29/05/15

Jamaica: cordones umbilicales contaminados con metales

recien nacido by ONU
Crédito de la imagen: ONU

De un vistazo

  • Estudio insta a mejorar prácticas de higiene entre embarazadas expuestas a fuentes de contaminación
  • También asoció menor circunferencia de la cabeza de neonatos a mayor presencia de plomo
  • Pero se necesitan estudiar otros factores que influyen en concentración de metales en neonatos

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Una investigación encontró concentraciones de plomo y aluminio en la sangre de los cordones umbilicales de recién nacidos jamaiquinos, indicativo de que sus madres estuvieron expuestas a fuentes primarias de contaminación como pinturas, polvo, suelo contaminado o emisiones industriales.  

Publicado en Enviromental  Research and Public Health (23 de abril), el estudio aisló la sangre del cordón umbilical de 100 mujeres embarazadas y sus bebés para caracterizar  la concentración de plomo, mercurio, cadmio, aluminio, arsénico y manganeso, en 2011.

El estudio identificó una alta concentración de aluminio (10.9 microgramos por litro) en niños de madres con niveles socioeconómico y educativo bajo, respecto a estudios similares en otros países, y una asociación significativa entre menor circunferencia de la cabeza de los neonatos a mayor presencia  de plomo.

“Las buenas prácticas de higiene pueden reducir la ingestión de plomo y aluminio”.

Mohammad Hossein Rahbar, U. de Texas

“Sin embargo, es importante tener en cuenta que éstas son asociaciones, y no deben confundirse con una relación causal”, es decir que la circunferencia de la cabeza no  depende solamente de las concentraciones del metal, dice a SciDev.Net Mohammad Hossein Rahbar, coautor del artículo.  

Los suelos de Jamaica presentan altos niveles de aluminio debido a la exportación minera de bauxita y alúmina.

Y aunque la investigación no destaca las posibles consecuencias en etapas tempranas, otros estudios han relacionado las altas concentraciones de aluminio con el Alzheimer en adultos.

Las madres con mejor nivel educativo y socioeconómico pueden tener mayor información sobre las consecuencias de exponerse al aluminio y cómo prevenirse; por ejemplo, ubicar su residencia en suelos no contaminados, lejos de minas y refinerías, a diferencia de las que cuentan con bajos estudios e ingresos, explica Hossein.

“Las buenas prácticas de higiene, como lavarse las manos después de manipular el suelo y antes de comer pueden reducir la ingestión de ambos metales; así como lavar los productos antes de cocinarlos e ingerirlos”, añade Hossein, quien también es profesor de la Escuela de Salud Pública en la Universidad de Texas.

Teresa Fortoul, responsable del Laboratorio de Metales Pesados en Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, advierte que para establecer niveles de referencia de contaminación con metales pesados entre la población jamaiquina se necesita estudiar otros factores que pueden influir en la concentración de metales en los neonatos.
 
Señala entre estos, la dieta de las madres, las características del lugar donde viven y el aire, una fuente que seguramente expone a las madres a estos contaminantes, además de incluir una muestra representativa mayor.
 
Reitera que aunque el hallazgo de plomo en el organismo humano sea bajo, se considera tóxico y altera el desarrollo psicomotor de los niños, además de afectar el sistema nervioso y almacenarse en los huesos.
 
La investigación no reportó correlaciones significativas respecto a las concentraciones de los otros metales.  

Enlace al artículo (en inglés)