20/02/13

Rachad Farah esboza su visión para la UNESCO

Reducir la brecha entre el Norte y el Sur se logrará a través de la ciencia, dice Farah Crédito de la imagen: Cortesía de la Embajada de la República de Djibouti en Francia

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Si es elegido director general de UNESCO, Rachad Farah pondrá a la ciencia del Hemisferio Sur en el centro de su agenda, dijo a SciDev.Net.

La carrera para ser el próximo director general de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) —que se elegirá en octubre— ya ha comenzado. En noviembre, Rachad Farah, un ex diplomático de Djibouti en Japón e India, declaró que se presentaría como candidato para reemplazar a Irina Bokova, de Bulgaria, cuyo primer mandato de cuatro años llega a su fin el próximo año. Bokova lanzó el año pasado su candidatura para ser reelegida.

DE UN VISTAZO

  • El foco de la UNESCO debería estar en cuestiones que afectan al Sur, dice el candidato a director general
  • Crear ‘cascos azules para la educación’ sería parte de su plan para ayudar a los refugiados
  • Dice que la ciencia puede ayudar al desarrollo y que la UNESCO puede superar la crisis financiera

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Farah es el embajador de Djibouti en la UNESCO, y vicepresidente del Grupo Africano en el Consejo Ejecutivo de la UNESCO. Su candidatura fue apoyada por los delegados en la cumbre de la Unión Africana el mes pasado y por la Organización de Estados Islámicos en noviembre de 2012.

Aquí, Farah cuenta a SciDev.Net su visión para la UNESCO y sus planes para hacer frente a su reorganización, incluidas propuestas para las ciencias. También describe cómo va a lidiar con la agobiante crisis financiera de la agencia, derivada de la decisión de Estados Unidos de suspender sus contribuciones luego de que en noviembre de 2011 la UNESCO votara por admitir a Palestina.

¿Qué tipo de persona hace a un buen director general de UNESCO: un diplomático, un académico, un científico o un político?

La UNESCO ha tenido muchas clases de directores generales. Lo primero es creer en la UNESCO más allá de la profesión, tanto si se es un diplomático, un académico u otro.

Pero también me gustaría mostrar que es tiempo para que el Sur asuma la conducción y diga: “Esta también es nuestra organización”.

¿Es tiempo de que haya un director general de UNESCO africano?

Soy africano y árabe, pero también represento a otros países del Sur.

La UNESCO ha contribuido mucho a promover la paz en el mundo luego de la Segunda Guerra Mundial. Sus nobles objetivos, como la cultura, la paz, la educación y la ciencia, han creado tolerancia y reconciliación durante ese período. Con el apoyo de la intelectualidad, la comunidad científica y las universidades, la UNESCO ha ayudado a construir una cultura de responsabilidad y una sociedad civil en Europa, lo que da a sus ciudadanos una esperanza muy fuerte para el futuro.

El principal objetivo de la UNESCO es hacer frente a los desafíos que enfrenta el Sur. Por ejemplo, en el Sur tenemos problemas de fundamentalismo religioso y terrorismo. Necesitamos reconstruir fuertemente el tema de la tolerancia y la paz, tanto en las mentes como en los corazones de nuestros pueblos.

La UNESCO cumplirá 70 años en 2015. Si queremos que la organización permanezca activa durante otros 70 años, la mayoría de sus objetivos deberían centrarse en los desafíos que enfrenta el Sur. Si las naciones del Sur están dispuestas a asumir la propiedad de esos objetivos, y si reforzamos la presencia de la UNESCO en terreno —en especial en el Sur— y su capacidad para dialogar sobre la paz y la civilización, una vez más volverá a ser un lugar de intercambio, experiencia y reflexión entre científicos, expertos y líderes políticos, convirtiéndose en un verdadero laboratorio de ideas.

Estos intercambios no deberían quedar solo en palabras, sino que deben traducirse en programas sobre el terreno. Será la gente del Sur la que salvará a la UNESCO y no al revés, pues sin el Sur, la UNESCO va a desaparecer. Creo firmemente en esto.

Después de haber tenido siete directores generales del Norte, y 25 años después del último director general africano —el senegalés Amadou-Mahtar M’Bow— es justo que un africano sea el próximo director general de la UNESCO.

¿Cuáles serían sus prioridades como director general?

La forma de reducir la brecha entre el Norte y el Sur será a través de la ciencia, porque es a través de ella que podemos resolver muchos de los problemas que estamos enfrentando. Promover la ciencia también dará un impulso a nuestros estudiantes.

Es necesario que haya más cooperación para que el Sur mejore sus universidades y que coopere con la investigación dentro de África y con otros países, como los asiáticos. Como diplomático de la India, fui testigo de que muchas instituciones en la India están muy dispuestas a dar apoyo a África y a estudiantes del Sur. Y yo también voy a plantear esto cuando asista a la cumbre entre los países africanos y latinoamericanos en Guinea Ecuatorial esta semana.

Pronto tendremos reuniones para discutir lo que ocurre con Educación para Todos, el programa internacional para garantizar plena alfabetización en 2015, del que la UNESCO es el organismo principal de las Naciones Unidas.
La UNESCO tiene que estar muy involucrada con estas reuniones y debe estar en el centro de un acuerdo que llevará al Sur a cooperar con el fin de mejorar sus universidades. La ciencia debería ser una prioridad en esa cooperación.

