22/06/05

En Colombia, orugas para combatir tráfico de cocaína

La cocaína se produce a partir de las hojas de la planta de coca Crédito de la imagen: US Drug Enforcement Agency

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[BOGOTA] Biólogos colombianos afirman que las orugas pueden ser utilizadas para destruir cultivos ilegales de coca, base para la producción de cocaína.


Alberto Gómez, presidente de la Red Nacional de Jardines Botánicos hizo la propuesta en carta fechada el 31 de mayo, dirigida a Sabas Pretelt, ministro del interior y presidente del Consejo Nacional de Estupefacientes.


Gómez y sus colegas proponen liberar la polilla Elorio noyesi, cultivada en laboratorio, en la áreas donde se encuentran los cultivos ilegales de coca. Las polillas hembras dejan sus huevos en las plantas. Cuando alcanzan el estadio de orugas, éstas se alimentan de las hojas, destruyendo la planta.


Esta propuesta es mejor que asperjar herbicidas desde el aire, dicen los investigadores. Grupos de derechos humanos y ambientales se han quejado porque los herbicidas también destruyen los cultivos de pancoger y afectan la salud de los pobladores locales. (Ver Colombian herbicide spraying under attack).


El destacado botánico colombiano Jesús Hidrobo hizo la propuesta por primera vez hace más de 15 años, pero de acuerdo con Gómez, no existía infraestructura de laboratorios en Colombia capaz de producir suficientes polillas que hicieran viable la propuesta.


Hoy en día, sin embargo, existen al menos cinco criaderos de insectos en Colombia, con capacidad para producir varios miles de polillas. Para que esta idea se convierta en realidad, deben construirse estaciones en los alrededores de los cultivos ilícitos que produzcan cientos de miles de estas mariposas nocturnas, las cuales pueden liberarse hacia los campos de manera escalonada.


Ricardo Vargas, director de Acción Andina, una organización no gubernamental que trabaja en políticas para controlar el narcotráfico afirma que el problema no radica en los cultivos de coca sino en el circuito de las drogas y la misma política antidrogas.


La propuesta de los biólogos hará que los cultivadores utilicen aún más insecticidas para matar las orugas, incrementando “aún mas la alta proliferación de químicos que se usan hoy tanto para cuidar el cultivo como para el procesamiento de la pasta básica de coca”, dijo Vargas, cuya organización lanzará el libro Narcotráfico, guerra y política antidrogas.


A Gómez también le preocupa el uso de pesticidas. El mes pasado la Organización de Estados Americanos publicó un estudio que concluía que la aspersión del herbicida glifosato en cultivos de coca no era dañino ni para la salud humana ni para el ambiente. (Ver Pesticide used in Colombian war on drugs ‘not harmful’).


Dicho estudio generó preocupación, dice Gómez en su carta al Ministro, en el sentido de que el gobierno apruebe la fumigación aérea con glifosato en los parques nacionales, donde se empieza a cultivar ilícitamente la coca.


“Es un problema muy complejo,” dice Vargas, “como para pensar que con la tal oruga hemos encontrado la ‘bala de plata’ en la solución a este problema de las drogas.”






Orugas Elorio noyesi se
alimentan solamente de
hojas de coca


Gonzalo Andrade, zoólogo del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, experto en el estudio de mariposas, dice que las orugas solamente serían parte de la solución y que el programa de erradicación manual, que implica quemar y arrancar las plantas, debe continuar.


Añade que aunque las orugas solamente se alimentan de la hoja de la planta de coca y aceleraría la erradicación, aún es necesario investigar si el método es igualmente eficiente en las dos especies de coca que se cultivan en Colombia.


El 14 de junio la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito anunció que el área cultivada con coca en Colombia había disminuido en 7 por ciento hasta 80,000 hectáreas entre 2003 y 2004, mientras que en Bolivia y Perú el área aumentó.