18/07/06

Estudio con bebés enciende debate ético en Perú

A doctor administers oral rehydration solution to a Peruvian child Crédito de la imagen: WHO photolibrary

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La Defensoría del Pueblo de Perú inició la semana pasada una investigación para determinar si los padres de bebés que recibieron un suero antidiarreico hecho a partir de arroz genéticamente modificado dieron su consentimiento informado.


Los investigadores a cargo del estudio clínico rechazan haber cometido alguna irregularidad y cuentan con el respaldo del Colegio Médico, sociedades científicas y expertos en bioética.


Sin embargo, el caso llevó a que el 13 de julio la diputada peruana Mercedes Cabanillas pidiera una investigación a la Defensoría del Pueblo, la que ya está en marcha.    


El estudio clínico fue liderado por la doctora Nelly Zavaleta, del Instituto de Investigación Nutricional de Perú y comenzó en agosto de 2004. Éste involucró a 140 niños de entre 5 y 33 meses admitidos en dos hospitales públicos de Lima y Trujillo.


Los niños se dividieron en tres grupos a los que se les dieron tres tipos de sueros orales para tratar la diarrea, una de las principales causas de mortalidad infantil en los países en desarrollo.


Uno de dichos sueros, fabricado por la empresa estadounidense Ventria Bioscience, contenía dos proteínas que se encuentran de manera natural en la leche materna y que fueron multiplicadas insertando los genes humanos en el ADN de plantas de arroz.


Zavaleta y su equipo concluyeron que el suero con estas proteínas redujo de manera significativa la severidad y duración de la diarrea aguda.


Pero quienes critican el estudio argumentan que fabricar medicamentos introduciendo genes humanos en plantas amenazaría la salud de los pacientes.


El ginecólogo Herbert Cuba, que encabeza una pequeña organización llamada Asociación Médica Peruana, denunció el estudio diciendo que no es ético usar productos transgénicos que ningún país ha aprobado. 


Wilfredo Ardito, de la Asociación Pro Derechos Humanos de Perú, indicó que “puede haber habido un consentimiento firmado (de los padres para que sus hijos formaran parte del estudio), pero dudamos que éste haya sido informado. Pensamos que los padres no estaban adecuadamente informados”.


Sin embargo, Zavaleta insiste en que el estudio cumplió con todos los requisitos legales, incluyendo tres grupos científicos independientes que validaron la seguridad del estudio antes de su inicio.  


El Colegio Médico del Perú respaldó la investigación de Zavaleta señalando que sus sociedades científicas y comités éticos concluyeron que ésta “ha reunido todos los requisitos administrativos, éticos, técnicos y legales que se exigen para hacer este tipo de estudio”.


El colegio aclaró que la asociación liderada por Cuba no representa a ninguna institución oficial colegiada ni a ningún gremio médico, por lo que su acusación es sólo a título personal.  


El decano del Colegio Médico, Amador Vargas, agregó que los niños participantes en el estudio no recibieron arroz transgénico, sino sólo las dos proteínas humanas, “las que no hacen daño, porque son eliminadas en 24 horas por el organismo”.


Salomón Zavala Sarrio, miembro del comité de ética y salud de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos coincide con dichas apreciaciones. El experto dijo a SciDev.Net que Perú cumple con altos estándares de regulación ética y que la investigación de Zavaleta respetó todos los procedimientos estipulados.


Mientras Cuba sostiene que Perú fue elegido para hacer el estudio debido a que es una nación en desarrollo con bajas exigencias legales, Ventria Bioscience indicó que el país fue escogido debido a que el 20 a 25 por ciento de los 36 mil niños que mueren ahí cada año son víctimas de la diarrea.


La diarrea mata a cerca de dos millones de niños al año, especialmente en países en desarrollo.

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