15/10/08

OGM merecen debate mejor fundamentado

El arroz dorado se fortifica con betacaroteno para luchar contra la deficiencia de vitamina A Crédito de la imagen: Greenpeace

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

Hace poco, el Banco Mundial estimó que la duplicación de los precios de los alimentos en los últimos tres años podría empeorar la situación de pobreza de 100 millones de personas en países de bajos ingresos. Y el futuro no parece mejor. Aunque es probable que la tendencia no continúe al alza, se predice que el precio de los alimentos permanecerá alto en la próxima década.  

Mientras el mundo considera cómo responder, el debate sobre los cultivos genéticamente modificados (GM) es cada vez más espinoso, pues el intercambio público sobre esta tecnología se ha polarizado de modo extremo. Por ejemplo, en el Reino Unido, el enérgico pero mal informado ataque del príncipe Carlos a los cultivos GM este verano, generó una oleada de obstinadas réplicas, que recuerdan los fuertes debates de principios de la actual década.

Desde 1999 mi organización, el Consejo Nuffield de Bioética, con sede en el Reino Unido, ha examinado dos veces los aspectos éticos que surgen de los cultivos GM. En un informe de 2003, el Consejo se centró específicamente en países en desarrollo. Dos de las conclusiones son particularmente relevantes hoy.  

Obligación ética

Primero, el Consejo concluyó que hay una obligación ética de explorar si los cultivos GM podrían reducir la pobreza y mejorar la seguridad alimentaria y la agricultura lucrativa en los países en desarrollo. Para llegar a esta conclusión, el Consejo consideró diferentes percepciones de riesgo. Cuando las personas tienen suficiente alimento, como sucede en los países desarrollados, consumidores y productores se sienten libres de evitar riesgos, incluso si el riesgo es teórico más que real. Pero en las naciones en desarrollo, lidiar contra la extendida pobreza, salud deficiente, limitado control de pestes y escasa sostenibilidad agrícola, tiene un cálculo distinto de riesgo-beneficio. Tal vez esa sea la razón por la cual la superficie de cultivos GM se haya triplicado en los países en desarrollo en los últimos cinco años, en comparación con sólo una duplicación a nivel mundial. 

A los consumidores en los países prósperos se les está pidiendo suprimir sus dudas sobre los cultivos GM de manera que la investigación relevante para los países en desarrollo continúe. En efecto, se les está pidiendo conceder que cualquier potencial pérdida para ellos es superada por las potenciales ganancias para los países pobres, donde los rendimientos están declinando y la agricultura convencional está volviéndose crecientemente insostenible. 

Esto no resta importancia a otros factores necesarios para la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaría, tales como ambientes políticamente estables, infraestructura apropiada, políticas agrícolas nacionales e internacionales equitativas y acceso al suelo y al agua. Los cultivos GM son sólo una parte de un largo y complejo escenario. Pero no sabremos cuán importante es esa parte hasta que hayamos estudiado su potencial.

Consideraciones caso a caso

La segunda conclusión clave del Consejo Nuffield fue que la amplia gama de casos y de cultivos GM debe ser considerada individualmente. Aquellos que se oponen o que apoyan los cultivos GM per se generalizan inútilmente.

Cada vez que se inserta un gen o una combinación de genes, debe hacerse una evaluación, así como con la naturaleza del cultivo que se está trabajando. También es importante comparar un cultivo GM con las alternativas locales.

Por ejemplo, el Arroz Dorado –fortificado con betacaroteno para luchar contra la deficiencia de vitamina A- no es necesario donde las personas obtienen suficiente vitamina A de hojas verdes o tiene fácil acceso a suplementos vitamínicos. Pero donde éste no es el caso, el cultivo podría mejorar de forma significativa la nutrición. 

De forma similar, la soja resistente a herbicidas puede reducir la demanda por mano de obra local. Esto podría ser devastador si una comunidad depende de salarios por desmalezamiento manual. Pero podría ayudar a las comunidades que están luchando contra la escasez de mano de obra debido a la alta prevalencia de enfermedades como el VIH/SIDA.

El rol de la investigación

La evidencia científica y de otro tipo debe ser central en el debate y en los últimos años la evidencia sobre los cultivos GM ha aumentado.

Por ejemplo, de acuerdo con un reciente informe noticioso en Science, una investigación que pronto será publicada aclarará la cantidad de Arroz Dorado que un niño necesitaría comer diariamente para prevenir la deficiencia de vitamina A. Este tipo de investigación es vital para tomar decisiones informadas sobre los cultivos GM. De hecho, antes de financiar nuevas investigaciones, los organismos nacionales y regionales de los países en desarrollo debieran ser consultados sobre sus prioridades para los cultivos GM y las características deseadas.

En el Reino Unido el gobierno ha comprometido £150 millones (US$263 millones) durante los próximos cinco años para realizar investigaciones que apunten a hacer una agricultura más resistente a las pestes y las enfermedades que afectan a los campesinos pobres y a la creciente productividad agrícola de pequeños propietarios.

Los esfuerzos de investigación también están aumentando en el mundo en desarrollo, con científicos sudafricanos desarrollando y trabajando para comercializar maíz resistente a los virus y países como Kenia y Nigeria albergando proyectos para desarrollar variedades de cultivos africanos clave resistentes a virus (ver  ‘Agri-biotech in sub-Saharan Africa: Facts and figures’).

Consiguiendo un equilibrio

A muchas personas les preocupan los posibles riesgos ambientales de los cultivos GM, tales como el paso de un gen a otras plantas, lo cual  es algo que la investigación científica debe aclarar. Pero generar alarma sin evidencia es tan eficaz como gritar ‘fuego’ en un teatro abarrotado de gente. De forma similar, demandar evidencia de cero riesgo antes de permitir una nueva tecnología entra en conflicto con cualquier estrategia práctica para investigar nuevas tecnologías. Ni los teléfonos celulares, ni los aviones podrían haber visto la luz del día si se les hubieran impuesto tan rigurosas demandas.  

En el caso de la tecnología GM, es claramente crucial preguntar cuáles son los riesgos de adoptar cultivos GM. Pero también es importante preguntar cuáles son los riesgos de no hacerlo. Se necesitan análisis realistas de costo-beneficio que consideren las condiciones locales, sociales y ambientales y las metas de desarrollo, en una base país a país.

El acalorado debate sobre la crisis alimentaria no debe quitar mérito a una evaluación basada en la evidencia, del potencial de la biotecnología para mejorar la productividad agrícola en países en desarrollo. Los beneficios de los cultivos GM no deben exagerarse. Pero tampoco se puede permitir que argumentos débiles eclipsen argumentos fuertes por una buena causa.

El profesor Albert Weale es director del Consejo Nuffield en Bioética y profesor de gobierno en la Universidad de Essex, Reino Unido.

Related links