10/11/04

Advertencia sobre maíz transgénico importado a México

Variedades de maiz latinoamericano Crédito de la imagen: Keith Weller / USDA

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Los genes de un maíz genéticamente modificado que importó México de los Estados Unidos han entrado en las variedades locales, pueden propagarse, y será muy difícil removerlas,  de acuerdo con un informe entregado esta semana.


El reporte dice que aunque no hay evidencia en el sentido de que los genes representan una amenaza para la salud humana o para el ambiente, es necesario tomar acciones para reducir el riesgo de su propagación, así como para conservar la biodiversidad de las variedades mexicanas de maíz.


La Comisión Norteamericana de Cooperación Ambiental (CEC), establecida por el Acuerdo Norteamericano de Libre Comercio, entidad que reporta a los gobiernos de Canadá, México y Estados Unidos,  dio a conocer el informe el pasado lunes (8 de noviembre).


La CEC estima que entre el 25 y el 30 por ciento del maíz importado a México para consumo humano y animal es modificado genéticamente. Advierte que los campesinos de menor escala pueden estar plantando experimentalmente el grano que las agencias del gobierno han distribuido en comunidades rurales. Como resultado, las plantas pueden polinizar las variedades locales que crecen en sus alrededores.


Cualquiera de los genes transferidos de esta manera a las variedades locales puede persistir indefinidamente así sean benéficos o neutros, y su remoción “será muy difícil, de hecho puede ser imposible”, dice el reporte.


Sin embargo anota que es improbable que la transferencia de un pequeño número de genes individuales pueda tener algún “efecto biológico relevante” en la diversidad genética del maíz mexicano. Continúa diciendo que el maíz transgénico no parece tener algún efecto en otras plantas o animales como insectos encontrados en los cultivos de maíz mexicano, pero que aún falta realizar estudios específicos.


El panel de 16 miembros del CEC, que incluye a un ejecutivo que trabajó en la compañía Monsanto, así como al director de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, entregó una serie de recomendaciones de manera unánime.


Recomendó, por ejemplo, que el maíz transgénico importado a México debe ser etiquetado, y molido en el punto de entrada para prevenir que los genes se expandan a las variedades nativas. La modificación genética del maíz para la elaboración de productos farmacéuticos o componentes industriales que sean incompatibles con alimentos debe también ser prohibida, dijo.


Los esfuerzos por proteger a las variedades mexicanas de maíz deben ser apoyados, de acuerdo con el CEC. En este punto, recomienda el desarrollo de un programa seguro de calidad, del cual los campesinos no sólo obtengan sus semillas, sino que puedan tener sus propias pruebas para detectar genes foráneos.


En una declaración conjunta en respuesta al informe del CEC, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, EPA, y el representante de comercio del mismo país calificaron el informe como “fundamentalmente errático y sin bases científicas”.


“Las recomendaciones claves no se basan en la ciencia, y se contradicen con los resultados científicos propios del reporte”, dijeron en la declaración. “En caso de implementar las recomendaciones del reporte se causaría daño económico a campesinos y consumidores en todos los países del NAFTA y restringiría el comercio internacional”.


Oprima aquí para leer el reporte de la CEC en inglés, Maite and Biodiversity: The effects of Transgenic Maiz in México

Oprima aquí para leer el reporte de la CEC en español, Maíz y biodiversidad: los efectos del maíz transgénico en México

Oprima aquí para leer el reporte de la CEC en francés

Enlace a la declaración de la Agencia de Protección Ambiental, EPA, y el representante de comercio de los Estados Unidos