08/07/11

Esquema de EEUU financiará a científicos del Sur

Científicos de países en desarrollo que ya estén colaborando con investigadores de EEUU calificarán para los nuevos fondos Crédito de la imagen: Flickr/CIMMYT

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Investigadores de países en desarrollo tendrán acceso a nuevos fondos estadounidenses a través de una iniciativa lanzada ayer (7 de julio) en ese país. 

Los investigadores estadounidenses que trabajan en países en desarrollo reciben cerca de US$100 millones al año en subvenciones de la Fundación Nacional de Ciencias de EE.UU. (NSF, por su sigla en inglés). 

Pero hasta ahora sus colaboradores en el mundo en desarrollo no han podido postular a ninguno de estos fondos, lo que ha creado una asimetría en las relaciones, según Alex Dehgan, consejero en ciencia y tecnología de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID). 

“Lo que queremos es que [los científicos del mundo en desarrollo] tengan sus propias fuentes de apoyo, de manera que verdaderamente estén constituyendo una alianza, en respuesta al llamado que hizo Obama en El Cairo”, dijo Dehgan a SciDev.Net, refiriéndose al famoso discurso del presidente de Estados Unidos en 2009.
 
Ahora la USAID se asoció con la NSF para proporcionar subsidios a investigadores de países en desarrollo que sean socios de beneficiarios de la NSF en Estados Unidos. 

La iniciativa Partnerships for Enhanced Engagement in Research (PEER) [Alianzas para una mayor participación en la investigación] apoyará la investigación aplicada —ciencia para apoyar el desarrollo— en áreas de interés mundial, como cambio climático, biodiversidad, asuntos hídricos, agricultura, riesgo sísmico y deforestación. 

“Realmente integra lo mejor que Estados Unidos tiene para ofrecer —nuestra capacidad científica y tecnológica y, particularmente, el proceso de revisión de pares que emplea la NSF—, con su contraparte en países en desarrollo para finalmente poder financiar su ciencia, a sus estudiantes y sus laboratorios”. 

La mayor parte de los fondos estará disponible para cualquier país donde funcione la USAID. Además, habrá algunos fondos específicos para Indonesia y el Líbano, y potenciales fondos específicos para el mundo islámico, patrocinados por el proyecto Global Engagement Through Partnerships, de Obama. 

Las postulaciones para investigadores del mundo en desarrollo —que ya deben estar colaborando con científicos estadounidenses en proyectos financiados por la NSF y que serán en adelante los investigadores principales de los nuevos proyectos— se evaluarán según dos criterios: méritos científicos e impacto en el desarrollo. 

Ya se están realizando proyectos piloto en Bangladesh, Burkina Faso, Kenia, Mali y Tanzania. 

Dehgan dijo que los fondos podrían motivar nuevas alianzas, ya que no se restringirán a colaboraciones ya existentes. 

USAID puso a disposición US$8,3 millones para científicos de países en desarrollo que lideren proyectos, pero la cifra podría aumentar si hay una gran demanda, dijo Dehgan. 

Michael Greene, académico de la división de Políticas y Asuntos Globales de las Academias Nacionales de Ciencias de EE.UU., dijo que la iniciativa podría beneficiar a todas las partes. 

“Un beneficio menos obvio será exponer a la comunidad científica local a una revisión de pares de clase mundial”, dijo Greene. “A los mejores investigadores les gustará y también lo querrán para proyectos con financiamiento nacional, y los gobiernos podrían además ver beneficios en promover más proyectos productivos… Espero que haya alguna capacitación en la redacción de propuestas para los potenciales postulantes”.