22/11/13

Impulso a preservación de cereales más que a producción

Bangladeshi grain storage_CIMMYT
Crédito de la imagen: CIMMYT

De un vistazo

  • De las 2.6 mil millones de toneladas de grano producido, el 20 por ciento se pierde en promedio en almacenaje
  • Reducir pérdidas a uno por ciento permitiría alimentar a 1.35 mil millones de personas
  • La tecnología existe, pero se requiere gente capacitada y cambio en enfoque político

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Un mejor almacenamiento de granos ahorraría dinero y alimentaría a más de mil millones, dice Digvir S. Jayas.
 
Cada año se siembran más de 2.6 mil millones de toneladas de granos —cereales, semillas oleaginosas y legumbres— que posteriormente se almacenan a lo largo de la cadena desde los productores hasta los consumidores. La mayoría de países no informa sistemáticamente qué cantidad de granos se vuelve no apta para consumo humano durante el almacenamiento, pero informes incidentales sugieren que es preocupantemente alta.
 
En los sistemas de almacenamiento gestionados deficientemente, como aquellos donde se dejan los granos desprotegidos en la tierra o se les almacena sin secar, las pérdidas pueden alcanzar un 30 por ciento, mientras que en los sistemas adecuadamente manejados se pierde menos del uno por ciento. 
 
Asumamos una pérdida global de 20 por ciento: 494 millones de toneladas de granos se podrían salvar si se reducen las pérdidas al uno por ciento, satisfaciendo las necesidades de un estimado de 1.35 mil millones de personas (tomando como base el consumo promedio de un kilo de granos por persona por día de los ciudadanos de China, Estados Unidos e India).
 
Esta cantidad de grano salvado equivale a no sembrar 247 millones de hectáreas de tierra (asumiendo rendimientos promedio de dos toneladas por hectárea). Imagine el impacto de reforestar esta tierra, y de ahorrar el agua, el combustible y el fertilizante usados para producir el grano perdido.
 
Se podría lograr reducir las pérdidas a uno por ciento usando el conocimiento actual sobre almacenamiento de granos, complementado con más investigación y desarrollo.

Cambio en el objetivo
 
Los formuladores de políticas mundiales, los políticos y los científicos agrícolas le dan gran prioridad a encontrar formas de producir más alimentos para la creciente población del mundo. Ingentes recursos se han invertido en el desarrollo de cultivares de alto rendimiento, por ejemplo, y para incorporar terrenos marginales a la producción.

Sin embargo, no se ha puesto la misma atención a la preservación de las cosechas. Si no se controlan las pérdidas, se tendrá que producir un 19 por ciento más de granos para suministrar los alimentos disponibles actualmente (tomando en cuenta una aceptable pérdida de uno por ciento). Y preservar el grano cosechado es generalmente más rentable que producir lo que se requiere para reemplazar las pérdidas, incluso para los pequeños agricultores, a pesar del incremento de costos de los silos pequeños.

Los países deben ofrecer infraestructura apropiada para conservar los granos, incluyendo sistemas de diseño adecuado para su manipulación y almacenamiento, aireación y secado, y supervisión permanente de la calidad del producto”.

Digvir S. Jayas, Universidad de Manitobas

Una razón para que ni los formuladores de políticas ni los políticos tomen en cuenta la reducción de las pérdidas podría ser porque los granos no son tratados como un bien nacional, y por lo tanto el desperdicio no se ve como una pérdida nacional. La mayor parte de los granos perdidos pertenece a los agricultores individuales, sin embargo también hay impactos nacionales.
 
Es el país, en última instancia, el que importa los granos para alimentar a sus ciudadanos, y el que pierde el potencial de exportar los granos excedentes. Por lo tanto, los países deben proporcionar infraestructura apropiada para preservar los granos, lo que incluye sistemas de diseño adecuado para su manipulación y almacenamiento, aireación y secado, y supervisión permanente de la calidad del producto.
 
Otra razón para ignorar las pérdidas de alimentos podría ser que un aumento en la producción es más fácil de celebrar. La reducción de pérdidas no aumenta la producción, pero sí aumenta la disponibilidad de granos, un logro tal vez menos glamoroso.
 
Entender los ecosistemas de almacenamiento
 
El almacenaje de granos a granel es efectivamente un ecosistema, donde el grano puede deteriorarse debido a variables abióticas (físicas) como la temperatura, el contenido de humedad y de gases entre los granos, o variables bióticas (vivas) como insectos, ácaros, hongos y el grano en sí.
 
Al entender y posteriormente gestionar adecuadamente estos ecosistemas de granos se pueden transformar en productos estables, no perecederos y conservados por un largo tiempo. Por ejemplo, los granos se pueden almacenar de manera segura por hasta tres años cuando su contenido de humedad se reduce a niveles seguros (12-13 por ciento de su peso húmedo) usando técnicas adecuadas de secado y manteniendo el grano frío (menos de 15°C) usando aireación o refrigeración.

A veces, vertebrados como los roedores, los pájaros y otros animales silvestres atacan los granos almacenados. No obstante, los sistemas diseñados adecuadamente —como contenedores de acero o concreto y los depósitos con pedestales cubiertos con cilindros semi invertidos— pueden eliminar fácilmente el acceso.
 
Debido a que los granos a granel son ecosistemas, existe la necesidad de capacitar a la gente para que los entienda. Por ejemplo, deben conocer cosas sencillas que pueden hacer, como limpiar los granos antiguos y los residuos de los sitios de almacenamiento, porque eso reduce la contaminación cruzada de los granos nuevos.
 
Trabajo de equipo
 
Ingenieros, biólogos, químicos y economistas necesitan trabajar en equipos multidisciplinarios para resolver los problemas del almacenamiento de granos. Por ejemplo, se requieren ingenieros para diseñar sistemas que manipulen los factores abióticos, de modo que se reduzcan al mínimo los organismos vivos (por ejemplo, insectos, ácaros y mohos). Se necesitan químicos e ingenieros eléctricos para diseñar sensores para un monitoreo de calidad.
 
Los profesionales jóvenes que se ocuparán de la seguridad alimentaria deben entender los problemas típicos del almacenaje de granos. Y se debe estimular a los estudiantes de todo el mundo para que desarrollen tecnologías apropiadas, como sistemas de secado solar y estructura de almacenamiento usando materiales locales.
 
Las pérdidas anuales de granos se traducen en una gran pérdida financiera para los agricultores y para el PIB de los países. La agricultura mundial se podría ahorrar US$148.2 mil millones preservando las pérdidas globales de solo un año (basado en 494 millones de toneladas a US$300 la tonelada). La adecuada preservación compensaría rápidamente los significativos fondos invertidos en el diseño y capacitación de los sistemas de almacenamiento.
 
Los formuladores de políticas, los políticos y los científicos necesitan tener voluntad de cambio: un compromiso para priorizar el ahorro de granos al igual que aumentar su producción. ¿Cómo podemos celebrar realmente cualquier aumento en la producción de granos si en realidad no llega a las mesas de un mundo hambriento?

Digvir S. Jayas es especialista en almacenamiento de granos y vicepresidente (de investigación e internacional) del Departamento de Ingeniería de Biosistemas de la Universidad de Manitoba, Winnipeg, Canadá, donde también ostenta el título de profesor distinguido. Se le puede escribir a: [email protected].

Este artículo es parte del Especial Garantizar seguridad alimentaria futura