04/01/10

Padres pueden reducir el riesgo de VIH de sus hijos

Trinidad y Tobago tiene la tasa de VIH en adultos más alta de las Américas Crédito de la imagen: Mikhail Noel|Flickr

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Talleres familiares destinados a ampliar las habilidades parentales y el conocimiento sobre VIH, lograron mejorar la prevención de ésta y otras enfermedades de transmisión sexual entre adolescentes de Trinidad y Tobago.

El estudio, publicado en la revista AIDS Education and Prevention (diciembre 2009) involucró a 180 duplas de padre y adolescente de entre 12 y 14 años.

Trinidad y Tobago tiene la prevalencia más alta de adultos con VIH en las Américas y la segunda en el mundo después de África Subsahariana. En los últimos años, cerca de la mitad de los nuevos casos de VIH están ocurriendo entre jóvenes de 10 a 24 años.

Según los autores, "la influencia de las familias, especialmente el rol materno, sigue siendo un gran instrumento de control social en las vidas de los jóvenes en Trinidad y Tobago" y "puede usarse para ayudarles a evitar el VIH".

El grupo de estudio (92 duplas), asistió un taller adaptado del Proyecto Colaborativo de Salud Mental en VIH y SIDA (CHAMP, por sus siglas en inglés), creado en EE.UU. y aplicado antes en Sudáfrica.

Éste buscaba fortalecer habilidades parentales ligadas a la reducción de exposición a VIH y otras conductas sexuales riesgosas entre los adolescentes.

En 12 módulos de tres horas de duración, los padres e hijos abordaron temas como monitoreo parental, discusiones grupales e individuales sobre VIH y sexo, presiones culturales para tener sexo y consejos de prevención del VIH. Había un libro de tareas y actividades para hacer en casa.

El grupo control (88 duplas) participó en un taller de ocho horas sobre temas de familia y recibieron folletos sobre VIH, enfermedades de transmisión sexual y reproducción. No hubo discusiones sobre sexo y VIH.

Tras asistir a los talleres, la mayoría de los padres del grupo de intervención reportaron mejorías en su conocimiento de VIH/SIDA, mayor comunicación con sus hijos y conversaciones sobre sexo y valores con ellos.

En menor medida se reportaron mejorías en la actitud hacia personas con VIH, conversaciones sobre riesgo sexual, monitoreo de los adolescentes y menor número e intensidad de conflictos padre-hijo.

Los autores señalan que el estudio "ha creado una infraestructura que puede ser la base de un trabajo sostenido en Trinidad y Tobago y el Caribe" y destacan que sería promisorio aplicar el programa CHAMP en la región.