08/05/08

Palis ve futuro a la cooperación Sur–Sur

Jacob Palis Crédito de la imagen: IMPA

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

Jacob Palis, presidente de la Academia de Ciencias de Brasil, habla de liderazgo, responsabilidad compartida y un futuro prometedor para la cooperación Sur–Sur en actividades de investigación.

El matemático brasileño Jacob Palis ha pasado gran parte de su carrera tratando de convencer a los países del Sur de que la cooperación es la clave para el desarrollo sostenible.

Palis es miembro extranjero de las academias de ciencias de diez países, presidente de la Academia Brasileña de Ciencias y actual presidente de la TWAS, la Academia de Ciencias para el Mundo en Desarrollo. Como presidente de ese organismo, puso sus ideas en
práctica sobre la cooperación Sur-Sur en varios programas de colaboración de esa Academia.

Palis habló con Carla Almeida sobre la cooperación Sur-Sur, la esencia de una sociedad exitosa y los desafíos involucrados.

¿Cómo describiría el apoyo internacional actual a la cooperación Sur-Sur en investigación?

Hay más apoyo que nunca, y tanto las expectativas como los logros son más concretos de lo que eran hace diez años.

Es particularmente importante que los países relativamente más desarrollados del Sur hayan decidido compartir la responsabilidad de apoyar la ciencia y la tecnología sostenible para todas las naciones.

En Brasil, por ejemplo, la cooperación [Sur-Sur] ahora forma parte de la política de gobierno. China e India también están comprometidos. México se está uniendo al grupo. El escenario ha cambiado. Ahora, la responsabilidad [de apoyar la investigación en los países en desarrollo] está mejor distribuida [entre el Norte y el Sur].

Pienso que esto es muy simbólico y puede ser un incentivo para otros países. Esto dice, ‘si ellos triunfan, nosotros también podemos hacerlo’. Cuando te comparas con países que son mucho más desarrollados es más difícil lograr esta sensación.

¿Dónde ubicaría los esfuerzos de la TWAS en este marco?

TWAS apoya la investigación científica en el Sur a través de varios programas.
Uno de ellos ofrece entrenamiento de posgrado en Brasil, China, India y México para investigadores de los países menos desarrollados. Eso supone alrededor de 200 y 250 becas anualmente.

¿Existen algunas situaciones en las que la cooperación Sur-Sur tiene más sentido que en otras?

Detrás de todo tipo de cooperación exitosa hay siempre un liderazgo científico. Hay países como Chile, por ejemplo, que son muy buenos en biotecnología. Por eso, es fácil tener intercambios entre Brasil y Chile en esa área.

Por otra parte, es necesario impulsar nuevas colaboraciones. Los buenos investigadores de los países en desarrollo más avanzados deberían contactarse con los menos desarrollados para ofrecerles cursos y otros tipos de entrenamiento.

Si los programas cuentan con un grupo de investigadores que vaya a la misma institución, eso es mejor todavía, pues se puede crear un ambiente mágico e intelectualmente estimulante. Crear esos ambientes es la clave para producir ciencia sostenible.

¿Qué es importante para una exitosa cooperación?

Cuando las instituciones abren sus puertas deben tener una actitud generosa y ser muy pacientes en la fase inicial de la colaboración. Ese es el momento más importante. Si es un buen comienzo -entusiasta y respetuoso-, es un signo de que la cooperación irá bien. Por otra parte, si un investigador llega y se siente fuera de lugar, es poco probable que la colaboración sea exitosa.

Es importante superar los primeros obstáculos: las diferencias culturales, de clima y de idioma. Una vez que eso se supera, es importante valorar los logros de los investigadores involucrados en la colaboración.

Finalmente, también es esencial exigir calidad. Un país no puede pretender entrenar a jóvenes investigadores competentes si, de hecho, no lo hace.

La fuga de cerebros es un problema para el progreso científico en los países en desarrollo. ¿La cooperación puede ayudar a revertirla?

Esto es difícil de solucionar. En primer lugar, necesitamos obligar formalmente a los investigadores a regresar a sus países una vez que la cooperación termine.

Pero el gran problema, que aún queda por resolver, son las condiciones locales -la dificultad que enfrentan los investigadores para obtener un trabajo decente y lugares bien equipados una vez que regresen.

Debería existir un mecanismo a través del cual los investigadores puedan traer su equipo de vuelta con ellos desde el lugar de la cooperación que les permita continuar con sus trabajos. TWAS presentará una propuesta en esa dirección.

¿Cuáles son buenos ejemplos de acuerdos Sur-Sur que han durado y florecido después del período inicial, y cuál es la clave para su sustentabilidad?

Las colaboraciones entre Argentina y Brasil han funcionado bien por cerca de 30 años. Hay momentos en que Brasil ofrece más, y viceversa, pero eso se equilibra.

La empatía entre los países que cooperan en muy importante. Nosotros [Argentina y Brasil] discutimos mucho sobre fútbol, pero lo cierto es que ambos países reconocen la importancia de la colaboración.

La sustentabilidad tiene todo que ver con los buenos resultados producidos por esa investigación conjunta. Eso es lo que crea el vínculo [entre investigadores] y lo mantiene.

¿Cómo pueden hacer los países en desarrollo para sacar el mejor provecho de la colaboración Sur-Sur en investigación?

La colaboración en investigación tendrá impacto limitado si los gobiernos no ven el valor de la ciencia y la tecnología. El reconocimiento de ese valor es cada vez más grande en los países en desarrollo más privilegiados, pero eso necesita ser transmitido a otros países en desarrollo.

El gran desafío es lograr un nivel base satisfactorio para la investigación en ciencia y tecnología en todos los países. No estaremos satisfechos antes de lograrlo.

¿Qué supone que traerá la colaboración Sur-Sur en investigación en los próximos 10 años?

Hoy, los países del G8+5 -que incluye a Brasil, China, India, México y Sudáfrica- no sólo están abiertos a discusiones sino que también buscan activamente comprometer a todos los países en importantes debates.

Los países del G8+5 piden a sus academias de ciencia sus opiniones acerca de temas como cambio climático, deforestación y desarrollo sostenible en los países con menor desarrollo.

En mi opinión, la cooperación Sur-Sur será más fuerte cada día. Veo la ciencia y la tecnología como una herramienta positiva para la diplomacia global.