conecta al tutor, por eso, en la nueva versión, el punzón interactúa con la plancha de forma inalámbrica.

Shivayogi Hiremath, un ingeniero que ha coordinado el proyecto piloto para producir seis tutores en Bangalore, dice que la producción en masa en India requerirá algunos ajustes en el diseño electrónico para que se puedan usar materiales disponibles en el mercado local.

"Todos los detalles del diseño de hardware y software se harán con código universal. Será, por lo tanto, bastante fácil de ajustar el diseño si es necesario, de modo de producir el tutor en grandes cantidades", dice Lauwers. 

Hiremath y Anil Biradar, un empleado de IBM (International Business Machines Cooperation) en India, ayudó a conseguir una donación de esa empresa de US$1000 para la escuela Mathru, para que pueda continuar explorando la producción local del tutor.

Por ahora, la escuela Mathru tiene tres tutores, y está esperando tener disponibles pronto algunos más gracias a la subvención de IBM. Mathru también planea introducir y alentar el uso de tutores entre potenciales usuarios fuera de la escuela, una vez que haya suficiente cantidad disponible.

Muy a menudo, la tecnología usada en los países en desarrollo no es diseñada teniendo en mente las necesidades explícitas de la población local. Pero el tutor Braille parece ser un caso de tecnología apropiada. La necesidad del tutor Braille ya existía, y Kalra y Lauwers brindan exitosamente la tecnología para responder a esa necesidad.

 

Supriya Kumar, bióloga y escritora independiente de Bombay, India, actualmente trabaja para conseguir el título en Salud Pública en la Universidad de Pittsburgh en Estados Unidos. 

 

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