20/05/14

Teorías conspirativas sobre tsunamis en el Caribe

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Crédito de la imagen: Espen Rasmussen / Panos

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[ST THOMAS, ISLAS VÍRGENES] No bien llegué la semana pasada a la conferencia sobre tsunamis de la UNESCO en el Caribe, me encontré con dos delegados y un rumor: “Alguien está muy convencido de que se viene pronto un tsunami por aquí”.
 
Así es como funcionan habitualmente los rumores: con frases grandilocuentes pero poco precisas como la anterior. Y como de costumbre, también, basadas en una cierta realidad (que es distorsionada).
 
El último tsunami importante en el Caribe sucedió en 1918 —cuando mató a 40 personas y causó daños por US$ 40 millones— y debido a que los terremotos que los causan a veces vienen de la mano de ciclos de décadas, algunos científicos piensan que debería llegar otro pronto.
 
Parecería como si algunos en esta reunión —la IX Sesión Intergubernamental de la Comisión Geográfica del Grupo de Coordinación para el sistema de alerta de tsunamis y otros riesgos costeros para el Caribe y regiones adyacentes (que tuvo lugar entre el 13 y el 15 de mayo)— creyeran que otros científicos sí saben de un riesgo real, del que no hablan en voz alta, pero que los induce a actuar en consecuencia.

Los funcionarios y los científicos en esta reunión oyeron tales rumores, e intentan actuar inteligentemente para enfrentarlos.
 
Para hacerlo, por ejemplo, desde febrero de 2013, representantes de la Red Sísmica de Puerto Rico (PRSN) visitan numerosos municipios de varias islas, incluyendo Puerto Rico y República Dominicana, para explicarle a la gente qué hacer ante una alerta de tsunami. Y comenzaron una campaña informativa en los medios locales.
 
“Sabemos que hablar de pronto sobre tsunamis alarma a la gente y puede hacerles sospechar que estamos ocultando algo. En algunas ocasiones, los mismos rumores sugieren que el tsunami potencial puede estar relacionada con pruebas nucleares secretas, lo que desde luego es falso”, dijo Víctor Huérfano, director interino del PRSN.
 
“Con las campañas en los medios tradicionales como las que hicimos, la gente a menudo tiene como primera reacción asustarse”, dijo. “Por lo tanto ir casa por casa a hablar con los vecinos y explicar la situación apropiadamente es muy importante”, añadió.
 
Por su parte, Bernardo Aliaga, experto en tsunami de la Comisión Oceanográfica Internacional de la Unesco, me dijo que “no hay información oculta, y no puede haber porque los mismos científicos no se ponen de acuerdo en cuándo y cómo un tsunami golpeará”.
 
Según Aliaga, la sensación de que existe una conspiración científica puede parcialmente haber sido creada porque simplemente muchos no creen que un tsunami pueda ocurrir en el Caribe. Y lo cierto es que suceden de manera tan infrecuente que no hay recuerdos en generaciones de habitantes de haberlo sufrido.
 
Sin embargo, la misma manera en que ocurren los grandes terremotos, los tsunamis están espaciados por largos intervalos. “El gran sismo que asoló Japón en 2011 perteneció a un ciclo de 800 años, y el de Chile en 1960, a un ciclo de 300 años”, dijo Aliaga. Por esto es crucial educar a la gente, coincidió con Huérfano.
 
Lejos de una teoría de la conspiración, el mensaje que me llevo de esta conferencia es que los tsunamis sí pueden llegar como una amenaza a la región Caribe.
 
Como me dijo la misma directora de la reunión, Christa von Hillebrand-Andrade, el verdadero riesgo de un tsunami en el Caribe ha sido a menudo despreciado por los científicos.
 
“La historia nos cuenta que estas tierras han sufrido 75 tsunamis en 500 años, por lo que hay un riesgo latente para el cual debemos prepararnos”, indicó.

Enlace a la página de la conferencia
 

La versión original de este artículo fue publicada en la edición Global de SciDev.Net