13/11/14

Las deudas pendientes para la igualdad de género

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Crédito de la imagen: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires /Flickr

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[BUENOS AIRES] Las deudas pendientes para la igualdad de género, los avances en la región y los precisos datos estadísticos exhibidos fueron algunos puntos salientes del panel “Ciencia, tecnología y género”, realizado en el piso 12 de un hotel de la Recoleta, en Buenos Aires.
 
La charla fue durante el Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación, organizado por la Organización de Estados Iberoamericanos en la capital argentina (12-14 de noviembre), que reúne a unos 3.000 investigadores.
 
En el panel participaron expertas de diferentes países: de Argentina, Eleonora Baringoltz; de Chile María Elena Boisier; de España Marta González; de México Martha Beltrán; y Gloria Bonder, de Argentina, como moderadora.
 
Bonder, en particular, contó que debió pedir el lugar especial para hablar del tema en el Congreso, pues no estaba previsto. “Pero conseguí que me lo dieran”, se felicitó.
 
Algo que resultó interesante del encuentro fue la mezcla de datos duros (cantidad de estudiantes, magisters y doctorados) con análisis y hasta preguntas epistemológicas (¿tiene sentido hacer que las mujeres estudien ingenierías si les aburre?) sobre la cuestión de género.
 
Baringoltz, del Ministerio de Ciencia argentino, citó un trabajo de 2012 del área de las TICs que mostró que en 314 grupos argentinos de investigación la masculinización de los recursos humanos llegaba en casos hasta 92%.
 
“Vemos que no es automático que generar masa crítica consiga más mujeres en los puestos decisivos, porque si bien de 2.083 personas que trabajan en estos grupos 33% son mujeres, el número de directivas baja a 28%”, subrayó.
 
Pero quizás el dato más significativo aportado por Baringoltz es que en los grupos dirigidos por varones el sesgo en la elección del personal lleva a que 72% sean varones, mientras que los grupos dirigidos por mujeres ese número baja a 54%.
 
Por su parte, Boisier, del Conicyt chileno, se centró en los avances de su país, como la propia existencia de estadísticas discriminadas por género, que no existían. Además de capacitaciones y patrocinio de premios a mujeres, recalcó que en sus planes figura la idea de “mostrar modelos de mujeres campeonas y exitosas” para lograr el efecto imitación. Y mencionó medidas concretas que tomó el país “para conciliar la carrera científica con la familia”, como asignaciones para cónyuges e hijos y prórrogas en plazos pre y post natal, entre otras. 
 
Después la discusión tomó ribetes más filosóficos. González, de la Universidad de Oviedo, se preguntó por qué en ciencia “estamos anclados en 70% (varones) a 30% (mujeres)”, pero a la vez reconoció que hay disciplinas en las que se notan avances, que fueron receptivas y corrigieron problemas.
 
La experta española pidió más estudios respecto de la relación entre productividad y maternidad, porque los datos que existen hoy resultan contradictorios. En tanto, Beltrán se refirió a que América Latina es, pese a los problemas marcados y al denominado “techo de cristal”, la región que más igualdad tiene en cuanto a cantidad de investigadoras.

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