16/03/15

Exclusión a embarazadas indocumentadas en Costa Rica

embarazada_salud_bancoMundial.jpg
Crédito de la imagen: Chhor Sokunthea / Banco Mundial

De un vistazo

  • Proveedores de salud están “atrapados” entre poblaciones necesitadas y autoridades
  • ‘Doble discurso’ favorece al feto y victimiza a la mujer indocumentada
  • Nicaragüenses forman parte de uno de los grupos migrantes más grandes en Costa Rica

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

[SAN JOSÉ] Las migrantes indocumentadas y embarazadas que viven en Costa Rica suelen enfrentarse a distintas situaciones de exclusión en algunos centros de atención prenatal, a pesar de que el sistema costarricense permite su atención.

Estos casos son más recurrentes entre mujeres nicaragüenses —uno de los principales grupos de migrantes del país—, quienes frecuentemente deben ‘negociar’ su acceso a atención médica durante su embarazo, valiéndose de presuntos malestares físicos.

Así lo constata un artículo publicado en la revista Anthropology & Medicine (2 de febrero), basado en entrevistas a autoridades,  representantes de organismos internacionales, personal profesional y administrativo de hospitales y otros centros de salud.

Sara León Spesny, autora del estudio, menciona a SciDev.Net que entre los proveedores de salud existe un ‘doble discurso’ construido sobre la ambivalencia de que ellos ‘deben’ ofrecer atención, como un deber de su profesión, y el sentimiento de que las mujeres migrantes e indocumentadas ‘no deben’ recibir atención, pues no son merecedoras de este servicio por estar al margen de la ley, la moral o la nacionalidad.

Hacia el feto se siente compasión, y hacia las mujeres represión, quizá por creer que quedaron embarazadas sin tener capacidad de mantener al bebé o de ser aseguradas

Sara León Spesny

El estudio argumenta que es importante no legitimar la exclusión o la discriminación, pues estas no nacen de las relaciones que se establecen entre los proveedores de salud y las mujeres migrantes, sino que se construyen a través de ámbitos históricos, sociales, políticos, simbólicos.

“Hacia el feto se siente compasión, y hacia las mujeres represión, quizá por creer que quedaron embarazadas sin tener capacidad de mantener al bebé o de ser aseguradas”, afirma León.

Los migrantes nicaragüenses han sido históricamente víctimas de una relación excluyente por parte del país vecino.

“La identidad costarricense es sumamente débil y se basa en una construcción colonialista europeizante. Se sostiene en el antagonismo con su supuesto opuesto. El problema es que negamos así nuestra propia diversidad y nuestra historia migratoria pues negamos nuestras raíces”, menciona a SciDev.Net Carmen Caamaño, directora del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad de Costa Rica.

“Los hallazgos confirman las dificultades de las mujeres en condición migratoria irregular para acceder a servicios de salud. Incluso hace un año, circuló un borrador de una directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social para eliminarlas del todo de la provisión del servicio. Al final, retiraron la iniciativa”, menciona a SciDev.Net Carlos Sandoval, investigador del IIS e investigador especializado en temas de migración.

Según la autora del estudio, que es costarricense, la intención no es criticar la atención que se brinda, sino cuestionar ideas más amplias sobre la inmigración en Costa Rica.

“La atención sanitaria es un lente óptimo para estudiar la exclusión y discriminación, pero sin duda no es el único”, dice. “Se puede poner la mirada en otras instituciones del Estado como servicios sociales, viviendas, seguridad pública, y otros”.

Enlace al resumen del estudio en Anthropology & Medicine