03/03/16

Ecoturismo ayudaría a propagar enfermedad parasitaria

schistosomiasis_by paho
Crédito de la imagen: Organización Panamericana de la Salud

De un vistazo

  • Larvas de parásito causante de esquistosomiasis se reproducen dentro de caracoles de varias especies
  • Al penetrar la piel de infectados, larvas viajan por torrente sanguíneo hasta alcanzar el hígado
  • En Minas Gerais, Brasil, agua contaminada en zonas ecoturísticas causó dos brotes de la enfermedad

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[SÃO PAULO] Regiones de Brasil orientadas al turismo ecológicamente sostenible —o ecoturismo— y aparentemente sanas, favorecerían la transmisión del parásito Schistosoma mansoni, causante de esquistosomiasis, enfermedad crónica que afecta al sistema urinario o digestivo.
 
Investigadores de los institutos Evandro Chagas y Oswaldo Cruz, entre otros, analizaron dos brotes de esquistosomiasis en el estado de Minas Gerais, sudeste del país, identificando en el primero un índice de infección de 59 por ciento entre 34 individuos que se bañaron en fuentes naturales de agua en la región metropolitana de Belo Horizonte, capital del estado.
 
Los síntomas variaban entre dolores abdominales, nausea, vómitos y diarrea. Exámenes más detallados constataron presencia de huevos del parásito en las heces de los individuos.

“La esquistosomiasis ya no es solamente una enfermedad rural, sino periurbana”.

Ronaldo Scholte,  Ministerio de Salud, Brasil

Para analizar el segundo brote, recogieron 24 caracoles en el ámbito del Parque Nacional de la Sierra del Cipó, donde una familia había sido expuesta, constatando que dos caracoles eliminaban larvas del parásito S. mansoni.
 
Según los autores del artículo publicado en Tropical Diseases, Travel Medicine and Vaccines (24 de febrero), la exposición al agua contaminada desencadenaría tipos distintos de infecciones entre los residentes de zonas endémicas y turistas que viajan a estas áreas.
 
La enfermedad se transmite por contacto con agua dulce, en lugares muchas veces sin servicios de saneamiento, lo que favorece la contaminación con larvas parasitarias.
 
Al entrar en contacto con el agua, los huevos del S. mansoni liberan larvas que se reproducen dentro de caracoles de varias especies. En el estudio, los investigadores estudiaron el caracol Biomphalaria glabrata, endémico de la región. Posteriormente, las larvas retornan al agua, donde permanecen hasta penetrar la piel de los infectados, difundiéndose por el torrente sanguíneo para alcanzar el hígado.
 
La respuesta inmunológica al parásito en los turistas es diferente a la de los residentes de zonas endémicas, causando síntomas clínicamente más graves entre los primeros cuando se exponen al parásito, señala el estudio.
 
Por tanto, la esquistosomiasis ya no es solamente una enfermedad rural, sino periurbana, señala el biólogo Ronaldo Scholte, consultor del Ministerio de Salud de Brasil.
 
“El estudio refuerza la importancia de la vigilancia sanitaria en esas regiones y recuerda a las autoridades que el ecoturismo ofrece beneficios, pero también riesgo de propagación de enfermedades”, dice a SciDev.Net.
 
Para Eduardo Finger, de la Facultad de Ciencias Médicas de la Santa Casa de São Paulo, el surgimiento de nuevos focos de transmisión no sería culpa del ecoturismo, sino consecuencia de fenómenos climáticos asociados a la pobreza y carencia de higiene básica en muchas regiones del país.

“Hay casos de transmisión en São Paulo y nuevos focos de transmisión en Rio Grande do Sul”, afirma a SciDev.Net. “El problema es que cuando la enfermedad se instala en un lugar es muy difícil eliminarla”.
 
En Brasil la enfermedad causa 1 por ciento de muertes por enfermedades infecciosas. A nivel mundial, habría 200 millones de personas infectadas, según la OMS.

> Enlace al estudio completo en Tropical Diseases, Travel Medicine and Vaccines