21/01/08

Ciencia ‘con pertinencia social’

Crédito de la imagen: Gutemberg Brito/Instituto Oswaldo Cruz/Fiocruz

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

El ‘estado de coma’  en que se encuentran las capacidades científico-técnicas constituye un obstáculo fatal para el desarrollo de Nicaragua, afirma el biólogo molecular Jorge A. Huete-Pérez, en artículo de opinión para el diario nicaragüense La Prensa.


Según él, la carencia de una masa crítica de catedráticos y científicos cultos y con compromiso social, la marginación de la función de investigación en la educación superior, y la carencia de vínculos reales con el sector productivo, dejan en entredicho el modelo actual de la investigación universitaria.


Huete-Pérez defiende que el financiamiento público y la autonomía universitaria significan un enorme compromiso para las universidades, no solamente por los fondos recibidos del seis por ciento del Presupuesto Nacional durante los pasados 17 años y por los 25 años de cooperación extranjera, sino también por su deber con el desarrollo nacional. La tolerancia a la mediocridad en la universidad acentúa su problemática institucional y contribuye al deterioro del país.


Y pregunta: Al plantearnos un nuevo modelo de universidad y de una investigación con pertinencia social debemos preguntarnos ¿qué espera la sociedad nicaragüense de la universidad? ¿Qué respuesta es capaz de dar la universidad? De acuerdo con el autor, ante toda la gama de problemas sociales sería ingenuo pensar que la universidad pueda resolver ni siquiera las necesidades urgentes, pero el punto de partida debe ser contar con una universidad comprometida con la calidad y consciente de su responsabilidad social.


La promoción de un modelo de ciencia con pertinencia social —en el que las instituciones académicas son llamadas a jugar un rol excepcional— también implica la construcción de una cultura científica.


El Estado también tiene una enorme responsabilidad en todo esto. En tanto que la ciencia se apreste a resolver los problemas sociales apremiantes, se vincula inevitablemente con preocupaciones políticas. Le corresponde al Estado —a través de instituciones apropiadas— promover la difusión de la ciencia como cultura general e incitar la discusión informada sobre asuntos en los que la ciencia y la tecnología tengan implicaciones sociales.


Huete-Pérez finaliza: La languidez de acciones gubernamentales en ciencia y tecnología contribuye eficazmente con la profundización de un modelo injusto de concentración de la riqueza, de pobreza y desigualdad, y perpetúa el subdesarrollo.


Enlace al artículo de La Prensa de Nicaragua