15/03/14

Años más cálidos aumentarían malaria en alturas tropicales

Ethiopia sunset_Panos
Crédito de la imagen: Crispin Hughes / Panos

De un vistazo

  • Las bajas temperaturas salvan de la malaria a las personas que viven en zonas montañosas
  • El cambio climático podría alterar esta condición aumentando la enfermedad en zonas más altas
  • Estudio relaciona la aparición de malaria en montañas de Colombia y Etiopía con años más cálidos

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

[BOGOTA] Las personas que viven en tierras altas densamente pobladas de África y América del Sur – donde se encuentran protegidas de la malaria gracias a las bajas temperaturas- podrían verse afectadas por la enfermedad con el cambio climático, según un estudio publicado en la revista Science (6 de marzo).
 
Las regiones montañosas con climas relativamente fríos no son lugares adecuados para la transmisión del parásito de la malaria ni para el buen desempeño biológico de los mosquitos que transmiten la enfermedad. Pero los modelos de predicción señalan que con el cambio climático esta protección desaparecerá.
 
Datos recopilados en Colombia y Etiopia le permitieron a un grupo de científicos demostrar que en los años más cálidos de las últimas dos décadas, se detectaron casos de malaria en mayores altitudes.
 
Los investigadores recolectaron información sobre variabilidad climática e incidencia de la malaria en124 municipios ubicados en una zona montañosa del centro de Colombia entre 1990 y 2005,  y de 159 localidades de Etiopía, entre 1993 y 2005.
 
“Nuestros resultados mostraron que a pesar de estar en dos continentes diferentes, en estas dos regiones montañosas los aumentos de temperatura a través de los años provocaron una expansión en la distribución espacial del paludismo a lugares más altos”, dice el artículo.
 
Daniel Ruiz Carrascal, uno de los autores del estudio e investigador de la Escuela de Ingeniería de Antioquia, Colombia, dijo a SciDev.Net que el parásito y el mosquito solo encuentran las condiciones ideales para su reproducción a temperaturas superiores a 21.5°C.
 
En Colombia, en 1950 el promedio de días con una temperatura promedio por encima de 21.5°C fue de 50. Hoy ese número ha aumentado a 150, dijo el investigador.
 
“Vamos a tener más y más las temperaturas favorables para tener una reproducción satisfactoria del parásito”, comentó Carrascal.
 
El estudio añade que el cambio climático ya habría impactado la carga de la malaria en esas regiones.
 
En Etiopía, donde el 43 por ciento de la población vive entre 1.600 y 2.400 metros sobre el nivel del mar, por cada grado Celsius que aumente la temperatura podrían ocurrir 410.000 nuevos casos de paludismo por año, de acuerdo con un estudio publicado por el mismo grupo en 2009.
 
"Una mayor intensidad en la transmisión de la enfermedad, impulsada por altas temperaturas, exigirá mayores esfuerzos de control”, concluye el estudio.
 
Los autores plantean que hay una necesidad de políticas de salud pública “que mitiguen los efectos del cambio climático sobre la malaria en las tierras altas, incluyendo medidas para expandir y mantener la red de centros de diagnóstico y vigilancia. Estas medidas deberían contribuir a mejorar la detección temprana de epidemias y ayudar en la eliminación global de la malaria”.
 
Sócrates Herrera, fundador del centro de investigación Caucaseco en Colombia, quien trabaja en el desarrollo de una vacuna contra la malaria, comentó a SciDev.Net: "Es un estudio muy serio. Creo que se está documentando algo que hemos estado sospechando en los últimos años, especialmente en regiones altas donde no estábamos acostumbrado a ver la malaria”.
 
Y Ana Priscila Bascuñán, científica visitante en la Escuela de Salud Pública de Estados Unidos de Harvard, dice que se trata de un buen estudio ya que optó por dos zonas que son altamente endémicas de malaria en dos continentes.
 
Asimismo, destaca que el valor del estudio es que "demuestra por primera vez, y empíricamente, las consecuencias potenciales del cambio climático sobre la distribución de vectores asociados a enfermedades como la malaria”.
 
Enlace al estudio completo en Science
 
La versión original de este artículo se publicó en la edición global de SciDev.Net

References

Science doi:10.1126/science.1244325 (2014)