05/03/08

¿Nueva sede de investigación de enfermedades olvidadas?

Filariasis linfática Crédito de la imagen: WHO/TDR/Crumb

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El campo de prisioneros de la Bahía de Guantánamo debiera convertirse en un instituto de investigación biomédica dedicado a combatir las enfermedades de la pobreza en el mundo occidental, dice Peter J. Hotez, editor jefe de PLoS Neglected Tropical Diseases y jefe del Departamento de Microbiología, Inmunología y Medicina Tropical de la Universidad George Washington, de EE.UU.

En un editorial en PLoS Neglected Tropical Diseases, señala que de esta manera se podría explotar la "altamente eficaz tradición de la vacunación diplomática" que comenzó hace 50 años cuando Moscú y Washington dejaron de lado sus diferencias ideológicas para colaborar en el desarrollo de una vacuna viva contra la poliomielitis en el apogeo de la Guerra Fría.

De forma similar, el desarrollo de nuevos fármacos y vacunas necesarios en "el patio de Estados Unidos" — posiblemente en colaboración con Argentina, Brasil, Cuba y México — promovería la investigación clínica y controlaría la presión de las amenazas de salud en la región, muchas de las cuales son enfermedades desatendidas.

Esta iniciativa podría erradicar la filariasis linfática y la esquistosomiasis en el Caribe "y exterminar para siempre un importante elemento del legado de la esclavitud". El instituto podría también ocuparse de importantes enfermedades que afectan a las minorías de menores recursos en los Estados Unidos, tales como la cisticercosis y la leptospirosis.  

Reinventar la prisión podría ayudar a cambiar la reputación de Estados Unidos en la región, dice Hotez, y mostraría que sinceramente quiere lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio en América Latina y el Caribe.

Enlace al artículo completo en PLoS Neglected Tropical Diseases (en español)