21/08/16

Descubren hongo que se come larvas de trasmisor de zika

cultivo de mosquitos en lab by paho
Crédito de la imagen: PAHO

De un vistazo

  • Larvas de mosquitos mueren entre 3 y 24 horas después de haber sido infectadas por el hongo
  • Además de larvas de Aedes, hongo también come las de otro mosquito, vector de otras enfermedades
  • Hongo puede quedar en fase de letargo hasta por diez años cuando se acaban las larvas

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

[BUENOS AIRES] “Como vemos que los químicos no son la solución, estamos tratando de imitar a la naturaleza”. Así resume el investigador Juan García la metodología usada para encarar el control del Aedes aegypti, principal vector de enfermedades como el dengue, el zika y la chikungunya, que cada vez afectan más al continente sudamericano.
 
García es un científico del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores de La Plata, en Argentina (Cepave-Conicet) y junto con sus colegas descubrió un hongo que destruye las larvas del A.aegypti y del Culex pipens, vector del virus del Nilo Occidental, filariasis, encefalitis virales y malaria aviar.

“Necesitamos que otros estamentos del Conicet nos ayuden para que, con fermentaciones industriales, podamos mejorar la producción en medio líquido, formularla y vincularla comercialmente”.

Juan García – Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores de La Plata

 
“Hemos encontrado muchísimos virus, bacterias y nematodos enemigos naturales de los mosquitos. Pero este hongo en particular, el Leptolegnia chapamanii, vive en lugares inundados cerca de La Plata. Encontramos un lugar lleno de larvas de mosquitos, con todas muriendo. Trajimos una muestra para averiguar qué era lo que las estaba matando, la miramos, hicimos preparados, lo cultivamos fácilmente, lo identificamos y pudimos multiplicarlo en el laboratorio”, añade.
 
Así descubrieron que cuando el hongo penetra en el tejido de la larva, esta muere en las siguientes tres a 24 horas. El equipo de Cepave descubrió también que cuando el charco se seca, y ya no tiene larvas de las cuales alimentarse, el hongo queda en fase de dormancia hasta la próxima lluvia, así sea dos meses o diez años. “Es un potencial que no tiene ningún insecticida hoy en el mercado”, se entusiasma García.
 
El brasileño Giovanini Coelho, consultor en Enfermedades Transmisibles de la OPS/OMS en Argentina, destacó que los descubrimientos del Cepave “son interesantes, pero deberán cumplir los requisitos de evaluación de pesticidas” en términos de seguridad y efectividad.
 
Y agregó que actualmente la OMS recomienda los siguientes larvicidas de origen biológico, derivados de la fermentación de bacterias: Bacillus thuringiensis israelensis (Bti) y Spinosad (Saccharopolyspora spinosa).
 
García agrega que la parte de investigación básica está completada y que la siguiente instancia es escalar el producto, hacerlo viable comercialmente. Oficinas sanitarias gubernamentales de Nicaragua y México querían comprar el producto debido a la aparición de la fiebre chikungunya, pero por ahora los científicos del Cepave no pueden satisfacer esa demanda.

“Necesitamos que otros estamentos del Conicet nos ayuden para que, con fermentaciones industriales, podamos mejorar la producción en medio líquido, formularla y vincularla comercialmente. Lo ideal sería una empresa pequeña con base tecnológica que quisiera arriesgarse”, concluyó García.