09/04/15

Informar sobre buenas prácticas enfrentará crisis sanitarias

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Crédito de la imagen: Flickr/Army Medicine

De un vistazo

  • Crisis como la del ébola necesitan comunicaciones de respuesta ‘desde el campo’
  • Encontrar las palabras correctas es tan importante como los mensajes no verbales
  • Se requieren sistemas de reporteo para compartir rápidamente buenas prácticas y nuevo conocimiento

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Sistema que comparta ágilmente nuevos conocimientos sería ideal en respuesta a emergencias, dice Rosamund Southgate.

 “Nos encontramos en medio de un pueblo y conversamos”, me dijo nuestra coordinadora de promoción de salud, con respecto a su día de trabajo. Era noviembre del 2014, y estábamos sentadas en la oficina del Centro de Administración del Ébola de Médicos sin fronteras (MSF) en Bo, al este de Sierra Leona, discutiendo nuevas actividades de divulgación.

De manera preocupante, tras seis meses de haberse iniciado el brote, ella encontraba que sus equipos eran los primeros en llevar mensajes sobre el ébola a muchos pueblos. Y por cada brecha en la información, las personas desarrollan sus propias explicaciones: ‘el ébola es magia negra’, ‘el ébola se propaga en el spray de cloro usado por equipos funerarios’, ‘MSF solo lleva a la gente al hospital para recolectar su sangre y órganos’, y así sucesivamente.

El gobierno y muchas otras organizaciones estaban trabajando en el área, así que ¿qué había salido mal? Las razones parecían incluir una falta de fondos para cosas tan sencillas como combustible para las motos de los movilizadores sociales, vehículos y estructuras de coordinación local que no priorizan el trabajo de divulgación –especialmente para comunidades rurales y remotas.

Divulgación creativa con mensajes resonantes

Mientras que los métodos de comunicación pueden ser tan sencillos como una conversación informal, encontrar el contenido correcto es más complejo.

MSF encontró enfoques creativos para la divulgación hacia la comunidad, tales como relacionar la propagación del virus con el ‘brilla-brilla’ (palabra local para la escarcha), comparando cómo se propagaría si estuviera en sus manos. Todos parecían entender exactamente lo que la escarcha era y cómo llega a todas partes.

Pero había desafíos mayores. En mi primera semana en Sierra Leona, un moviliador local me explicó: “nuestras creencias son estas: si mi tía fallece, debo recostarme sobre su cuerpo para demostrarle a su espíritu que ella no ha sido olvidada y que puede partir en paz. Si no lo hago, de seguro moriré pronto”.

Sus palabras destacaban una dificultad aún mayor: el mensaje oficial de no tocar los cadáveres sino llamar a las autoridades para que llegaran en sus ‘trajes espaciales’, lo lavaran y se lo llevaran, chocaba con las creencias de las personas y sus prácticas culturales. MSF y otras organizaciones necesitaban antropólogos, y equipo de Sierra Leona, para trabajar con las comunidades para entender conceptos locales sobre salud, enfermedad, ébola y la vida después de la muerte –y formular mensajes que resonaran, para que las personas pudieran escoger acciones que las protegieran.

No podíamos depender de materiales existentes de comunicación y simplemente trasplantarlos desde otros contextos. Esto es algo que requiere ser tomado en cuenta en futuros brotes más allá del ébola y de África del Este.

Comunicación no verbal

Además del contenido de los mensajes, se requiere una amplia comprensión de la ‘comunicación’ para que los funcionarios trabajen de manera efectiva con personas locales. Los psicólogos estiman que cerca de un ochenta por ciento de la comunicación no es verbal. La respuesta al ébola me lo recordó, particularmente en los intentos de MSF de combatir el estigma experimentado por muchos sobrevivientes.

Los únicos seres humanos que los voluntarios de MSF estaban autorizados para tocar en África del Este –cuando no estuvieran vistiendo los trajes protectores- eran sobrevivientes, cuando los llevábamos de regreso a casa. En estas ocasiones, ¡nos decían que debíamos abrazarlos! Después de semanas de evadir incluso el menor contacto con otra persona, esta era una experiencia extraña. Pero este abrazo significaba una gran declaración para la comunidad. Demostraba que el sobreviviente no significaba un riesgo, que ellos podían ser bienvenidos y festejados por sobrevivir, no excluidos.

Fallas en la coordinación

La comunicación bien coordinada también es esencial para una efectiva respuesta ante la enfermedad. Un día recibí un correo electrónico de un promotor de salud de MSF al otro lado de Sierra Leona, preguntando por dos niños pequeños de una familia que se habían enfermado y una ambulancia se los había llevado dos meses antes. Esta era la última vez que la familia los había visto o había escuchado sobre ellos. Nadie los había contactado para decirles si su enfermedad era ébola o no, si los niños habían sobrevivido, ni a dónde los habían llevado.

Escuché historias similares frecuentemente. Esta falla en la coordinación debe haber tenido un mayor impacto en las familias y en su disposición de comprometerse con los esfuerzos de respuesta.

Sin embargo, sí identificamos brechas y mejoramos nuestras prácticas. Cuando el sobreviviente número 200 dejó el Centro de Administración del Ébola en Bo, los coordinadores locales de respuesta estaban impactados: no tenían idea de cuántas personas estaban sobreviviendo.

Si estos coordinadores, justo en medio de la respuesta, no lo sabían, lo más probable es que las comunidades tampoco lo supieran. Al caer en cuenta de ello, los coordinadores, los trabajadores comunales y MSF organizaron en conjunto programas de radio para divulgar el mensaje a lo largo del distrito.

Canales de aprendizaje comunal

Así que, ¿cómo podemos asegurarnos que nos comunicaremos mejor en el futuro?

En primer lugar, el brote en África del Este no ha terminado. Todavía hay trabajo urgente que debe hacerse, particularmente para atacar el estigma experimentado por los sobrevivientes –una rápida investigación antropológica se requiere para entender el cómo, el qué y el por qué. Los resultados deben emplearse para construir métodos y contenido en nuestras comunicaciones.

No podemos perder tiempo. Este problema no es teórico ni académico: los sobrevivientes en Sierra Leona se enfrentan a discriminación, falta de vivienda y aislamiento, ahora mismo, mientras usted está leyendo estas palabras.

Podemos enfocarnos en brotes futuros. Se puede alcanzar un mejor compromiso comunitario estableciendo formas de compartir rápidamente buenas prácticas y nuevo conocimiento –local y nacionalmente. Esto debe permitir una respuesta dada con pasos de gigante.

En Sierra Leona, los distritos regularmente reportan datos de brotes a nivel nacional, donde son analizados, resumidos y luego rápidamente compartidos hacia fuera de nuevo a todos los distritos y organizaciones de respuesta. Un canal paralelo para el reporteo en tiempo real y la diseminación del nuevo conocimiento en el compromiso comunitario también sería factible. Únicamente necesitamos la voluntad para hacerlo.

Rosamund Southgate es jefe de registro de salud pública de NHS adscrita a la Unidad de Manson de Médicos sin fronteras (MSF-UK).

Este artículo es parte de un especial que será publicado al final de este mes. La versión original de este artículo se publicó en la edición global de SciDev.Net