16/11/15

Popular fármaco podría servir para combatir la malaria

botiquin PAHO-CENCET
Crédito de la imagen: PAHO/CENCET

De un vistazo

  • Eficaz contra Plasmodium falciparum, ivermectina también es tóxica para Plasmodium vivax
  • Pero para que interrumpa transmisión de malaria, se requiere formulaciones de efecto prolongado
  • Fármaco también combate la filiarsis linfática, la oncocercosis y mata gusanos intestinales

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

[SANTIAGO] La administración masiva de ivermectina, fármaco usado contra enfermedades tropicales, podría reforzar la lucha contra la malaria.
 
Resultados preliminares del primer ensayo clínico que se realiza en Burkina Faso, África, demuestran que la ivermectina interrumpe la transmisión del parásito Plasmodium falciparum cuando los mosquitos que lo transmiten chupan la sangre de alguien que tomó el fármaco.
 
Como el objetivo es interrumpir la transmisión de la malaria, la mayoría de las personas de una ciudad o pueblo deben tomar el medicamento.

“Son muy buenas noticias. Siempre necesitamos herramientas nuevas contra la malaria, es una enfermedad que cambia constantemente y ya ha logrado sacarnos ventaja en el pasado”.

Carlos Chaccour, Institute for Global Health, Barcelona, España

Estudios previos demuestran que la adición de ivermectina al arsenal anti-malárico (mosquiteros impregnados con insecticida y  fumigación doméstica) podría terminar con mosquitos resistentes a medicamentos y con aquellos que pican en el exterior y de noche, y a personas en marcha, como migrantes.
 
En Burkina Faso, los episodios de malaria infantil causados por Plasmodium falciparum disminuyeron aproximadamente en 16 por ciento en los cuatro pueblos donde se administró una dosis única del fármaco.
 
La ivermectina es también tóxica para el Plasmodium vivax, común en el sudeste asiático, y para distintos tipos del vector Anopheles. En América Latina se está ensayando contra dos tipos de Anopheles: aquasalis en Brasil y darlingi en Perú.
 
En las últimas tres décadas se han distribuido más de mil millones de dosis de ivermectina en África y América Latina para combatir la filiarsis linfática, que provoca elefantiasis,  y la oncocercosis. También mata gusanos intestinales.
 
Investigadores  de la Universidad Estatal de Colorado, EE.UU., y del Instituto de Investigación en Ciencias de la Salud de Burkina Faso presentaron los promisorios resultados en la reunión anual de la Sociedad Americana de Medicina Tropical e Higiene (Filadelfia, 25-29 de octubre).
 
“Esperamos incluso mejores resultados cuando el ensayo haya concluido en diciembre,” dice Brian Foy, de la Universidad Estatal de Colorado, investigador principal.
 
La ivermectina cortaría definitivamente la transmisión de la malaria Plasmodium falciparum si permaneciera dos semanas o más en la sangre de personas tratadas; en los ensayos en Burkina Faso lo hizo por solo una. Para lograr que el fármaco interrumpa definitivamente la transmisión de malaria,  se requerirían formulaciones de ivermectina de efecto  prolongado, que ahora solo existen para animales.
 
“Son muy buenas noticias. Siempre necesitamos herramientas nuevas contra la malaria, es una enfermedad que cambia constantemente y ya ha logrado sacarnos ventaja en el pasado,” dice Carlos Chaccour, investigador venezolano del Instituto de Salud Global, Barcelona, España.

 
Chaccour exhorta a ser precavidos ya que, dice, una política sanitaria nueva necesita más datos, evaluación en diversos contextos epidemiológicos y análisis de costos.
 
En una noticia relacionada, científicos de las universidades de Copenhagen, Dinamarca, y British Columbia, Canadá, combinaron una proteína del parásito de la malaria y la toxina de la difteria y crearon un compuesto que mata células cancerígenas.
 
Ensayado en ratas, el compuesto  redujo tumores del linfoma no-Hodgkin a un cuarto del tamaño del grupo de control; eliminó tumores  de cáncer de próstata en dos de seis ratas tratadas, y cinco de seis ratas con metástasis de cáncer óseo sobrevivieron casi ocho semanas, pero solo una semana en las del grupo de control.
 
Enlace a resumen del artículo en Cancer Cell