05/07/13

Panamá y Venezuela definen posiciones sobre uso de GM

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Crédito de la imagen: Keith Weller, United States Department of Agriculture

De un vistazo

  • Panamá anunció la autorización para plantar maíz GM para alimentación animal
  • Venezuela discute una nueva Ley de Semillas que incluye la prohibición de utilizar semillas GM
  • En Venezuela hay barreras para la producción, pero no para el consumo de transgénicos, dice investigador

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Acciones opuestas respecto de la producción de alimentos de origen transgénico han anunciado en los últimos días Panamá y Venezuela. Mientras la nación centroamericana anunció que autorizará por primera vez la siembra de transgénicos, Venezuela evalúa una ley para prohibir este tipo de cultivos en su territorio.
 
Panamá anunció a mediados de junio que permitirá plantar 2.500 bolsas de maíz GM para consumo animal. Román Gordon Mendoza, investigador del Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá, dice a SciDev.Net que la primera partida debiera arribar en agosto, coincidiendo con el inicio del año agrícola en el país.
 
Se trata de maíz Herculex I, del laboratorio estadounidense Pioneer, modificado para resistir algunas plagas de insectos que azotan el maíz y tolerar al herbicida glufosinato de amonio. En agosto de 2012 la Comisión Nacional de Bioseguridad recomendó autorizar siembras controladas de este maíz, dice Gordon Mendoza.
 
Dicha recomendación prosperó con algunas condiciones: “Que las siembras se realicen en el área donde se hicieron los estudios de bioseguridad (región de Azuero, provincias de Herrera y Los Santos), exceptuando áreas de resguardos indígenas y dejando como mínimo 400 m de distancia de cultivos de maíz; que las parcelas sembradas con organismos GM se roten cada tres años con siembra de maíz convencional (…); y que la cosecha del grano de estas parcelas sea solo para consumo animal”.
 
En tanto, en Venezuela —donde nunca se han cultivado transgénicos— la Subcomisión de Desarrollo Alimentario de la Asamblea Nacional discute actualmente un proyecto para una nueva Ley de Semillas, que incluye la prohibición expresa de utilizar semillas GM para cultivar alimentos de consumo tanto humano como animal.
 
En una entrevista con la cadena de televisión Telesur, el diputado venezolano Alfredo Ureña, indicó que la ley tiene busca promover la seguridad alimentaria del país y proteger su fauna y flora. “Los paquetes tecnológicos que traen las semillas afectan la biodiversidad”, señaló.
 
No obstante, Alejandro Pieters, investigador asociado al laboratorio de Ecofisiología Vegetal del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, dice a SciDev.Net que no hay pruebas concluyentes en este sentido: “Yo no diría que los organismos GM destruyen el ambiente, esa es una aseveración demasiado drástica. Sin embargo, existe la posibilidad de que la característica introducida al OGM pueda transferirse a otras especies. Esto podría tener consecuencias importantes desde el punto de vista ecológico”.
 
Carlos Machado Allison, miembro de la Academia de Ciencias de Venezuela y experto en temas agroalimentarios, señala que aunque no se produzca localmente, “Venezuela es un importante importador de maíz amarillo para alimentar ganado, y es probable que una proporción elevada de éste sea maíz transgénico. Algo similar ocurre con la torta de soya, utilizada para elaborar alimentos concentrados o balanceados. Existen barreras para la producción, pero no para el consumo directo o indirecto”.