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[LIMA] Con la promulgación de la nueva ley marco de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica, el Perú se propone superar el atraso tecnológico de casi 40 años que ostenta en relación con otros países de la región.


La Ley, oficializada el 28 de julio, día del aniversario nacional, declara a la investigación científica como un asunto de “interés nacional” y de “necesidad pública” y un factor decisivo para la productividad y el desarrollo del país.


Uno de los aspectos más destacados de la nueva ley es la creación del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica, conformado por un Consejo Nacional en el que estarán representados en partes iguales el Estado, el sector académico y el privado.


Propone también un régimen de incentivos económicos, financieros, tributarios y crediticios que deberá ser normado en un plazo no mayor de 120 días.


Hasta la década del 60, el Perú estaba dentro del promedio latinoamericano de los indicadores de investigación y desarrollo. A partir de entonces entró en una espiral de descenso, fundamentalmente porque el porcentaje del PIB asignado año a año era cada vez menor.


Actualmente, ese porcentaje apenas equivale al 0.01 por ciento del PIB mientras el promedio latinoamericano es de 0.5 por ciento. La inversión pública anual en investigación y desarrollo por habitante hasta 1999 (último dato oficial) era de 2,14 dólares americanos.


A ello se añade que la edad promedio de los investigadores universitarios es de 47 años, es decir que no existe una generación de recambio, en opinión de los especialistas. Benjamín Marticorena, presidente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC), organismo que según la nueva ley, será rector del Sistema, señaló a SciDev.Net que la nueva ley era muy necesaria debido a que la anterior databa del año 1981 “y respondía a otra realidad”.


“El Perú registra insuficiente generación de conocimientos, tenemos un escaso dinamismo tecnológico y consecuentemente, una limitada actividad inventiva. Es escaso el número de patentes y la dotación de recursos para ciencia y tecnología, y un número reducido de investigadores y profesores universitarios con la formación y grados académicos adecuados”, agregó cuando se le pidió un diagnóstico del sector.


Marticorena opinó que en general “existe poca ciencia en el Perú, pero no poca tecnología, lo que sí se tiene es muy poca capacidad de transferencia tecnológica”.


En opinión de la Comisión de Educación, Ciencia, Tecnología, Cultura y Patrimonio Cultural del Congreso de la República, que tuvo a su cargo la formulación del proyecto de ley, a todo lo anterior se añade la escasa o nula vinculación entre la investigación y las actividades sociales o productivas, omisión que la nueva ley marco se propone superar.


Con ese fin, la nueva ley dispone una articulación efectiva entre los involucrados en el desarrollo y aplicación de la ciencia y tecnología, es decir, gobiernos regionales y locales, universidades públicas y privadas, el sector empresarial, los programas nacionales y especiales, las comunidades campesinas y nativas y otras entidades del Estado, como el Instituto Nacional de Defensa del Consumidor y la Propiedad Intelectual, organismo que tiene que ver directamente con las patentes. 


Según la nueva ley, el CONCYTEC estará adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros. Marticorena informó que esa entidad está por concluir el Plan Nacional de CyT, elaborado con base en una amplia consulta a nivel de organismos e instituciones regionales, municipales, empresariales y el Acuerdo Nacional, una instancia en la que están representadas las principales fuerzas políticas del país. Dicho Plan ha establecido los sectores prioritarios para la investigación científica y tecnológica hacia los cuales se canalizará el financiamiento nacional e internacional.