25/03/11

Tecnología y colaboración para combatir drogas falsas

Los medicamentos falsificados pueden socavar la confianza en los fármacos que salvan vidas, incluyendo los antibióticos Crédito de la imagen: Flickr/ Quinn_anya

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El mundo en desarrollo debe recibir la ayuda científica, técnica y legal necesaria para contrarrestar el creciente comercio de fármacos falsos.

Una de las formas más importantes en que la ciencia moderna contribuye activamente a la reducción de la pobreza y a la promoción del bienestar en el mundo en desarrollo es a través de la producción de fármacos para combatir enfermedades.

Sin embargo, esas drogas solo serán adquiridas y usadas si quienes las compran confían en que funcionarán. Y esa confianza corre el riesgo de verse socavada por la amenaza creciente de las medicinas falsificadas, definidas por la Organización Mundial de la Salud como los "medicamentos que son deliberada y fraudulentamente mal etiquetados respecto a su identidad u origen".

El problema existe tanto en los países desarrollados como en los en desarrollo. En los primeros, donde los sistemas de regulación y cumplimiento de la ley tienden a ser fuertes, la incidencia de medicamentos falsificados es relativamente baja: la mayoría de las estimaciones sitúan el problema en menos de uno por ciento del mercado total.

No obstante, muchas partes del mundo en desarrollo —especialmente en áreas rurales de África, pero también en gran parte de Asia y América Latina— tienen una infraestructura regulatoria más débil. Allí el problema es mucho más grande: una estimación sugiere que en algunas regiones por lo menos un tercio de los medicamentos suministrados a los pacientes son falsificados.

Y mediante el uso de nuevas tecnologías, los falsificadores son cada vez mejores replicando medicamentos genuinos, produciéndolos en masa y expandiendo su mercado a través de Internet.

El resultado es un fraude masivo con consecuencias potencialmente letales.

Los medicamentos falsificados pueden dañar a los pacientes ya sea directamente o mediante el aumento de resistencia a tratamientos contra enfermedades graves, como la malaria.

Detectar e identificar medicinas falsificadas se ha convertido en uno de los principales desafíos científicos y técnicos para países en desarrollo, y su urgencia se está volviendo cada vez más ampliamente reconocida.

A la altura del desafío

En una serie de artículos, esta semana exploramos cómo las nuevas tecnologías y las reglamentaciones están ayudando a combatir los medicamentos falsificados.

Un artículo de fondo resume los desafíos que enfrenta la comunidad de salud pública en la lucha contra su comercio. En un nivel básico, el objetivo está lejos de ser claro: las medicinas falsificadas pueden confundirse con las de calidad inferior, que tienen poco valor medicinal pero son producidas legalmente.

Las cosas se complican cuando las leyes contra la falsificación son tan amplias que abarcan los medicamentos genéricos. El artículo describe las tecnologías diseñadas para burlar las técnicas cada vez más sofisticados que usan los falsificadores, y describe las iniciativas internacionales para detectar los falsos medicamentos y evitar que lleguen a los pacientes.

En un especial relacionado, la periodista científica Yojana Sharma detalla cómo los teléfonos móviles, mini laboratorios y sencillos kits pueden ayudar a detectar las falsificaciones de forma rápida y barata. Los pacientes y los farmacéuticos pueden usar estas tecnologías para asegurarse de que los medicamentos que compran son auténticos. Estas herramientas pueden descubrir a los peores delincuentes, pero para hacer que el suministro de medicinas sea seguro, nada sustituye a la regulación.

Tres artículos de opinión muestran diferentes perspectivas de los principales desafíos y los éxitos en la prevención del comercio de medicamentos falsificados.

Leena Menghaney, gerenta de proyectos de la Campaña para el Acceso a Medicinas Esenciales de Médicos Sin Fronteras en Nueva Delhi, India, argumenta que las iniciativas puestas en marcha para luchar contra la falsificación de medicamentos van por el camino equivocado y deben reenfocarse en los medicamentos de mala calidad. Ella dice que la definición legal de ‘falsificaciones’ es una amenaza para el comercio legítimo de medicamentos genéricos parecidos a los de marcas registradas, y desvía la atención de las medicinas de baja calidad.

Pero Aline Plançon, de la Interpol en París, Francia, quien encabeza una unidad de lucha contra la falsificación que trabaja estrechamente con la OMS, describe cómo las operaciones para hacer cumplir la ley han interceptado con éxito grandes volúmenes de medicamentos falsos. Los criminales son hábiles para aprovechar vacíos en los sistemas de salud, dice ella, por lo que la cooperación entre los países y las partes interesadas es esencial.

Charles Delacollette, coordinador del Programa del Mekong para la malaria, en Bangkok, Tailandia, dice que tanto los medicamentos falsificados como los de baja calidad están impulsando el surgimiento de resistencia a los antimaláricos en la región del Mekong. Él describe los esfuerzos para reunir pruebas sobre el problema y fortalecer la capacidad de detección y vigilancia. Pero los países en desarrollo necesitan más apoyo para continuar con los esfuerzos actuales por hacer frente al comercio y documentar buenos resultados.

Asociaciones eficaces

Esta colección de artículos deja en claro que no hay remedios rápidos o soluciones fáciles. Impedir el comercio de medicamentos falsificados implicará una combinación de medidas para ayudar a los países en desarrollo a crear una respuesta duradera.

Las nuevas tecnologías están ayudando. Sin embargo, los falsificadores no pierden tiempo en encontrar formas de burlar los nuevos procedimientos de protección.

Un gran grupo de organizaciones se han alistado en la lucha contra las falsificaciones, desde agencias para el cumplimiento de la ley, hasta organizaciones sanitarias y médicas y organizaciones no gubernamentales.

También se han involucrado compañías farmacéuticas, para las cuales los medicamentos falsificados pueden significar no sólo una pérdida de ingresos, sino también una pérdida de reputación si las falsificaciones causan un daño importante. 

Pero los fabricantes de medicamentos están siendo objeto de escrutinio: se les acusa de impulsar iniciativas antifalsificaciones que también amenacen el suministro de fármacos genéricos en el mundo en desarrollo. Para contrarrestar esas acusaciones, éstos deben unir fuerzas con otros grupos para refinar la definición de falsificaciones y mejorar las tecnologías para orientarse hacia los medicamentos correctos.

Colaboración es aquí el nombre del juego. Como lo muestran estos artículos, ya está teniendo lugar una importante cantidad. Pero se necesita hacer más.

Las asociaciones efectivas entre organizaciones nacionales e internacionales permitirán a los países en desarrollo crear sólidas capacidades en buenas prácticas de manufactura, regulación del suministro de medicamentos y detección de falsificaciones.

Esto puede reducir su dependencia hacia agencias globales y ayudarles a afrontar el comercio de medicinas de baja calidad, sean éstas falsificadas o de bajo estándar.  

David Dickson, Director
Anita Makri, editora delegada
SciDev.Net

Este artículo es parte de un Informes especial sobre la Detección de medicamentos falsificados.