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La mala fama de los medicamentos genéricos de bajo costo afecta el uso que hacen de ellos los médicos y el personal de las farmacias en Guatemala, en particular debido a la desinformación y la falta de regulación, concluye un estudio publicado en la revista BioMed Central (enero).
Los medicamentos genéricos son fármacos que se distribuyen como equivalentes —en términos de concentración y dosificación del principio activo— a los patentados que se comercializan con un nombre comercial.
Sus precios suelen ser más bajos y asequibles para la población con menos recursos, algo que persiguen los países para alcanzar la universalidad de sus servicios. Por eso, “mejorar las actitudes hacia genéricos de bajo costo es una meta importante”, indica el artículo científico, que entrevistó a 12 médicos y a 30 empleados farmacéuticos de Guatemala para conocer su percepción
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la calidad de estos fármacos no depende de la marca sino de las buenas prácticas con que fueron fabricados, pero el estudio demuestra que incluso los médicos tienen la percepción de que sus precios bajos tienen relación con su (mala) calidad.
En el estudio, 55% de los médicos encuestados cree que los genéricos no son tan seguros ni eficientes como los medicamentos patentados.
Para la directora del Centro Nacional de Información de Medicamentos (Cimed) de la Universidad de Costa Rica, Victoria Hall, no existe una relación directa entre precios bajos y mala calidad.
“Puede ser que hayan casos en los que el genérico no tuviera la reacción esperada y el patentado sí, pero son casos anecdóticos. Parten de casos muy puntuales para generalizar”, dice la investigadora.
Otra explicación para la mala reputación de estos fármacos apunta a la falta de control y de regulaciones de las instituciones que ayuden a ganar la confianza de expertos y consumidores.
También pesa el bajo nivel educativo de los dependientes de farmacias, que se dejan llevar por artículos en la prensa popular o publicidades engañosas. Para ellos, el estudio propone una mejor capacitación del personal.
“Si la gente está más informada, puede tomar mejores decisiones”, concluyó Hall.