Por: Aleida Rueda
Enviar a un amigo
Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.
[MORELOS, MÉXICO] La ausencia de un plan de manejo ambiental y la introducción de especies invasoras en Las Estacas, uno de los parques acuáticos más importantes de México, están mermando la fauna acuática y erosionando su suelo.
El Parque Acuático Las Estacas, ubicado en Morelos, a dos horas de Ciudad de México, tiene una superficie de 652 hectáreas de selva baja, compuesto por diversas especies de flora y fauna, que incluyen algunas endémicas o en peligro de extinción.
El paso del río Yautepec ha creado ahí una serie de manantiales de aguas cristalinas y uno de los hábitats acuáticos más importantes del estado.
En 2008 fue declarado Reserva Natural por el gobierno estatal con el fin de mantener sus servicios ambientales y proteger a las 132 especies de aves, 10 de peces y 8 de mamíferos que lo habitan.
Sin embargo, la ausencia de un plan de manejo ambiental y la llegada accidental o deliberada de especies no compatibles con el hábitat desde hace más de 10 años, han mermado la fauna acuática significativamente.
Según Margarito Tapia García, investigador del Departamento de Hidrobiología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa, varias de estas especies invasoras fueron introducidas en México para criarlas en acuarios y estanques.
Sin embargo, las constantes lluvias e inundaciones propiciaron que se escaparan y llegaran al río. En otros casos ha sido una introducción deliberada por parte de gente que decide deshacerse de sus peces y arrojarlos al río.
El problema es que muchos de ellos, como el pez convicto (Amatitlania nigrofasciata), la tilapia roja (Oreochromis mossambicus), el terror verde (Aequidens rivulatus) o la langosta azul (Cherax quadricarinatus), tienen un comportamiento muy agresivo y territorial.
“Como tienen una capacidad competitiva muy alta, desplazan a otras especies y empiezan a dispersarse rápidamente”, dice a SciDev.Net Tapia García, quien está por concluir un estudio para determinar la cantidad exacta de especies que se han reducido a partir de la llegada de las invasoras en Las Estacas.
Además, de acuerdo con el investigador, “los trabajadores, por desconocimiento, han aplicado biocidas en el río” con el fin de atacar a las invasoras pero terminan mermando otras especies más sensibles a estas sustancias, como los peces espada.
La erosión es otro de los problemas provocados por el depósito de huevos en las laderas del río por parte de varias de estas especies. Después de medir la profundidad de estos sedimentos, Tapia García encontró que con el tiempo, la acumulación de sedimentos ha provocado el derrumbe de hasta 5 o 6 metros en algunas secciones de las orillas del río.
Según Tapia García, esto ha provocado que parte de la flora quede flotante y que, incluso, algunos árboles se desplomen producto del debilitamiento de sus raíces.
Para él, la introducción de especies no es necesariamente mala. Debido a que varias especies de flora acuática desaparecieron a consecuencia de las inundaciones por las crecientes de agua del río Yautepec, su equipo introdujo otras que sí son compatibles con el hábitat para recuperar el equilibrio del río.
Para ambos investigadores, el título de Reserva Natural carece de sentido si no hay lineamientos claros para su protección. “El plan de manejo ya está en proceso pero necesitamos que se cumpla”, concluye Tapia García.