05/11/10

Nanotecnología para la salud, no solo para enfermedades

Los desarrollos relacionados con la purificación del agua pueden ser una aplicación clave de la nanotecnología Crédito de la imagen: Flickr/Water, Sanitation and Hygiene Photos

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En países en desarrollo la nanotecnología para la salud debe mejorar condiciones de vida y no solo tratar enfermedades, dice Guillermo Foladori.

Si se quiere que la nanotecnología juegue un papel importante en los sistemas de salud de los países en desarrollo se deben cumplir dos condiciones. La investigación y el desarrollo (I+D) debe abocarse a los principales problemas de salud en cada país. Y aquellos países en desarrollo que enfrentan retos similares deben formar una alianza estratégica de I+D, de preferencia con un fondo común creado por los gobiernos para financiar la I+D relevante para esos países.

Cuando se habla de nanotecnologías y el sector salud en los países en desarrollo, algunos temas simplemente no pueden ser ignorados.

En primer lugar, debemos recordar que las políticas de salud no se limitan solamente a curar enfermedades, sino que tienen que ver con mantener sana a la gente. Los principales problemas de salud tienen causas socioeconómicas y de estilos de vida y no pueden resolverse tan solo con tecnología, por muy sofisticada que sea ésta.

En segundo lugar, la gente a menudo suele suponer que las nuevas tecnologías son más eficientes que las anteriores, y que la cura con tratamientos que usan alta tecnología serán más rápidos que con los de medicinas alternativas y complementarias. Pero el uso creciente de medicinas alternativas, incluso con un presupuesto de I+D mínimo o inexistente en esas áreas, sugiere que el enfoque del "remedio mágico" que prevalece como corriente principal del desarrollo de fármacos no es necesariamente el mejor.

En tercer lugar, la investigación en nanotecnología es cada vez más cara y tiende a concentrarse en los países desarrollados. Las nanotecnologías permanecen fundamentalmente en manos de las grandes compañías farmacéuticas que tienen intereses en las enfermedades —y en los mercados— que pueden pagar por tratamientos caros.

¿Deben participar los países en desarrollo?

¿Eso significa entonces que sería mejor si los países en desarrollo se mantienen al margen de la I+D en la nanotecnología para la salud? ¡No! No es sensato quedarse fuera del desarrollo global de la ciencia y tecnología. Por el contrario, se debe hacer un gran esfuerzo para canalizar la I+D hacia la solución de los más importantes problemas que afrontan las poblaciones de los países en desarrollo.

Pero eso no es sencillo.

Cuando una empresa muestra interés en la producción, su objetivo está en quienes pueden pagarlo. Esto quiere decir que sus modelos de producción de una nueva medicina, dispositivo médico o de diagnóstico están orientados a los más pudientes, profundizando la inequidad y bloqueando el desarrollo. Las nuevas tecnologías no ayudarán al desarrollo si carecen de una estrategia consistente que vincule investigación, producción y consumo. Afortunadamente, ejemplos de esta clase de estrategia ya existen en el sector de salud pública de algunos países en desarrollo.

Cuba, por ejemplo, ha investigado y ahora produce varias vacunas y sueros que son usados por su población, algunos de los cuales incluso se exportan. Cuando su propia capacidad de producción estuvo sobrecargada a inicios de la década de los años noventa, el país estableció acuerdos de producción colaborativa con Brasil para la producción de vacunas contra la meningitis B. Estos ejemplos pueden promover un modelo para la nanotecnología en salud.

Personalizados y costosos

Las nanotecnologías están cada vez más presentes en todas las áreas de salud. Por lo general, se usan en diagnósticos, suplementos o implantes y productos farmacéuticos. Los nano dispositivos para diagnósticos usualmente tienen diversas virtudes, como la velocidad, capacidad para realizar diagnósticos in situ (aumentando la posibilidad de alertas tempranas), precisión y diagnósticos individualizados. Aún no está claro, sin embargo, si estas ventajas también trabajarán a una escala masiva entre la gente pobre.

Los suplementos e implantes son otra rama de rápido crecimiento de la nanotecnología. Pero los costos los hacen menos probables de convertirse en una solución para la inmensa mayoría de la población de los países en desarrollo.

Y las compañías farmacéuticas con frecuencia miran la investigación con nanotecnologías especialmente para personalizar los medicamentos de acuerdo con la información genética y el análisis individual, lo que las hace menos apropiadas para su aplicación masiva.

Un enfoque preventivo de salud

Tal vez las áreas más eficientes de aplicación de la nanotecnología para beneficio de las poblaciones pobres y que desencadenen el desarrollo sean las referidas a purificación del agua, limpieza de ambientes y tratamiento de residuos, así como en vacunas y dispositivos que facilitan su transporte, almacenamiento y aplicación. En pocas palabras, las nanotecnologías que mejoren las condiciones de vida podrían brindar beneficios masivos a la salud.

Guillermo Foladori es profesor de Estudios para el Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas, México, e investigador visitante del Consorcio para Políticas Científicas y Desenlaces de la Universidad Estatal de Arizona en Washington D.C. También es miembro de la Red Latinoamericana de Nanotecnología y Sociedad (ReLANS).

Este artículo forma parte de un especial sobre Nanotecnología para la salud.