14/05/11

Un fuerte sismo se estaría incubando al este de Bolivia

El estudio analizó mediciones con GPS en los Andes Centrales de Bolivia Crédito de la imagen: Nature Geoscience

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[SANTIAGO] Un terremoto de magnitud 8,7 a 8,9 —mucho más potente de lo que se suponía— podría remecer a unos dos millones de bolivianos que viven próximos al borde oriental de los Andes Centrales, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature Geoscience (8 de mayo).

La energía liberada superaría en más de cien veces la de sismos de magnitud 7,5 estimados en un estudio anterior.

Investigadores del Proyecto GPS de los Andes Centrales y Septentrionales (CAP, por su sigla en inglés), analizaron mediciones de GPS (Sistema de Posicionamiento Global) en las áreas comprendidas entre las ciudades bolivianas de Santa Cruz y Yacuiba y desde el borde este del Altiplano hasta la cuenca del Chaco, y las asociaron con las características de la falla tectónica de Mandeyapecua, que corre de norte a sur.

“Establecimos que la velocidad a la que se deslizan las placas tectónicas se reduce rápidamente hacia el este de la falla; decimos que allí una porción de la falla está bloqueada. Al desbloquearse produciría un gran terremoto. Es como si un resorte comprimido se recuperara”, explicó a SciDev.Net Benjamin Brooks, geofísico de la Universidad de Hawai, Estados Unidos, e investigador principal del estudio.

Brooks y sus colegas calcularon que un sismo tomaría entre 150 y mil años en producirse, dependiendo de si la falla se rompe en algunas de sus cinco secciones o en su totalidad.

“Las conclusiones del estudio son convincentes. Ahora se necesitan estudios geológicos detallados de las irregularidades de la falla para poder tener evidencia paleosismológica sólida de la fecha y magnitud de ese gran sismo”, dijo a SciDev.Net Roland Burgmann, director del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Universidad de California en Berkeley.

Los investigadores de CAP ya están analizando más datos de GPS para determinar, por ejemplo, si parte de las deformaciones identificadas podrían liberar la energía acumulada asísmicamente, lo que demoraría la ocurrencia del próximo terremoto.

“También estamos iniciando estudios paleosísmicos de la falla de Mandeyapecua en busca de evidencia de eventos pasados, ya que hay muy pocos registros de terremotos en la región y todos los registrados con instrumentos son de una magnitud menor a seis, aunque en 1899 Yacuiba fue destruida por un sismo”, añadió Brooks.

Enlace al artículo completo en Nature Geoscience (en inglés)

References

doi:10.1038/ngeo1143