29/09/15

Crowdfunding para que mujeres indígenas sean científicas

Programa jóvenes científcas Chiapas Pauta
Crédito de la imagen: Asociación PAUTA

De un vistazo

  • Primera convocatoria para recaudar fondos por Internet no logró reunir ni la mitad de lo requerido
  • Pero organizadores no cejarán en su empeño de lograr que 20 mujeres indígenas sean científicas
  • US$20 mil serían suficientes para mantener el programa durante seis meses

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[CIUDAD DE MÉXICO] Un programa que impulsa a mujeres indígenas mexicanas a que se dediquen a la ciencia está en riesgo de desaparecer por falta de recursos.
 
En su primer intento por buscar financiamiento por internet (crowdfunding), la asociación civil que lo lleva a cabo, PAUTA, sólo logró colectar US$8 mil de los US$20 mil que tenían como meta inicial, y que serían suficientes para mantener el programa durante 6 meses.
 
En 2010 la asociación PAUTA creó el Programa de Acompañamiento a Niñas y Jóvenes Científicas de Los Altos de Chiapas (al sur de México), con el fin de apoyar a las jóvenes con una beca mensual y talleres, en un lugar en el que suelen abandonar la escuela antes de los 15 años.

“Los padres están poco acostumbrados a ver que sus hijas se dediquen a la ciencia y se vayan”.

Gabriela de la Torre, directora de PAUTA

 
Desde entonces, veinte mujeres indígenas se reúnen cada mes con una científica distinta que les imparte temas de ciencias exactas, ambientales y sociales y, además, participan en talleres de desarrollo de habilidades sociales, comunicación, ciencia, creatividad y emprendimiento social.
 
“Trabajamos mucho en la comunicación oral y escrita, porque para muchas de ellas el español es su segunda lengua. No queremos que el idioma sea una limitante cuando tengan que escribir una tesis, por ejemplo”, dice Gabriela de la Torre, directora de PAUTA.
 
El éxito del programa se ha visto reflejado en la permanencia de las jóvenes en sus estudios. Algunas están terminando la preparatoria. Otras están en los últimos semestres de la licenciatura. Una de ellas, Ana Cristina Ruiz, se graduó hace dos meses en biología en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas y ya tiene una oferta para hacer una maestría en genética, en Inglaterra.
 
Según De la Torre, una de las mayores complejidades del programa ha sido ayudar a que continúen su formación académica sin que su comunidad las excluya.
 
“Aunque hay familias con niños y niñas con buen desempeño académico, las mejores oportunidades suelen ser para ellos. Los padres están poco acostumbrados a ver que sus hijas se dediquen a la ciencia y se vayan”, dice De la Torre.


Rebeca Pérez Daniel, investigadora en educación intercultural, ve en el programa de PAUTA una diferencia significativa respecto a otras instituciones que buscan garantizar el acceso a los espacios que les han sido negados por condiciones de exclusión.
 
“Garantizan el acceso pero no su permanencia. PAUTA, en cambio, las acompaña y les provee de herramientas para lidiar y comprender las reacciones de los otros, incluyendo las de su propia familia”, dice Pérez.
 
La mayor dificultad, sin embargo, ha sido conseguir los recursos económicos que mantengan con vida al programa. Y aunque en su primer intento (4 de agosto-4 de septiembre), no lograron juntar ni la mitad de lo que requerían, ya analizan las debilidades de esta campaña para poder hacer más crowdfunding en el futuro.
 
Enlace a la Campaña