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Durante los próximos seis años, el gobierno chileno recibirá del Banco Mundial un préstamo a largo plazo de 50 millones de dólares para consolidar su base científica.

Esta cantidad será utilizada para equipar y construir nuevos laboratorios nacionales, especialmente de biotecnología, materiales y tecnología de la información. Permitirá además que se forme una sólida comunidad científica en Chile, triplicando el número de investigadores.

El gobierno chileno ha prometido igualar la cantidad ofrecida por el Banco Mundial contribuyendo con otros 50 millones para ayudar a la ciencia durante ese mismo periodo.

El préstamo forma parte del Programa Bicentenario de Ciencia y Tecnología, lanzado hace un año por el presidente chileno Ricardo Lagos. En anuncio oficial realizado el 9 de mayo, Lagos comentó que, como resultado del financiamiento adicional, “Chile podrá incrementar en un 25% la cantidad de recursos distribuidos por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) y en un 50% el número de científicos de alto nivel”.

En Chile se forman actualmente cerca de 140 doctores por año. Sin embargo, gracias al nuevo financiamiento esa cifra deberá alcanzar los 500 por año en seis años. Como resultado, en el 2008 el país deberá contar con otros 1.000 científicos titulados, según Eric Goles, director del Conicyt.

“El dinero se utilizará también para financiar proyectos de investigación que no hayan podido llevarse a cabo en el pasado por falta de financiamiento”, comenta Goles. Agregó además que el aumento en la investigación local reducirá la dependencia del país en tecnología extranjera, y citó los avances en la producción de radioisótopos utilizados en medicina como ejemplo de reducción de costos en la industria gracias a la investigación nacional.

En 1999, Chile invirtió un 0,55% de su Producto Interno Bruto (PIB) en proyectos de investigación de ciencia y tecnología. El objetivo ahora es incrementar esa cifra hasta 1,2% en el año 2006.

“Al fortalecer su propia red de recursos en investigación científica y permitir que los científicos chilenos interaccionen con sus colegas norteamericanos y europeos, el país estará en condiciones de desarrollar una capacidad de innovación similar a la de muchos países industrializados”, comenta Lauritz Holm-Nielsen, un especialista de alto rango en ciencia y tecnología del Banco Mundial.

El financiamiento se distribuirá en dos etapas, cada tres años. El vencimiento del primer plazo de devolución del préstamo más los intereses ocurrirá en nueve años.

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