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La necesidad de que
Decidir cómo un gobierno debiera implementar su apoyo a la ciencia nunca ha sido una tarea sencilla. A diferencia de la producción de alimentos o la salud pública, por ejemplo, la ciencia no puede ser fácilmente adjudicada a las responsabilidades de un solo ministerio, dado que su impacto abarca un vasto rango de actividades gubernamentales.
El último grupo que enfrentó el desafío es un comité de revisión con la participación tanto de expertos de la propia UNESCO como externos, establecido a principios de este año por su director general, Koïchiro Matsuura, a solicitud de un grupo de estados miembros.
El comité enfrenta dos importantes retos. El primero es dónde encontrar sugerencias para fortalecer y racionalizar las actividades científicas de
El segundo desafío, no menos demandante, es identificar el rol específico que debiera jugar UNESCO dentro del sistema de la ONU como un todo, lo que en sí mismo está bajo una fuerte presión externa para ser reformado.
Ambas tareas han cobrado vigencia dado el renovado compromiso internacional hacia el rol de la ciencia en el sistema económico global en general, y hacia el cumplimiento de las necesidades de los países en desarrollo en particular.
Tal vez no sorprende que el informe inicial de la situación elaborado por el comité –y que a fin de mes será presentado en la reunión del consejo ejecutivo de UNESCO- ha encontrado muchos aspectos criticables sobre el estado actual de las cosas. (ver UNESCO science ‘not good enough’, says review).
División y fragmentación
Una de las críticas es que en los esfuerzos de
También hay fragmentación entre disciplinas y entre funciones. Típicamente para una gran institución –y las universidades no son la excepción- las actividades asociadas a una sola disciplina son por naturaleza más fáciles de manejar que aquellas que abarcan distintos campos.
Pero esto ha provocado que a UNESCO se le impute que no ha sido capaz de tender puentes entre, por ejemplo, las ciencias naturales y las sociales, algo en lo que está en una posición única de hacer a nivel internacional.
Los críticos frecuentemente mencionan otras divisiones dentro de
Esto tiene implicancias sobre el rol de la agencia en promover los sistemas de investigación de los países en desarrollo, dado que las universidades juegan un importante papel en la consecución de este objetivo.
Ninguno de estos problemas de fragmentación, que a veces rayan en la rivalidad, sorprenderá a quienes están familiarizados con el trabajo en las grandes burocracias. Pero eso no significa que éstos debieran permanecer desatendidos. Es de esperarse que el comité de revisión proponga una estrategia para enfrentar los problemas. Esta estrategia debe indicar cómo puede UNESCO priorizar mejor sus tareas y monitorear los progresos tendientes a alcanzarlas.
El rol de UNESCO en tela de juicio
Pero quedan algunas importantes preguntas estratégicas que van más allá de la agencia misma. En particular, el sistema de la ONU como un todo requiere llegar a un consenso respecto del rol y las responsabilidades de UNESCO y los límites de ese rol.
Se espera que cuando el comité revisor presente las conclusiones y recomiende una estrategia y un programa a los estados miembros el año entrante se respondan algunas de estas inquietudes. Las conclusiones se integrarán al borrador de la estrategia para el mediano plazo, así como el borrador del programa y el presupuesto, durante la junta directiva de abril de 2007, y será discutido consecuentemente en la conferencia general en el otoño de ese año.
Una prioridad es clara. UNESCO no es, y no debiera ser vista como una agencia de fondos para
En contraste, UNESCO tiene un rol mayor que jugar guiando a los gobiernos -particularmente en el mundo en desarrollo- sobre cómo debieran invertir su dinero en ciencia. Un buen ejemplo es el reciente trabajo de la agencia en Nigeria, lo que ha conducido directamente a la creación de una Fundación Nacional de Ciencias, con una donación de US$ 5 mil millones.
Una necesidad similar existe dentro del sistema de
Tampoco existe un responsable de generar una visión estratégica sobre, por ejemplo, el rol de la ciencia en África. Como resultado, a las actividades científicas de
Una agencia con esta tarea tiene precedentes. En muchos países desarrollados no son los grandes ministerios los encargados de desarrollar una visión estratégica para la ciencia, sino organismos relativamente pequeños con responsabilidades transversales y buenas conexiones políticas, a menudo instalados cerca del presidente o jefe de estado. El más obvio de estos casos es
Algunos han sugerido que la oficina central de
Pero la necesidad aún existe. Y UNESCO, a pesar de sus actuales debilidades, podría estar en posición de adoptar tal rol. Sus atribuciones abarcarían muchas de las actuales actividades de la agencia, incluyendo desde asuntos tales como la necesidad de armonizar las regulaciones de tecnologías basadas en ciencias, hasta el incremento de la comprensión pública de la ciencia y el mejor uso de la evidencia científica en la toma de decisiones políticas.
Pero antes de que pueda desempeñar este rol de manera efectiva, dos cosas deben cambiar.
Primero, el mandato de UNESCO para la ciencia debiera enfocarse en asuntos estratégicos, más que en la implementación de programas científicos. Es necesario hacer preguntas incisivas, tales como si UNESCO es la agencia apropiada para financiar proyectos en áreas como tecnología hídrica e hidrología.
El segundo requisito es que cualquier fondo liberado se use para asegurar que UNESCO esté adecuadamente abastecida -particularmente en términos de personal apropiadamente capacitado- para llevar a cabo su mandato de manera efectiva. En demasiadas ocasiones la falla de UNESCO no ha estado en la identificación de necesidades, sino en su habilidad de persuadir a los gobiernos de países desarrollados y en desarrollo para que aborden esas necesidades de manera efectiva.
En momentos en que la ciencia está volviendo a la agenda internacional del desarrollo, la necesidad de asesoría estratégica efectiva y realizable, particularmente en países como los africanos, es ahora más fuerte que nunca. Depende de UNESCO -ojalá con la guía del comité de revisión cuando presente su informe el próximo año- demostrar si tiene las habilidades y el compromiso requerido para enfrentar el reto.
David Dickson
Director, SciDev.Net