20/01/15

Empaques de alimentos poco saludables atraen a niños

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Crédito de la imagen: Zoraida Portillo

De un vistazo

  • Estudio encontró que niños entre 7 y 13 años confunden diseños con verdaderos ingredientes
  • Investigación se realizó en Guatemala pero según autores puede servir para toda la región
  • Consumo de alimentos altos en grasa es una de las causas de la obesidad infantil

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[BUENOS AIRES]  Para disminuir la obesidad infantil se necesitan estrategias de salud pública que regulen el contenido y diseño de los empaques de los alimentos poco saludables, para hacerlos menos atractivos y desalentar su consumo.
 
Así lo sostienen investigadores de Guatemala, encabezados por Joaquín Barnoya, en un estudio publicado por BioMed Central (15 de diciembre) según el cual los niños entre 7 y 13 años se ven atraídos por las envolturas de los snacks (aperitivos o bocadillos), cuyos contenidos no siempre resultan tan saludables como se pretende.
 
Barnoya, de la Universidad de Washington en Saint Louis, Estados Unidos, afirma a SciDev.Net que los menores confunden los sabores con los verdaderos ingredientes y “terminan seleccionando chucherías altas en grasa y sodio en envases pequeños”.
 
La investigación se hizo con niños de clases bajas de Guatemala, pero Barnoya cree posible extender sus resultados a otros países de la región, dada la estrategia globalizada de las multinacionales alimentarias.

El empaque es un elemento fundamental al momento de establecer asociaciones entre ideales y productos y de generar emociones que es lo que domina a la hora de comprar

Lucas Sedeño

 
Para Lucas Sedeño, psicólogo investigador del Instituto de Neurología Cognitiva  de Buenos Aires, el trabajo da en la clave del por qué del consumo: “El empaque es un elemento fundamental al momento de establecer asociaciones entre ideales y productos y de generar emociones que es, en definitiva, lo que domina a la hora de comprar”, señala a SciDev.Net.
 
Patricia Aguirre, antropóloga de la alimentación y ex consultora de la OMS y Unicef, recuerda que “el mercado antes de sacar un producto con su lógica de ganancia tiene hechos todos los estudios: un batallón de  psicólogos, sociólogos, dibujantes, expertos en todas las artes y ciencias ya estudiaron el efecto del envase en la elección de quienes serán sus víctimas”.
 
“Si queremos luchar contra la obesidad hay que controlar la industria alimentaria, en todos sus pasos: producción, distribución y consumo”, añade.
 
Barnoya compara estas estrategias con las de las tabacaleras y lamenta que en su país el periodismo no cubra su trabajo por presiones publicitarias.
 
Esteban Carmuega, director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil de Argentina, indica si bien hay que trabajar con los niños transformados en población objetivo de las campañas publicitarias, “no vemos parangón con la industria del tabaco porque el alimento puede ser malo, pero sigue siendo alimento”.
 
Y explica: “fumar no es obligatorio desde el punto de vista biológico, pero en cambio sí hay que comer”.
 
Requerida por SciDev.Net, la sede argentina de la empresa Mondelez Internacional, multinacional dedicada a las industrias de confitería, alimentación y bebidas, respondió en un comunicado de su departamento de relaciones públicas, que se preocupa por la salud de sus consumidores y que por eso no publicita, por ejemplo, productos para chicos de menos de 6 años, y hasta los 11 años “sólo aquellos que cumplen criterios nutricionales”, ni en escuelas primarias ni secundarias.