10/10/14

Científicos peruanos descontentos con esquema de retorno

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Crédito de la imagen: Zoraida Portillo

De un vistazo

  • Investigadores que regresan están desilusionados por poco apoyo y equipamiento
  • Científicos quedan a su suerte cuando termina el contrato de retorno, luego de dos años
  • Una iniciativa mejorada sería lanzada a fin de mes

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[LIMA] Cuando María Quintana llegó de su laboratorio de alta tecnología en Suecia a la Universidad Nacional de Ingeniería en 2011, tuvo que compartir una pequeña habitación con otros tres científicos y enfrentar la carencia de equipos y de insumos químicos necesarios para desarrollar su invesgación sobre energía solar.
 
“Aún no tengo el equipamiento necesario para mi trabajo ni los fondos para adquirirlo. En mis dos primeros años, solo me limité a enviar muestras de nanomateriales a Suecia para hacer pruebas que eran imposibles en el Perú, en lugar de profundizar en mi investigación”, comenta a SciDev.Net.
 
La falta de herramientas —así como la precariedad laboral— son el denominador común que enfrenta un puñado de científicos que, como Quintana, regresaron al Perú durante la primera fase de un programa de reinserción de científicos financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) entre 2010 y 2012. 
 
El programa ofrecía un contrato de dos años para desarrollar un proyecto preaprobado con una universidad o un organismo de investigación del Perú por un monto de hasta US$150.000.

Traer a los científicos de regreso no va a ayudar si al mismo tiempo no se cambian las condiciones de trabajo y las autoridades no dan apoyo a los que ya están aquí”.

Heinner Guío, Instituto Nacional de Salud

 
Otro retornante, Heinner Guío, quien hizo su investigación de posdoctorado en inmunología en el Imperial College de Londres, Reino Unido, reconoce que tuvo que enfrentar “un sistema logístico y administrativo no adecuado para el desarrollo de la ciencia”.
 
Guío, que trabaja en el Instituto Nacional de Salud, está elaborando el primer mapa genético de la población peruana, estudiando muestras de ADN de comunidades nativas de la sierra y selva del país. Ello ayudaría a diagnosticar enfermedades y diseñar tratamientos específicos de salud. Dice que la originalidad de su investigación ha atraído a otros investigadores talentosos y comprometidos, lo que lo alienta a quedarse en el país.
 
“Pero no tenemos un contrato laboral estable y necesitamos renegociar nuestros salarios cada tres o cuatro meses”, afirma. Quintana vive una situación similar.
 
“Tengo cuatro años y sigo contratada, sin vacaciones, sin años de servicios, ni ningún respaldo laboral”, señala. “He tenido que buscar trabajo en una universidad privada para recuperarme económicamente. Cuando acaba el proyecto de reinserción, quedamos por nuestra cuenta y riesgo”, dice a SciDev.Net.

El segundo programa de repatriación se propone traer a 20 científicos ofreciéndoles un incentivo  de US$3.000 mensuales adicionales a su salario básico. La fecha final para presentar solicitudes es el 30 de noviembre y, según las autoridades del Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología (Fincyt) que manejan el programa, ha concitado un “moderado interés”.

Las autoridades del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec) son conscientes de los problemas planteados por los científicos que llegaron en la primera convocatoria y afirman estar trabajando para resolverlos a través de un programa propio.
 
Anton Willems Delanoy, subdirector de innovación y transferencia tecnológica del Concytec, informa a SciDev.Net que la entidad lanzará un programa mejorado para atraer talentos del exterior a fines de este mes.
 
Según Willems, se creará una oficina de seguimiento y monitoreo para apoyar a los retornantes cuando finalice su contrato. Y la duración de sus contratos de investigación probablemente se amplíe a cuatro, o incluso cinco años, a la vez que se les disminuirá la carga administrativa.
 
Sin embargo, con un solo programa no se van a resolver todos los retos científicos que el Perú enfrenta, reconoce Celia Cornejo, coordinadora de monitoreo y evaluación de la gestión del Fondo para la Innovación, Ciencia y Tecnología (FINCyT), que ejecuta el programa de reinserción.
 
“Tenemos que modificar muchas cosas que están fuera de nuestro alcance. Lamentablemente, nuestras universidades y entidades públicas no tienen presupuesto para la investigación”, señala a SciDev.Net.
 
Esos retos, dice Guío, implican que “traer científicos no va a ayudar mucho si paralelamente no se cambian las condiciones de trabajo y las autoridades no dan apoyo a los que ya estamos acá”.
 
Willems precisa que otro mecanismo del nuevo programa de captación de cerebros consistirá en que el Concytec responda a las necesidades de las universidades e instituciones públicas asignándoles los científicos que por su experiencia encajen con el perfil solicitado.

Pero otro peruano, Rodomiro Ortiz, profesor e investigador de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas, cree que se requiere cambiar completamente el esquema actual de trabajo con la diáspora científica.

“En vez de pensar en una repatriación que implica desplazamientos de la persona y su familia, sería mejor establecer mecanismos para que científicos que ya tienen un prestigio ganado —sean peruanos o extranjeros— y están trabajando en centros internacionales de alta calidad, establezcan vínculos que les permitan asesorar a investigadores nacionales y ayudar a desarrollar a los nuevos profesionales en las áreas de su especialidad a través de mentorías, redes y estancias de investigación”, sugiere.

La versión original de este artículo se publicó en la edición global de SciDev.Net