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Argentina establecerá su primer Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, según el anuncio que realizó la semana pasada (14 de noviembre) el nuevo gobierno electo.

La presidenta electa Cristina Fernández de Kirchner, que asumirá el poder en diciembre, designó a un prestigioso biólogo molecular, Lino Barañao, como ministro de ciencia en su nuevo gabinete.

Barañao es investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET) de Argentina, y es el actual presidente de la Agencia Nacional de Promoción Científica.

El anuncio marca un gran cambio para la ciencia en Argentina. La ciencia fue subestimada en la década del noventa, con bajos niveles de salarios y malas condiciones de trabajo. La ciencia no se consideraba central como estrategia de desarrollo para el gobierno.

Barañao dijo a SciDev.Net que la creación del nuevo ministerio "indica una nueva valoración de la ciencia".

El designado ministro agregó que el objetivo principal del nuevo ministerio será la implementación de la ciencia y la tecnología para el desarrollo económico, con particular interés en software, biotecnología y nanotecnología.

La ciencia estaba hasta ahora enmarcada en el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, con el actual secretario de ciencia Tulio del Bono a cargo de diseñar las políticas en ese sector. Ahora, se creará también un ministerio de Educación.

Según Barañao, el nuevo ministerio continuará con el plan actual de ciencia lanzado por el gobierno nacional en 2004 hasta 2010.

La meta principal de ese plan, dijo Del Bono a SciDev.Net, es incrementar la inversión en ciencia y tecnología en uno por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) hacia 2010, con 50 por ciento de inversión pública y el otro 50 por ciento del sector privado.

Del Bono dijo que la inversión en ciencia y tecnología alcanza en la actualidad el 0,65 por ciento del PBI. En 2006, el PBI de Argentina fue de US$212.000 millones, y en 2007 ha crecido un ocho por ciento, según la Secretaría de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales de ese país.

"Luego de la crisis económica de 2001, ha habido un creciente apoyo a la investigación científica", dijo Carlos Abeledo, ex –presidente del CONICET. "Esto contribuye a crear un clima de estabilidad que permite crear programas de mediano plazo necesarios para un desarrollo científico."

Diego Golombek, investigador de la Universidad Nacional de Quilmes en Buenos Aires, dijo que la comunidad científica de la Argentina esperaba desde hacía mucho tiempo un ministerio de ciencia.

Agregó que ha habido un cambio positivo en las políticas de ciencia con el actual gobierno en los últimos cuatro años. "Esta nueva medida profundizará esas políticas, por lo cual soy muy optimista sobre el futuro."

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