12/09/12

Tener droga contra infección por VIH ‘es solo un paso’

Cinco ensayos clínicos, incluyendo el de Truvada, han probado antirretrovirales para prevenir la infección por VIH Crédito de la imagen: Jeffrey Beall/Wikipedia

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Desarrollar una droga que prevenga la infección por VIH es solo una parte del éxito en la lucha contra el SIDA. Es importante también involucrar a los grupos de riesgo y a los tomadores de decisiones para que dicha droga cumpla su rol.

Así lo plantearon científicos reunidos en la Conferencia AIDS Vaccine 2012, realizada en Boston entre el 9 y 12 de septiembre.

Jared Baeten, de la Universidad de Washington, señaló que los ensayos clínicos con humanos para probar la profilaxis preexposición al VIH (PrEP) usando fármacos orales, han presentado resultados muy disímiles.

“Se han realizado cinco estudios de PrEP en el mundo, y mientras algunos resultados muestran una eficacia media del 75 por ciento, otros sencillamente indican que la sustancia no funcionó”, dijo Baeten.

Los científicos creen que la principal razón para la variación en los resultados es que haya habido baja adherencia en algunos de los ensayos, es decir, muchos pacientes no tomaron las píldoras como lo indicaba el protocolo del estudio.

“Se tomaron muestras de sangre de los pacientes y se observaron niveles bajos o inexistentes de la sustancia”, informó Baeten.

“Diferentes factores pueden afectar la adherencia, incluso olvidarse de tomar la píldora”, explicó a SciDev.Net Pedro Goicochea, del Instituto de Virología Gladstone, en San Francisco, Estados Unidos, e investigador del iPrEX.

iPrEX es el primer estudio de eficacia que demostró que el uso diario de una combinación antirretroviral de fumarato de disoproxilo de tenofovir (TDF) y emtricitabina (FTC) —comercialmente conocida como Truvada— ofrecía, en promedio, 44 por ciento de protección contra la infección por VIH entre hombres que tenían sexo con hombres.

El valor llegó al 90 por ciento de protección si la droga se tomaba en forma consistente y en dosis suficiente para hacerla detectable en la sangre.

El estudio, realizado en Brasil, Ecuador, Perú, Estados Unidos, Sudáfrica y Tailandia, es el único que está en la fase de ‘demostración’, es decir, cuando se crea un escenario semejante al mundo real.

En julio, la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos aprobó el uso de Truvada, antirretroviral existente en el mercado, para ser usado en la prevención del VIH en adultos no infectados que estén en los grupos de riesgo.

Con respecto a las razones de la falta de adherencia que podría afectar la efectividad de la PrEP, Goicochea mencionó “el hecho de que algunos voluntarios no quisieran que se supiera que tomaban antirretrovirales, pues podrían ser identificados como VIH positivos y ser discriminados”.

Sin embargo, Glenda Gray, directora ejecutiva de la Unidad de Investigación en VIH Perinatal (PHRU) del Hospital Chris Baragwanath, en Johannesburgo, Sudáfrica, manifestó dudas sobre si la adherencia es la única explicación para los distintos resultados entre los ensayos.

“Los estudios que involucran a mujeres heterosexuales son todavía insuficientes. Necesitamos comprender mejor los datos que muestran que la droga no funciona en este grupo”, afirmó a SciDev.Net.

Para Mitchell Warren, director ejecutivo de la organización Global Advocacy for HIV Prevention (AVAC), no es suficiente desarrollar científicamente una droga.

“Usualmente, cuando los científicos estamos discutiendo la vacuna u otras iniciativas contra el VIH, pensamos que cuando se hayan probado se iniciará el control de la enfermedad, pero en el mundo real no funciona así”, afirmó a SciDev.Net.

Agregó que “hay un profundo abismo entre la fase final de los ensayos y el tener, de hecho, un impacto en la salud pública”.

“[Con los ensayos clínicos] respondemos a un par de preguntas, entre ellas, si la droga es segura y si es eficaz al usarla debidamente, pero todavía hay muchas otras preguntas, incluyendo quién desea la droga, quién la necesita y quién paga por ella”, afirmó Warren.

Glenda Gray agrega: “Los científicos necesitan trabajar de forma más integrada con los tomadores de decisiones, de manera que la investigaciones puedan ser más consideradas por los gobiernos”.