Debemos fortalecer las universidades existentes, establecer vínculos entre las universidades del Sur y crear verdaderos centros de excelencia africanos como se propone con la Universidad Panafricana, que ha sido respaldada por la Unión Africana en Addis Ababa este mes. También debemos establecer fuertes alianzas, no solo competir, con las universidades del Norte.

Tenemos que ver con qué puede contribuir la UNESCO en educación superior, de modo que después de, digamos, diez años podamos ver premios Nobel a la ciencia otorgados a personas del Sur. ¿Por qué no? Esto también será un muy buen indicio de que hemos hecho más fuerte a la sociedad civil en el Sur.

Otra cuestión prioritaria para mí serán los refugiados. En África tenemos más del 60 por ciento de los refugiados del mundo. Si tomamos los países vecinos a Mali, muchos refugiados van a Chad, Mauritania y Níger, y esos refugiados son los miembros más vulnerables de la población: mujeres y niños. No hay un mecanismo en la UNESCO para ayudar a educar a estas personas, que carecen de una voz fuerte. Nadie está hablando de ellos. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados les está dando comida, UNICEF (Fondo de la ONU para la Infancia) a veces les da vacunas y suministros humanitarios, pero no hay un programa sostenible para la educación, como la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina, que ha estado trabajando con los refugiados palestinos durante 40 años.

Quiero crear los ‘cascos azules de la educación’. Estos serán profesionales dedicados a la educación que brindarán la educación tan necesaria a los niños en los países asolados por la guerra.

Creo que el deber de la UNESCO no es solo proporcionar apoyo a las instituciones —escuelas y universidades— sino también ayudar a aquellas personas que no tienen voz y darles un poco de esperanza. Lo importante para la UNESCO no es construir escuelas, aunque podemos apoyar este tipo de programas. Lo más importante es crear un programa de educación para los refugiados.

¿Qué áreas científicas se centraría en construir dentro de la estructura de la UNESCO?

La UNESCO no tiene suficiente dinero o recursos para duplicar las cosas. Lo que ha propuesto el comité que analizó la ciencia en UNESCO en 2007 es una hoja de ruta muy buena, que yo voy a continuar. El texto del comité, que incluye un fuerte foco en una cantidad menor de áreas científicas dentro de la UNESCO, sigue siendo actual; las personas del comité eran muy competentes.

Dentro de otros comités de la UNESCO —no solo el de la ciencia, sino todos los comités— tenemos que nombrar expertos, no basándonos en su lugar de procedencia, sino en su experiencia. Quiero traer de vuelta a los científicos a la UNESCO. Los necesitamos.

El actual director general ha propuesto una fusión de las ciencias con las ciencias sociales, una idea que está causando cierta oposición. ¿Continuará con esta idea?

No estaré de acuerdo con esto.
La ciencia social es uno de los fundamentos de la Carta de la UNESCO. Es una forma muy importante de promover una cultura de paz y tolerancia con el fin de combatir el terrorismo y el fundamentalismo religioso.

¿Cómo podemos pedir a la UNESCO que elimine estos programas?

En tiempos de crisis financiera, usted no tiene que cambiar nada ni añadir nada. Sacar algo no es oportuno. Usted tiene que arreglar y estabilizar lo que tiene.

¿Continuaría regionalizando la UNESCO, incluso si hay muy poco dinero para ello?

La UNESCO tiene que estar más cerca de la realidad sobre el terreno, más cerca de aquellos que no tienen voz y de los marginados. Tenemos que establecer las prioridades de la UNESCO ya desde el principio, y las prioridades, en mi opinión, tienen que estar en el terreno.

Creo que el nivel superior de la UNESCO es el director en el campo en cualquier país. Si ellos proponen algo después de haber analizado y estudiado la situación, los responsables en la UNESCO deberían dar la luz verde y financiarlo.

Mi experiencia trabajando como diplomático durante 15 años en Japón me ha enseñado que, cuando las iniciativas provienen de las personas cercanas al terreno, usted puede estar seguro de que el proyecto se llevará a cabo, porque las personas que lo propusieron están orgullosas de que fuera aceptado y estarán 100 por ciento listas para llevar a cabo el proyecto.

La UNESCO está enfrentando a una crisis financiera debido al retiro de fondos de Estados Unidos luego de la admisión de Palestina como miembro. ¿Puede resolver este problema financiero y recaudar los fondos que se necesitan?

La UNESCO no es una institución financiera. Si este retiro de fondos por parte de Estados Unidos hubiera sucedido con el Banco Islámico, el Banco Mundial o el FMI, sería una catástrofe porque se trata de entidades financieras. La UNESCO no lo es. Está promoviendo proyectos en educación, cultura y ciencia.

Si tenemos proyectos en la UNESCO, y si somos capaces de llevar los proyectos a los donantes y a los bancos como el Banco Islámico y el Banco Mundial, entonces estoy seguro de que podemos conseguir el dinero para financiarlos.

El director general y los estados miembros deben sentarse a discutir cuál será el siguiente paso y solicitar a Estados Unidos que restaure su contribución. Tiene que ser una petición de los estados miembros a Estados Unidos: Washington tiene que entender que los estados miembros están dispuestos a mantener a Estados Unidos a bordo. Creo que, equipados con la visión de la administración Obama, Estados Unidos estará de acuerdo con lo que estamos solicitando.

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