01/06/07

G8 necesita más pensamiento colectivo sobre ciencia

The G8 meeting in 2001 Crédito de la imagen: Wikipedia

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En la cumbre mundial de la próxima semana, el G8 tiene que construir a partir del trabajo de sus antecesores para reubicar la ciencia y la tecnología en el centro de la agenda de ayuda internacional.

En el peor escenario, las cumbres globales pueden ser contecimientos
transitorios con poco impacto sobre los asuntos mundiales. ¿Quién
recuerda actualmente el “Plan de Acción de la ciencia y la tecnología para el desarrollo sostenible” acordado en la cumbre del G8 en Evian, Francia, en 2003?

En el mejor de los casos, las reuniones del G8 –que reúnen a los líderes de los siete países industrializados más grandes, así como también al presidente de la Comisión Europea- pueden catalizar el momento político internacional para actuar en temas claves. Hace dos años, la reunión realizada en Gleneagles, Escocia, puso los problemas de África directamente en la agenda internacional.

El gobierno alemán, sede de la reunión de este año que se realiza la
próxima semana (del 6 al 8 de junio), ya está comprometida a mantener el enfoque en África –aún cuando esto compita con las preocupaciones que van desde el cambio climático hasta Irak.

Son esenciales dos acercamientos estratégicos para la cumbre alemana. Primero, debe haber una determinación para estar a la altura de las promesas hechas en reuniones de cumbre anteriores. Los países del G8 aún están lejos de cumplir los compromisos hechos en Gleneagles de duplicar su gasto en cooperación internacional en US$50 mil millones al año para el 2010.

En segundo lugar, debe haber más pensamiento colectivo entre los diferentes temas que se acuerdan en la cumbre. Muy a menudo, los temas son discutidos como puntos separados de la agenda. De ese modo, los vínculos claves entre ellos son desatendidos frecuentemente.

Los dos enfoques son esenciales para hacer frente a los temas relacionados con la ciencia y cómo se relacionan ellos con la lucha contra la pobreza en África.

Abordar el déficit financiero

La cumbre de Gleneagles le dio a la ciencia un reconocimiento pasajero en su comunicado final, que comprometía el apoyo para las “redes de excelencia” involucrando a las universidades y a las instituciones científicas y tecnológicas en países desarrollados y en desarrollo.

Sin embargo, esto se quedó corto ante una propuesta hecha antes de la cumbre por la Comisión por África. La propuesta pedía un mayor compromiso financiero de US$5 mil millones en 10 años para universidades africanas –y otros US$3 mil millones luego de ese período para desarrollar centros de excelencia.

Estas sumas de dinero fueron vistas como esenciales para construir
capacidades científicas y tecnológicas que estuvieran a la altura de los desafíos como aquellos que están identificados en los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Aún existe una gran distancia financiera entre las necesidades y los
recursos existentes para cubrirlas. El último mes, esa distancia fue
identificada como una prioridad para la cumbre alemana en una declaración presentada a la canciller alemana Angela Merkel por un grupo de academias de ciencia líderes en el mundo, incluidas las de China, Brasil, India, México y Sudáfrica (ver Scientists demand G8 action on climate change).


De igual importancia es la necesidad de vincular el refuerzo de la base científica en África realzando la habilidad del continente para enfrentar problemas relacionados con el cambio climático.

El calentamiento global es una prioridad en la agenda del G8 para la próxima semana y el gobierno de Estados Unidos ha señalado un acercamiento menos intransigente que los anteriores ante los objetivos a largo plazo para reducir las emisiones de carbono. Estos son signos prometedores que demuestran que se podrán hacer progresos concretos en el frente político.

Pero este progreso podrá alcanzarse sólo si los medios científicos y
tecnológicos se ponen en su lugar. Uno de los requisitos será que regiones como África desarrollen la capacidad de monitorear el impacto del cambio climático, predecir sus posibles efectos, y llevar a cabo investigación y desarrollo con respuestas adecuadas, como tecnologías de ahorro energético y cultivos resistentes a las sequías.

Vigilando la propiedad intelectual

Existe un tema aún más importante que la necesidad de pensar colectivamente. Es la necesidad de fortalecer el vínculo entre las políticas para promover innovación basada en ciencia – tanto en países en desarrollo como en los desarrollados- y el contexto político en el cual esas políticas de innovación se implementan.

El gobierno alemán ha indicado que le gustaría que la reunión del G8 se enfocara en la importancia de los derechos de la propiedad intelectual (DPI) para promover la innovación. Su preocupación principal, sin embargo, pareciera centrada en vigilar los regímenes existentes de DPI y prevenir la fabricación de mercadería falsificada.

Aunque éste es un tema importante, no debería ensombrecer otro tema de mayor preocupación para los países en desarrollo, particularmente los más pobres. Es el hecho de que el actual sistema internacional de DPI está en su contra, y necesita cambios significativos si se busca que sirva a los intereses de todas las naciones, no sólo las más económicamente poderosas (ver Now is the time for international action on patents).


Construir sobre cumbres anteriores

La cumbre de la próxima semana debe construir sobre el trabajo de sus predecesoras y hacer que los compromisos existentes sean más robustos.

Actualmente los componentes están en su lugar. Como resultado de cumbres anteriores, ahora tenemos un compromiso financiero significativamente más alto para ayudar a países en desarrollo, así como la voluntad enfocada hacia problemas específicos como malaria y cambio climático.

Existe una creciente conciencia que ninguno de estos problemas puede ser superado sin la ciencia y la tecnología, y que eso requiere inversión en infraestructura educativa y de investigación. Los gobiernos necesitan hacer más para promover la transferencia de conocimientos y de nuevas tecnologías para los laboratorios.

El próximo paso será reunir lo anterior para hacer un todo integrado. Esto sólo se puede hacer a un nivel político. Se logrará sólo asegurando que las decisiones políticas que se tomen en la cima de la economía global tomen en cuenta las necesidades y aspiraciones de aquellos que se encuentran en la base. Allí es donde realmente debería ocurrir el pensamiento colectivo.

David Dickson
Director, SciDev.Net