08/04/14

Tras recorte, hay temores sobre futuro de I+D en salud

Vaccine R&D_AIDSVaccine
Crédito de la imagen: AIDSVaccine

De un vistazo

  • Agencias federales de EEUU sufren recorte de 5 por ciento en sus presupuestos
  • Una consecuencia fue que ensayo de TB en Brasil tuvo que cerrarse para nuevos pacientes
  • Se pide a Congreso aprobar ley para impulsar nueva línea de medicamentos de USAID

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El futuro de la investigación y el desarrollo de enfermedades como el VIH, la tuberculosis y la malaria puede estar en riesgo debido a los recortes federales generalizados ejecutados el año pasado por los Estados Unidos, el mayor financiador de la I+D en salud global, advierte un informe.

Los Estados Unidos han contribuido a financiar el desarrollo del 53 por ciento de 45 vacunas, medicamentos, medios de diagnóstico y dispositivos que fueron llevados al mercado global de la salud entre 2000 y 2010, según un informe entregado al Congreso la semana pasada (27 de marzo) por la Coalición de Tecnologías para la Salud Mundial.
 
Además, el apoyo de Estados Unidos está ayudando al desarrollo de 200 de los 365 productos mundiales de salud movilizados a través de la agenda de I+D, precisa la coalición de organizaciones sin fines de lucro.
 
Sin embargo, los radicales recortes a los fondos federales, que entraron automáticamente en vigor en marzo de 2013 después que el Congreso no logró ponerse acuerdo sobre el presupuesto, podrían paralizar la I+D del sector de la salud mundial, advierte el informe.
 
Debido a este ‘secuestro’, agencias federales como los Institutos Nacionales de Salud (INS) vieron recortados sus presupuestos en un cinco por ciento para el año fiscal 2013, que comenzó en octubre de 2012 y finalizó en setiembre de 2013.
 
“Sin un flujo constante de fondos, perderemos algunas de las ventajas en cuyo desarrollo hemos trabajado muy duro en la última década”, sostuvo Dan Hartman, director de desarrollo integrado de la Fundación Bill & Melinda Gates, una de las organizaciones integrantes de la coalición que apoya el informe, en una conferencia la semana pasada (28 de marzo) en Washington D.C.
 
Aunque un acuerdo sobre el presupuesto en enero restableció alrededor de mil millones de dólares a los INS para el año fiscal 2014, significa todavía US$950 millones menos a los que la agencia tenía en 2012.

El secuestro también conllevó a un recorte en el número de subsidios a proyectos competitivos de investigación que el gobierno de Estados Unidos ofrece y la suspensión de ensayos clínicos.
 
Uno de estos ensayos lo estaban llevando a cabo los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, respaldados por el Consorcio de Ensayos de Tuberculosis. El consorcio está trabajando en una nueva combinación de medicamentos contra la tuberculosis que incluye altas dosis de rifapentina y otros fármacos anti TB diseñados para reducir el régimen de tratamiento de seis meses a tres o cuatro. Cuando el recorte entró en vigor, el consorcio dejó de inscribir pacientes en dos de sus 20 sitios clínicos, uno en los Estados Unidos y el otro en Río de Janeiro, Brasil.
 
El informe recomienda que el presupuesto federal para 2015 suministre cuando menos US$32 mil millones para los INS, aproximadamente un seis por ciento más de los US$30.2 mil millones que el presidente propuso otorgar a la agencia.
 
Además, la Coalición de Tecnologías para la Salud Mundial pide que se le dé un papel más importante a la Administración de Alimentación y Drogas (FDA por sus siglas en inglés) de los EE.UU. para que pueda poner más rápidamente en el mercado nuevos productos para las enfermedades olvidadas haciendo un mejor uso de su poder para acelerar el proceso de revisión de los fármacos en tales casos.

Sin un flujo constante de fondos, perderemos algunas de las ventajas en cuyo desarrollo hemos trabajado muy duro en la última década”.

Dan Hartman, Fundación Bill & Melinda Gates

El informe también insta al Congreso a aprobar la Ley de Tecnología para la Salud Mundial del Siglo XXI presentada en abril de 2013, cuyo objetivo es reforzar la línea de desarrollo de productos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés).
 
Pero el financiamiento no es la única solución, señalaron los líderes de salud global en la reunión. Las asociaciones público-privadas también son necesarias para ayudar a que las innovaciones lleguen a los pacientes.
 
“Necesitamos hacer más que solo llevar nuevos productos al mercado”, afirmó Adrian Thomas, vicepresidente de acceso al mercado mundial, operaciones comerciales estratégicas y salud pública global de Janssen Global Services, la división farmacéutica de cuidado de la salud de la empresa Johnson & Johnson de los Estados Unidos.
 
Añadió que una vez que las agencias reguladoras aprueban los fármacos, vacunas y otras herramientas médicas, el siguiente reto es encontrar la forma de que lleguen a la gente que más las necesita.
 
El informe recomienda que las agencias de Estados Unidos —entre las que se incluyen los INS, la FDA, USAID, el Departamento de Defensa, y los Centros de Control y Prevención de Enfermedades— deberían tener su financiamiento para proteger el desarrollo de productos para la salud mundial y mantener su inversión en el descubrimiento, desarrollo y entrega de nuevas herramientas para la salud pública en todo el mundo.

Enlace a Innovation for a changing world (en inglés)
 
Enlace a la Ley de Tecnologías para la Salud Mundial del Siglo XXI (en inglés)
 
La versión original de este artículo se publicó en la edición global de SciDev.Net