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[SANTIAGO DE CHILE] Los centros Milenio de excelencia son “lejos la fuente más productiva en formación científica avanzada en Chile”, dice el informe de evaluación del Banco Mundial, que, en 1999, prestó US $5 millones por un periodo de tres años a Chile para la formación de esta iniciativa.


El informe emitido por el Banco calificó la Iniciativa Científica Milenio (ICM) como “altamente satisfactorio”. Entre los logros, menciona su proceso de selección justo, abierto y basado en méritos, con un jurado internacional que evalúa los proyectos.


Otra meta destacada es el aumento de la productividad de los investigadores y una estructura administrativa liviana y eficaz, que emplea un 5,5% de los recursos, casi la mitad de lo planificado originalmente.


El documento añade otros objetivos logrados, como la construcción de una base de monitoreo y evaluación que puede servir de plataforma para una mejor política de ciencia y tecnología. Esto, porque los centros de investigación y la propia entidad son evaluados permanente por el Banco Mundial y por comités independientes.


La crítica que tiene el Banco Mundial para la ICM es su falta de promoción entre socios potenciales del sector privado. “Tenemos algunas relaciones con el sector privado. Pero para avanzar lo más recomendable es establecer alianzas estratégicas”, comenta Claudio Wernli, director ejecutivo de la ICM. Y agrega: “Esto es un problema nacional”.


Entre 1988 y 1998 la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) —  la mayor fuente de financiamiento en ciencias mediante diversos fondos y programas — entregaba anualmente, en promedio, 51 becas de doctorado. En los últimos años, el gobierno chileno le ha dado gran importancia a la formación de postgrado. Por eso, en el año 2002 Conicyt aumentó a 162 las becas para adelantar programas de doctorado.


Hasta el año 2000, cuando la ICM empezó realmente a operar, la tradicional administradora de este tipo de fondos había sido la Conicyt, con 36 años de vida.


Sin embargo, el gobierno del entonces presidente Eduardo Frei, junto con el propio Banco Mundial, decidió que la ICM no dependiese de Conicyt para estimular cambios inmediatos.


La ICM tienes dos tipos de centros de excelencia: los institutos y los núcleos. Los Institutos Milenio poseen un presupuesto anual de poco más de un millón de dólares, duran 10 años y deben contar con por lo menos siete investigadores de excelencia. Los Núcleos Milenio tienen un presupuesto anual de poco más de 200 mil dólares, duran tres años, y cuentan con un mínimo de tres investigadores de excelencia.