02/04/13

Áreas protegidas controlan deforestación en la Amazonía

Las tierras pobladas por indígenas resisten bien en zonas de mucha presión por deforestar Crédito de la imagen: Pete Newton

De un vistazo

  • Todas las formas de protección de los bosques amazónicos ayudan a reducir la deforestación
  • Pero las áreas estrictamente protegidas evitan mejor la deforestación a cualquier nivel de presión sobre los bosques
  • Pero expertos critican que el Estado haya reducido los resguardos de los bosques desde 2010

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

[SANTIAGO] Todas las formas de protección de los árboles amazónicos ayudan a reducir la deforestación, pero algunos lo hacen mejor que otros, según un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (26 de marzo).

Los investigadores evaluaron la eficacia de las áreas de protección estricta —como parques nacionales y reservas biológicas—, áreas de uso sostenible y tierras indígenas, a partir de análisis estadísticos de datos de 292 de estas áreas de la Amazonía brasileña obtenidos por sensores remotos.

Concluyeron que las áreas estrictamente protegidas evitan mejor la deforestación a cualquier nivel de presión sobre los bosques, en comparación con aquellas en las que se permite el uso sostenible de recursos.

El estudio también demuestra que las tierras que resguardan los derechos y sustento de la población indígena tienen un mejor desempeño que las áreas estrictamente protegidas cuando la presión sobre el bosque es moderada y también en comparación con las de uso sostenible cuando la presión por talar árboles es alta.

“Quizás descubrir el buen comportamiento de las tierras indígenas es la mayor sorpresa”, dice Arun Agrawal, de Escuela de Recursos Naturales y Ambiente de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, y coautor del estudio.

“Muchos observadores plantean que otorgar autonomía y derechos sobre la tierra a los pueblos indígenas aumentaría la deforestación, porque querrían sacar partido de los recursos a su disposición. El estudio demuestra empíricamente que estos temores son infundados”, añade.

Pero ningún régimen de manejo garantiza la protección total de un área, según el estudio.

“Aunque en promedio la protección estricta parece evitar más la deforestación que el uso sostenible, los grados en que lo hace cada sistema de protección pueden variar enormemente”, explica a SciDev.Net Christoph Nolte, candidato a doctorado y autor principal del estudio.

Nolte acaba de dirigir otro estudio que busca comprender por qué una determinada área protegida puede ser más efectiva que otra de su misma categoría [1].

Dice que si el gobierno brasileño quiere continuar reduciendo la deforestación, como lo hizo entre 2005 y 2010, debería crear más áreas estrictamente protegidas, siempre tomando en cuenta el origen, sustento y aspiraciones de sus habitantes.

Paulo Barreto, ingeniero forestal del Instituto Amazónico del Hombre y Medio Ambiente (IMAZON), concuerda con Nolte, y critica duramente la situación actual.

“Desde 2010 en adelante el gobierno brasilero ha debilitado la protección reduciendo el tamaño de algunas áreas y el nivel de protección en otras, por ejemplo, convirtiendo áreas de protección estricta en áreas de uso sostenible”, dice a SciDev.Net.

“Lo ha hecho para facilitar la construcción de plantas hidroeléctricas y para validar ocupaciones ilegales de tierras. Esto último es muy preocupante, porque los ocupantes podrían invadir terrenos y pedir cambios al tipo de protección más adelante”, añade Barreto.

Enlace al artículo completo en PNAS

Related links