07/12/10

Quínoa andina podría cultivarse en desiertos del mundo

La quínoa logró cultivarse en zonas de Chile de baja altitud, altas temperaturas y escasas precipitaciones Crédito de la imagen: Francisco Fuentes

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[SANTIAGO] La quínoa (Chenopodium quinoa Willd.), una especie de importante valor nutritivo que se cultiva en la región andina de Sudamérica, ha mostrado características productivas que posibilitarían su introducción en otras zonas del planeta donde las condiciones climáticas extremas dificultan el cultivo de otras especies productoras de alimentos y forraje.

Así se desprende de un estudio realizado por expertos de la Universidad Arturo Prat (Chile) y de la Universidad Amity Uttar Pradesh (India), quienes lograron caracterizar la producción de quínoa en el Desierto de Atacama (Chile), el más árido del mundo.

La quínoa tiene un importante valor nutritivo debido a su alto contenido de proteínas, aminoácidos esenciales, vitaminas, minerales y antioxidantes naturales. Crece desde Colombia hasta la zona centro-sur de Chile, a alturas que oscilan entre los 4.000 metros y el nivel del mar.

”Dada su capacidad de crecer en zonas con múltiples estreses medioambientales, donde no prosperan otros tipos de plantas, actualmente se están buscando alternativas para ampliar su tradicional zona de cultivo”, explica a SciDev.Net Francisco Fuentes, investigador del Departamento de Agricultura del Desierto y Biotecnología de la Universidad Arturo Prat.

Fuentes encabezó un estudio publicado en el Journal of Agronomy and Crop Science, en el que 28 genotipos de quínoa recolectados en el altiplano andino de Chile fueron cultivados en zonas bajas (1.000 metros) de la Pampa del Tamarugal, en el Desierto de Atacama.

“Este estudio es la primera referencia de quínoa creciendo en zonas de baja altitud, altas temperaturas y escasas precipitaciones”, señala el investigador.

“Con algunas de las plantas logramos rendimientos de grano de hasta una tonelada por hectárea, mientras que en el altiplano chileno —donde no hay intervención masiva de programas de modernización agrícola— no se sobrepasan los 400 o 500 kilos por hectárea”, agregó.

Los investigadores destacan que su estudio sirve como referencia para el desarrollo de programas de mejoramiento genético de la quínoa bajo condiciones similares de aridez en otras latitudes, donde la especie tendría gran potencial como grano y como planta forrajera para alimentar ganado.

“Esto abre la posibilidad de introducir la quínoa en forma masiva en zonas desérticas de África, India, China, sur de Estados Unidos y norte de México”, destaca Fuentes. Algunas experiencias ya se han iniciado en India, Marruecos y zonas de Europa con suelos poco productivos debido a su salinidad o aridez.

Asimismo, su cultivo permitiría diversificar los ingresos de comunidades rurales, considerando la buena acogida que está teniendo la quínoa en mercados de Norteamérica y Europa.

Enlace al resumen del estudio en Journal of Agronomy and Crop Science

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